Competitividad y reelección de Macri, ejes de la agenda económica para los CEO

domingo, 14 de enero de 2018 00:00
domingo, 14 de enero de 2018 00:00

El día a día de las principales empresas del país está muy lejos de los pronósticos de algunos economistas que diagnostican una meseta en el nivel de actividad general, que había acumulado buenas noticias para el Gobierno en los últimos meses de 2017.

La dupla temática que concentra la atención de los principales CEO en las primeras horas del 2018 es ganar competitividad y qué definirá el presidente Mauricio Macri sobre su futuro político inmediato.

Respecto de esta última cuestión, en los despachos más cercanos al presidencial, en la Casa Rosada, ya dan por hecho un segundo mandato.

“En 2017 jugaron los suplentes, en 2019 salen los tres titulares”, sintetizó una alta fuente gubernamental aún en Buenos Aires, por el primer mandatario, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Quienes lo miran de este modo, apuestan a mejorar considerablemente las bancas de Cambiemos en el Congreso y así borrar, aunque sea en parte, los sinsabores de los primeros dos años de la actual gestión. También confían en sumar gobernadores propios. Está por verse.

Por lo pronto, Macri regresará de sus vacaciones poniendo el acento en la agenda internacional; un territorio en el que se siente cómodo y suma elogios. Estará en el Foro de Davos buscando inversiones reales y confirmando que a su modo de ver cumplió con las promesas que hizo en ese mismo ámbito hace dos años, cuando recién se calzaba la banda presidencial.

Después viajará a Rusia y Francia, donde la agenda se concentra en abrir más mercados. Llevará como logro el haber obtenido que China mejore 32 posiciones arancelarias para alimentos nacionales como los langostinos y la leche en polvo por caso y que el mismo país haya habilitado sanitariamente el ingreso de arándanos y arvejas secas argentinos siendo el segundo principal importador del mundo de esos productos.

El impacto podría ser tan importante que desde el ministerio de Agricultura, que comanda Luis Miguel Etchevehere, aseguran que algunos grandes productores locales de trigo ya están afilando el lápiz para mutar hacia ese cultivo.

El ministro que ya inauguró el año reuniéndose con la Mesa de Enlace y gobernadores del NOA y NEA para mejorar reintegros afirmó que “en la diaria no se ve un parate en el sector” y vaticina entusiasmo en algunos productores regionales como los de vinos y quesos porque los Estados Unidos les otorgó tratamiento preferencial y podrían engordarse las exportaciones en 400 millones de dólares.

“En la micro no estamos percibiendo un parate, nadie cambió la proyección de sus inversiones aunque tampoco se espera tasas chinas de crecimiento”, sintetizó Juan Vaquer, de Dupont y titular de ACDE, aún tras los violentos y condenables episodios del pasado diciembre.

Desde esta perspectiva, se vislumbra que los costos laborales serán uno de los ejes para mejorar la competitividad de las empresas durante el flamante año. Esto implica una discusión sobre la productividad laboral más que sobre los aumentos salariales 2018.

Para discutir desde esta perspectiva sería clave la reforma laboral cuyo tratamiento quedó trunco en el Congreso.

Si bien muy cerca del Presidente no tacharon definitivamente el tema de la agenda anual, actualmente las tensiones entre el Gobierno y la CGT no parecen preanunciar un tratamiento posible. Seguramente todo dependerá del rumbo que tome la Justicia en torno a la corrupción sindical, un capítulo que recién estaría comenzando con casos como el de Marcelo Balcedo (Soeme), detenido en Uruguay.

A medida que estas denuncias contra gremialistas corruptos vayan avanzando con pruebas concretas, esas mismas pruebas irían salpicando también a sus “socios imprescindibles”: algunos empresarios y/o dirigentes empresariales, delincuentes por igual.

Hasta ahora el ánimo social de condena recae más sobre los políticos y los gremialistas que sobre el empresariado, pero eso podría cambiar.

La corrupción no parece ser ajena tampoco en las empresas estatales donde los nuevos gerentes designados siguen destapando ollas con maniobras financieras y contratos inimaginables desde el sentido común.

Un caso es el de Fabricaciones Militares, que por estos días figura en la agenda pública porque se dejó de producir en Azul y no se renovaron contratos en una de las cinco plantas que hoy conduce Luis Riva.

Según denunció el ejecutivo, hay reclamos de proveedores por cifras millonarias y obras nunca iniciadas, como por ejemplo un proyecto para fabricar municiones y para hacer vagones para el Belgrano Cargas por los que se giraron unos 12 millones de dólares por trabajos nunca efectuados entre octubre y noviembre 2015.

“Hay proveedores que reclaman pagos por 50 millones de dólares por contratos que no figuran en FM y que la Justicia deberá investigar”, afirmó Riva, quien asegura que la compañía no cerrará y que en tres años tendrá una producción y ventas un 50% superior a la actual de la mano de los negocios de seguridad y defensa y de explosivos para industria minera.

 

Por Alejandra Gallo, para El Cronista
 

40%
Satisfacción
0%
Esperanza
40%
Bronca
20%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia

Comentarios

Otras Noticias