Derecho a réplica

sábado, 11 de noviembre de 2017 00:00
sábado, 11 de noviembre de 2017 00:00

Sr. Director:

Ejerciendo el derecho a réplica que garantiza el art. 14 del Pacto de San José de Costa Rica, con validez constitucional según el art. 75, inc. 22 de la Constitución Nacional, me dirijo a usted a los efectos de demostrar una serie de mentiras, sobre mi persona expresadas por JUAN MANUEL SALAS, durante un juicio de lesa humanidad en la provincia de San Juan, en el cual, el día 23 de octubre de 2017, JUAN MANUEL SALAS se presenta como MONTONERO, con el alias de “PEPE”, expresando que ocupaba el sexto lugar en la línea de responsabilidad de esa organización clandestina.


Dijo que me recibo como subteniente en el año 1980, 1981, me caso en el año 1983, estudio en el Colegio Militar en Tucumán, donde mi tío JORGE RAFAEL MONTERO era el director, que mi primer destino como subteniente es San Juan y que a poco de andar me enfermo.


Que en el año 1984 tenía destino en el Regimiento de Montaña 22 de San Juan y tomo conocimiento en esa época de cuál era el destino que le daban a los cadáveres, a los cuerpos de sus compañeros que iba eliminando la gente del RIM 22 y que esto se lo había comentado en una reunión en Singuil, en la que nos reprochábamos por qué razón, habiendo coincidido los dos con nuestras esposas en San Juan en 1984, no nos hubiéramos visto y que lo relacionado con los cadáveres se lo cuento porque tenía un diagnóstico fatal de tres meses de vida.


Termina sus mentiras diciendo SALAS que en estos días MONTERO que me designó perito me mandó la cédula, no quise aceptar previendo esta circunstancia que tenga que declarar.


Todo lo manifestado es completamente falso por las siguientes cuestiones: ingreso al Colegio Militar de la Nación en 1981 y egreso en 1984 con el grado de subteniente.

Mi primer destino es la provincia de Tucumán hasta 1987, me caso en 1988 y luego voy destinado a Mendoza hasta 1989 y recién en el año 1990 llego destinado a San Juan, en donde me enfermo en 1992.


Que en Tucumán no existe Colegio Militar, que mi tío JORGE RAFAEL MONTERO era jefe del Distrito Militar Tucumán y jamás fue acusado por ninguna violación a los derechos humanos, falleciendo hace dos años.


También se puede comprobar, con la oficina de notificaciones judiciales de la provincia si durante todo el año 2017 le remití alguna cédula a SALAS, notificándole la designación de perito.


Todo lo expuesto se puede comprobar con mi legajo personal del Ejército Argentino, lo que demuestra todas y cada una de las absurdas mentiras de JUAN MANUEL SALAS, lo que evidencia la calidad de los testigos que se han utilizado en la mayoría de los juicios de lesa humanidad, preparados y entrenados para mentir y ratificar sus mentiras, asegurando de esa forma la mayor y peor de las condenas a los imputados.


De esa forma la MEMORIA la construyen a través de su propio relato cargado de odio, frustraciones y resentimientos; la VERDAD es solamente la de este grupo de iluminados que atacaron las instituciones de la Nación Argentina en su conjunto para tratar de tomar el poder por las armas y la JUSTICIA solamente es justicia siempre y cuando defienda sus propios intereses, caso contrario la insultan, la manipulan y la extorsionan diariamente con la bandera de los Derechos Humanos, siempre parcializados, olvidadizos, lucrativos, usando personajes sin ningún valor moral como JUAN MANUEL SALAS, que sé que por unas pocas monedas es capaz de cometer la peor infamia, siendo mentiroso y contumaz, al ratificar en la audiencia del 6 de noviembre todos sus dichos del 23 de octubre, por lo cual pedí al TRIBUNAL FEDERAL DE SAN JUAN que se lo imputara por falso testimonio e iniciarle una querella.

Sin otro particular lo saludo atte.


Lucio Miguel Montero
Abogado

 

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