“No sé si serán 30.000 ó 9.000, es una discusión en la que no voy a entrar” (Mauricio Macri)

“Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó. Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó. Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero tampoco me importó. Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me importó. Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó. Ahora vienen a por mí, pero ya es demasiado tarde”. (Bertolt Brecht)

Es por vos, por mí y por todos que hoy escribimos estas palabras. Aquí con la angustia en llamas recorriendo el camino doloso de la revolución de la alegría, invitamos a todos a reflexionar, para saber a dónde está el espíritu de lucha que antes había, a preguntarnos dónde están los anhelos de justicia, dónde están los sueños de equidad. Se los llevaron, vinieron por ellos.
En este día gris para nuestra historia, más que nunca los recuerdos se enlazan a un sentimiento de lucha, resistencia y búsqueda de la verdad, en búsqueda de las voces que fueron silenciadas.
Hoy más que nunca los lápices escriben, hoy más que nunca los jóvenes luchamos, unimos nuestro clamor repudiando el aberrante retraso en materia de derechos humanos, donde el gobierno nacional encabezado por Mauricio Macri, sugiere que se les otorgue el beneficio de prisión domiciliaria a 1100 internos, entre los cuales no sólo se encuentran ladrones, violadores y homicidas, sino también entre ellos 96 condenados por delitos de LESA HUMANIDAD, que han dejado una huella de sangre en nuestra Argentina, una llaga que no sana, que no olvida y aun busca la verdad y justicia ante tal avasallamiento de los derechos adquiridos.
Si alguien duda de que es así, ¿dónde están los genocidas que la Justicia llevó a cárceles comunes? Es fácil contestar, ante un gobierno que los beneficia e ignora el reclamo de justicia de un pueblo dolido. Hoy en día ellos podrán estar en sus casas con sus familias con total impunidad, cuando aún hay abuelas que buscan a nietos, nietos que buscan la verdad y un país buscando justicia, haciendo frente a un gobierno ignorante y carente de responsabilidad, que gobierna para pocos, pisoteando derechos, silenciando voces y sin que les tiemble el pulso reprimiendo a todo aquel que piensa diferente. ¿No estamos retrocediendo?
¿Dónde queda el resultado de la lucha sin descanso de los familiares de los 30.400 desaparecidos? Queda empañado nuevamente por la oscuridad, en las lágrimas y la incertidumbre, ante un enemigo como en aquel entonces con poder y sin alma.
Una lucha que continua día a día, conquistando victorias con cada nieto recuperado, con cada verdad sacada a luz, con los restos identificados de las víctimas que abandonaron en los campos, una lucha que no se acaba y se contagia de generación en generación.
Hoy los jóvenes decimos pueden pasar miles de hombres a pregonar la indiferencia, pero no pasará el olvido. Nosotros, la Juventud Peronista, haremos que los lápices sigan escribiendo, para que los valientes no pasen al olvido, dejando un mensaje muy claro: “A PESAR DE LAS BOMBAS, DE LOS FUSILAMIENTOS, LOS COMPAÑEROS MUERTOS, LOS DESAPARECIDOS, NO NOS HAN VENCIDO”.
NI OLVIDO, NI PERDÓN, NUNCA MÁS.

Juventud Peronista Catamarca