Bronquiolitis y prevención

jueves, 24 de mayo de 2018 00:00
jueves, 24 de mayo de 2018 00:00

Por Dra. Verónica Aimar (*) y la Dra. Berecoechea Celeste (**) 

La bronquiolitis es una enfermedad respiratoria aguda de causa infecciosa que afecta a niños pequeños menores de dos años. Es una enfermedad común y algunas veces grave.
El proceso inflamatorio de la vía aérea inferior (bronquiolos) es responsable de la manifestación clínica de la enfermedad. Los principales agentes causantes de la enfermedad son virales y el virus principal es el sincicial respiratorio (VSR), que aumenta su circulación durante los meses de otoño e invierno, seguido por el virus influenza (que también genera la gripe común), el parainfluenzae y el adenovirus, entre otros.
Por lo general, el niño se contagia de un adulto resfriado. La transmisión del virus se produce por vía aérea mediante diminutas gotitas que se lanzan al aire, a través de estornudos o tos y luego son inhaladas por el bebé. Otra forma de contagio es el contacto de las manos del bebé con material contaminado por el virus como teléfonos, utensilios de cocina, juguetes, etc.
El contagio puede producirse tanto dentro como fuera de los hogares, en guarderías, jardines de infantes y medios de transporte públicos. Además, es importante tener presente que los virus permanecen varias horas en superficies y hasta 30 minutos en las manos.
Durante los primeros tres días, los niños afectados comienzan a mostrar síntomas iniciales: mucosidad nasal, tos y fiebre; entre el tercer y el quinto día se suma la dificultad para respirar, respiración agitada y silbidos en el pecho.
Pero las manifestaciones que indican gravedad de la enfermedad son la evidencia de dificultad importante para respirar sumado al hundimiento de la piel entre las costillas y/o en el cuello; pausas en la respiración (apneas); coloración azulada de labios, uñas y piel y dificultad para alimentarse o dormir.
Superada esta etapa, comienza la fase de recuperación que puede llevar hasta tres semanas -con persistencia de tos con catarro transparente-.
Ante la sospecha de bronquiolitis, siempre se debe consultar al médico que, en relación a la gravedad de los síntomas del niño, indicará tratamiento domiciliario o internación. Con respecto a cuidados generales, es importante mantener una hidratación adecuada, continuar con la lactancia materna y alimentos en pequeñas cantidades. También acostar a los niños en posición semisentada para evitar la acumulación de secreciones.
Según la indicación del médico podrá usarse salbutamol en puff con aerocámara y antitérmicos en caso de fiebre. Los antibióticos, jarabes para la tos, descongestivos y té casero están contraindicados.
Para evitar que los bebés y niños sufran esta enfermedad, la clave es la prevención y para ello evitar el contacto de bebés con personas resfriadas o con tos, lavar las manos de los pequeños frecuentemente con agua y jabón, cubrirse la boca al toser o estornudar, mantener los ambientes ventilados y evitar el hacinamiento ni exponer a los niños al humo de cigarrillo, sahumerios, aerosoles, calefacción con braseros. Al mismo tiempo es necesario mantener la higiene de superficies y elementos de uso común, tanto en el hogar como en jardines maternales.
Mantener la lactancia materna, contar con el calendario de vacunación completo según edad y vacunar a los niños de entre seis y 24 meses con dos dosis de vacuna antigripal también es clave.

(*) Profesora de Atención Médica Primaria de la facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral.
(**) Jefa del Servicio de Medicina General Ambulatoria del Hospital Universitario Austral.

 

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