Retos, caricias y lágrimas
Por Pablo Caruso (*), desde Génova para El Esquiú.com
lunes, 29 de mayo de 2017
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Sucedió en Génova, región de la Liguria. Así empezó a hablar: "El buen empresario resuelve los problemas, no despide gente”. ¿Era un reto de Francisco a los directivos de una empresa en problemas? Los 3000 trabajadores angustiados lo ovacionaron. Uno de los ejecutivos presentes expresó: "Usa el látigo”. La ovación y las lágrimas hicieron efecto en Francisco. Vio dolor en los rostros de esos trabajadores del acero. Son malos empresarios aquellos que destruyen los sueños obreros.
Un chispazo provocó las palabras de Francisco. Provino de una mujer que trabajaba y ahora se quedaba sin empleo con un hijo de 8 años. Esta mujer le dijo: "Estamos felices que Usted hoy esté aquí y con esta presencia suya ponga en primera plana el valor del trabajo”.
Conmoción, aplausos, rostros empapados. Y ahí otro mazazo de Francisco: "El sistema político favorece a los especuladores y no a los empresarios”. Para todos hubo. El clima cambió cuando arribó a la Catedral de Génova. Los aplausos y los vivas atronaban, pero en su rostro, me pareció, todavía quedaban restos del ríspido encuentro, duro con el mundo del trabajo. Es realidad global, e Italia no es excepción.
Las caricias de parte del Papa fueron para los chicos enfermos y sus padres, internados en el Hospital Gaslini. Allí dijo: "El dolor de los chicos es lo que me cuesta entender. Después miro la cruz…”
Un oficio difícil ser Papa.
Por Pablo Caruso - Periodista de Ámbito Financiero - La Nación - Telefe-Expansión (España)- Época (España)-Infobae-exdirector de Radio Cultura
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Roberto Cifuentes
29/5/2017 | 10:25
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