HABLEMOS DE EDUCACIÓN

Populismo vs. Estado de bienestar

lunes, 24 de julio de 2017 01:13
lunes, 24 de julio de 2017 01:13
Sin querer hacer un análisis histórico de cada uno de estos sistemas políticos, intentaré aclarar ciertas confusiones que se presentan a la hora de considerar como única opción las políticas aplicadas en nuestro país y en nuestra provincia desde hace décadas.
Cada uno de estos sistemas nace como consecuencia del implacable impacto social dejado por el liberalismo político y la ausencia del Estado en el resguardo de los derechos más elementales del ciudadano. Desde entonces hay una necesaria revisión del rol del Estado en la sociedad para lograr justicia social, participación política, desarrollo humano y atención de los derechos de los trabajadores.
En la mayoría de los países latinoamericanos han desarrollado el populismo. Parte de Europa con los países nórdicos, Suecia, Dinamarca, Finlandia, Noruega e Islandia; pusieron en práctica el llamado Estado de bienestar o Estado benefactor. Sintéticamente haré un simple enunciado de las características de cada uno de estos sistemas.

Populismo Latinoamericano

Cabe destacar que el populismo ha sido practicado por partidos de derecha, izquierda o centro y se ha convertido en una suerte de maquinaria para hacerse del poder, sostenerse, acrecentarlo y perpetuarse.
Si nos concentramos en el discurso y el dato de la realidad, nos vamos a encontrar con lo siguiente:
El líder se convierte en el defensor de los más pobres y realiza un pacto tácito con ellos para sostener la lucha por sus derechos y el bienestar, pero lo cierto es que los índices de pobreza en donde se han practicado estos sistemas han empeorado, han crecido o multiplicado. Al decir de la politóloga Gloria Álvarez: "El populismo ama tanto a los pobres que los multiplica para sostener su existencia”.
Es común escuchar a estos los líderes en sus discursos acusar a distintos sectores por la pobreza de la nación. Ellos son: los empresarios, los organismos internacionales, los medios de comunicación o la oligarquía del campo. Esta dialéctica es clave para generar la confianza; la opción de fe necesaria para justificar ante el electorado la corrupción estatal y la destrucción de los poderes del sistema republicano, porque todo se hace en nombre del pueblo. Aunque en el discurso se destaque la democracia, lo cierto es que lo único democrático es la forma de llegar al poder. Luego de eso, es una permanente apropiación de los poderes del Estado para beneficio personal y sectorial, utilizándolo para cobijar al aparato partidario, llenándolo de empleados públicos improductivos que sólo se dedican a la política. Aumentan el gasto público generando déficit fiscal, ocultan los datos reales para esconder la verdad; luego de esto el Estado, lógicamente, hace crisis, la economía comienza a mostrar el deterioro: inflación, estancamiento y desempleo. Los servicios públicos son cada vez peores;  el transporte, la  salud y educación.
Para sostener el empleo se cierran las importaciones y se controla en valor del dólar, los precios y tarifas. Luego aparece el desabastecimiento, el descontento social. Pero el líder populista defiende el planteo ideológico que lo sostuvo en el poder. La culpa de todos los males la tienen los oligarcas y los empresarios que concentran todo el dinero con la ayuda de los EE.UU.; pero jamás se escuchará al líder arrepentirse de algo o reconocer un error.  Como un semidiós, nunca se equivoca.

Estado de bienestar
Sólo hay que observar los indicadores mundiales para advertir que donde se practica el Estado de bienestar tienen los mejores índices de educación, desarrollo humano, economía, competitividad, derechos civiles y calidad de vida. Estos países son mucho más limitados (en cuanto a recursos naturales) que la Argentina, sin embargo han logrado sostener en el tiempo un sistema que les ha permitido ser referentes en el mundo.
El Estado asegura la equidad y justicia social interviniendo en la vida del ciudadano procurando el bienestar a través de los servicios como educación, transporte, salud, generando una red de contención para que nadie quede excluido. Podríamos definirlo como un Estado socialista que se desarrolla en una economía capitalista y que asegura el buen vivir de sus ciudadanos. Esta es una aparente contradicción, pero lo cierto es que han demostrado que no es incompatible un Estado activo y presente con la economía de mercado. El Estado interviene en los desajustes económicos evitando la concentración del dinero, distribuyendo equitativamente los beneficios, cobrando impuestos progresivos, asegurando la libertad individual y la igualdad ante la ley, haciendo respetar las instituciones del Estado.
Los líderes políticos, sindicales y empresariales tienen una enorme vocación para la convivencia demostrado esto en la diversidad de ideologías que existen en los parlamentos. Saben que el ciudadano no arriesga el Estado de bienestar, por tanto son muy cuidadosos de los resultados y de los recursos del Estado.
Noruega, Dinamarca y Suecia gozan de índices de criminalidad sorprendentemente bajos y una envidiable esperanza de vida. Sin lugar a dudas, se trata de países sumamente prósperos, donde las personas pueden gozar de un grado mayor de libertad y al mismo tiempo de bienestar. Pero ¿cómo esta fría y poco fértil península ubicada entre el mar Noruego y el mar Báltico pudo convertirse en un verdadero ejemplo del bienestar?
Muchos dirán que no tengo en cuenta que estos países tienen una historia institucional distinta, una población homogénea, elevados niveles de confianza, participación cívica, cohesión social, responsabilidad individual, valores familiares y sobre todo una fuerte ética del trabajo. La inobservancia de estos elementos esenciales que anteceden al Estado de bienestar podría hacerme cometer un grave error. Pero lo cierto es que las ideas políticas y los procesos nunca fueron estáticos y jamás quedaron en un lugar, por el contario se expandieron y en algunos casos llegaron a todos lados. Así como el populismo no es exclusivo de Latinoamérica y hay fuerzas políticas que los representan en España, Italia y Grecia, de igual modo pasa en nuestra nación con el sistema del Estado de bienestar.
Confío que nuestro país pueda dar un salto cualitativo en lo institucional para salir del estancamiento crónico, la decadencia moral y la política de la dádiva para ingresar en la etapa del crecimiento y desarrollo. Para ello hay que votar con la razón y no por la tradición o el sentimiento apasionado que los líderes mesiánicos siempre estimulan.
Tenemos la materia prima: el argentino que quiere una nación próspera para sus hijos. n


