Sr. Director

Los abajo firmantes, por su digno intermedio queremos hacer llegar al Sr. Intendente de la ciudad Capital, Raúl Jalil, y a todos los funcionarios del Concejo Deliberante y a la comunidad nuestra inquietud con respecto a la autorización de construir edificios sobre calle Los Arrayanes, entre Augusto Tapia y Juan Pablo Vera, loteo Lomas del Mirador y zonas aledañas.
Conforme al código de Edificación, ordenanza N° 2843, del año 1994, “el departamento de Obras Particulares constituye el órgano de aplicación e interpretación del Reglamento de Edificación, inclusive en los casos no tratados específicamente, estableciendo en ese Código que las disposiciones del Reglamento de Edificación serán mantenidas permanentemente actualizadas, incorporando, modificando o eliminando cláusulas cuando así se requiera, con la finalidad de mantener vigente una dinámica armónica con la evolución y necesidades de la Ciudad”.
Empezamos con esta disposición, en la cual las autoridades municipales respaldan la decisión de haber aprobado la construcción de un edificio de 30 departamentos en zona residencial. Esa cita es para demostrar que en este solo párrafo, individualizado como 1.2 - bajo el título de “Interpretación y Actualización” -, surge sin lugar a dudas la obligación por parte de la autoridad competente de mantener la armonía de acuerdo a la evolución de la ciudad. Caso puntual es el barrio arriba mencionado, un área que por sus características requiere tratamiento propio por sus condiciones paisajísticas, ambientales, funcionales; que necesita de un estudio urbanístico que posibilite proteger y promover sus valores, más aun cuando tiene aproximadamente el 80 por ciento de asentamiento poblacional en viviendas de uso individual y colectivo de muy baja densidad.
Tampoco la Municipalidad tiene consideración al momento de la aprobación de estos emprendimientos inmobiliarios. La capacidad de acogida de la infraestructuras de los servicios básicos (cloacas, agua potable, energía eléctrica), de por sí, no cumple satisfactoriamente con la demanda actual. La presencia de este y futuros edificios llevarían a colapsar la capacidad de estos servicios en detrimento del barrio.
Dicho ello, nos preguntamos cuál es el criterio que aplica el organismo de control a cargo cuando autoriza la construcción de un edificio de esas características en una zona residencial. Y más aun cuando es un deber de ellos mantener actualizada la reglamentación (repárese en que la última ordenanza es del año 2007, con lo cual ha quedado posiblemente desactualizada en el tiempo), circunstancia esta que no puede endilgarse a los vecinos, que pagamos impuestos de zona residencial (lo que implica impuestos más caros), perjudicando y vulnerando con su omisión nuestros derechos como ciudadanos.
Todo esto, señor Director, no implica que estemos en descuerdo con el avance edilicio de la ciudad, sino que éstos deben ser autorizados en las zonas adecuadas sin afectar la dinámica y estructura biométrica de nuestro un barrio, y eso, insistimos, es obligación de la comuna, la que cuenta con diversos departamentos para proyectar, estudiar y planificar correctamente, aplicando así un criterio adecuado de modernización y que armonice y contextualice con el resto de las viviendas existentes. Y esto no es un capricho de un grupo de personas, sino todo lo contrario, es tratar de mejorar en conjunto la convivencia propia de un vecindario.
Pero lejos estuvimos de esa pretensión, ya que en la última reunión las autoridades sólo contestaron que el Código permite estas construcciones porque no está reglamentado este tipo de edificación en la zona, siendo ello una explicación muy básica, pues no es acorde a una proyección organizada a futuro de una ciudad. Así, nos sentimos desprotegidos por parte de las personas que deben resguardar nuestros derechos, pues se escudan en ordenanzas cuyos artículos, por el avance del tiempo, han quedado obsoletos, omitiendo por ejemplo una disposición general como la que está al inicio de este escrito.
Sin embargo, las autoridades manifestaron que seguirán autorizando proyectos de edificios porque la ley, al no tener reglamentaciones específicas, lo permite. Ello resulta contradictorio, ya que han enviado un proyecto de actualización de la ordenanza de Usos de suelo al Concejo Deliberante, donde supuestamente estos inconvenientes estarían contemplados. Entonces, hasta que se apruebe, y siempre y cuando dicha reglamentación no sea observada por los consejos profesionales, daría la impresión de que no pertenecemos al ejido municipal, ya que nuestros intereses son dejados de lado por el municipio, pues la decisión de haber habilitado esa obra va en contra de los derechos adquiridos por la población del barrio. Las autoridades de aplicación han realizado una interpretación parcial de algunas de sus normas, no acorde a los cambios, dinámica y estética de una zona residencial, la que se diferencia en función de la tipología de vivienda y densidad y formas de ocupación del suelo y del espacio, destinados fundamentalmente a viviendas particulares y colectivas de muy baja densidad, omitiendo un principio básico que es respetar al otro y también aplicar un principio general que está en el mismo Código.
En este orden de ideas, Sr. Director, preocupados por un futuro cercano, solicitamos revean las decisiones que permiten seguir la obra que nos ocupa. Del mismo modo, y advertidas ya las autoridades responsables, seguiremos en la búsqueda de nuestro bienestar, intentando por todos los medios continuar en la consolidación de nuestro barrio residencial y evitando toda intromisión visual, estructural y paisajística.
Sin otro particular, saludamos al Sr. Director con atenta consideración.

Vecinos de Lomas del Mirador