Lic. Rubén David Martí
martiruben@msn.com
https://www.facebook.com/Lic-Ruben-David-Marti-1249940738425522/


48%
Satisfacción
5%
Esperanza
43%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
2%
Indiferencia

Comentarios

24/7/2017 | 22:26
#149005
ESTE ES UN GATO-GORILA
24/7/2017 | 15:35
#149004
marti, no se gaste, este pais no cambia mas. no vamos a salir nunca, ud lo sabe yo lo s{e, todos lo sabemos, es lindo pensar que si podemos, pero sabemos que no. Todos nuestros politicos trabajan para hacer dinero y poder nada mas y la gente, sumida en miseria y sin educacion, los vota por una dádiva. Es triste , pero es. Comparto lo que ud. propone, pero ...........
24/7/2017 | 13:01
#149003
Muy buen analisis Rubén. Felicitaciones. Como educadores debemos luchar para cambiar es estatu quo de la Educación. Alli radica el cambio, en las aulas (me refiero a todos los niveles educativos). No en vano los gobiernos, es especial los populistas, denigran al sistema educativo retaceando aportes, induciendo cuestiones ideológicas, persiguiendo docentes, violando normas, acomodando acólitos e incapaces, etc. En la educación está la solución porque la base en que se sustenta el populismo es la ignorancia; peor aun, la ignorancia de si mismo que es una categoría casi infrahumana. Abrazo
24/7/2017 | 12:58
#149002
Señor Marti, algunas de sus expresiones son muy conocidas que ya parecen muletillas. No conozco Europa por ende los países nórdicos, lo que leí, me permite sacar conclusiones que pueden ser erradas, creo que esos países desarrollaron una cultura basada en el conocimiento la ética y el respeto sosteniéndola en el tiempo y llegaron al estado benefactor. Nosotros ese proceso lo queremos hacer al revés, desde que se instituyó la doctrina combatiendo al capital, pasó por alpargatas si, libros no, al adversario ni justicia, somos los campeones de la jusicia social, roban pero hacen, dejemos de robar por dos años, etc, acaso perseguimos el estado caótico? Nos salva la extraordinaria riqueza natural que tenemos y que muchos países nos envidian. A nuestra Patria la vivimos rifando y trompezamos con la misma piedra. Hasta cuando por Dios.
24/7/2017 | 12:38
#149001
No hay mas ciego que aquel que no quiere ver. Desafío a Carlos Segura a que se anime a exponer un país que practique el populismo y haya sido exitoso en bajar la pobreza. Donde hay un país populista exitoso? Seguimos defendiendo el populismo como si fuera lo mejor que nos puede pasar, sin advertir que hay otros modelos republicanos que si son exitosos desde lo económico y social. Dejemos de defender ideologías que son un fracaso
24/7/2017 | 11:18
#149000
Las ideas y fundamentos de esta reducida crónica, son tan viejas y repetidas intencionadamente por quienes generalmente ven la realidad sentados detrás de un escritorio. Creo que el corazón de esto es la pobreza: mientas el Estado de Bienestar es propio de culturas y conductas históricas imposibles de suponer en latinoamérica, por ejemplo; por otra parte se idealiza deliberadamente como política antagónica al populismo, mostrándolo aviesamente como el peor de los males políticos e insinuando falazmente que nada tienen que ver, por lo menos en la pobreza, sometimiento y atraso, en todos sus términos, la intervención de los empresarios (inescrupulosos todos), los organismos internacionales, los medios de comunicación monopólicos y la oligarquía del campo. No se quién es martí, ni la licenciatura en que se graduó, pero esto que escribió es mas un panfleto ideológico que una opinión objetiva y desinteresada.
24/7/2017 | 10:25
#148999
Carlos Gordillo, tiene razón, en 60 años ningún gobierno desarrollo políticas vinculadas al estado de bienestar porque tenemos una clase dirigente tilinga y corrupta. Hemos tenido que soportar al populismo desde 1945, es hora que los argentinos dejemos las ideologías para pensar en la argentina que nos merecemos los que trabajamos y queremos lo mejor para nuestros hijos.
24/7/2017 | 07:50
#148998
Otra vez la receta del Estado Benefactor. Es tan bueno el pensamiento del Lic. Marti , pero es un sueño ; en nuestra cultura argentina, no da resultado. Se lo dice alguien que tiene casi 60 años y con la realidad que vivimos todos los argentinos.

Otras Noticias