Concluyó  el Festival Nacional del Cabrito, que se llevó a cabo entre los días 16 y 19 en la ciudad de Recreo, departamento La Paz. La síntesis podría ser: le salió bien la riesgosa jugada al intendente recreíno, Roberto Herrera, pero en honor a la verdad cabe preguntarnos también: ¿qué pasaba si le salía mal? ¿El municipio estaba en condiciones de hacerse cargo de las eventuales –y posibles- pérdidas? Recordemos que la polémica nació cuando un diario local se hizo eco de algunas quejas de artistas catamarqueños que no figuraban en las promociones del encuentro, cuya cartelera incluyó la presencia de Franco De Vita, La Bersuit, Marcela Morelo, Luciano Pereyra, El Chaqueño Palavecino, Los Huayra, Los Manseros Santiagueños, Sergio Galleguillo, Los Tekis, Raly Barrionuevo, El Indio Lucio Rojas, Los Surcos, Los Sacheros, Los Hermanos Mattar, La Cantada, Florencia Paz, Cacho Buenaventura, Damián Córdoba y Trulalá, más otros valores de Catamarca que brillaron por su ausencia a la hora de publicitar el festival de los pagos lapaceños. A la crítica puntual, esto es la omisión de los números locales en la publicidad de la fiesta, se sumaron otros reproches como  que resultaba a todas luces inentendible y paradójico que se invirtieran casi cinco millones de pesos en una ambiciosa programación artística cuando casi todas las municipalidades del interior provincial se quejan permanentemente porque no les alcanza la plata para pagar los sueldos y para realizar obras de importancia, entre otras cosas. En nuestra columna del martes 7 de febrero, tras fijar posición sobre el particular, concluíamos nuestro comentario diciendo: "Veremos si Recreo tiene ganancias o pérdidas con su espectacular programación. Veremos” (sic).

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 En declaraciones al programa "Estilo K” (90.5 Radio Centro), el intendente de Recreo, Roberto Herrera, declaró el miércoles: "Por suerte y gracias a Dios, todo salió muy bien. Y digo gracias a Dios porque el buen tiempo nos ayudó”, en clara alusión a que las clásicas lluvias de verano no malograron las multitudinarias noches festivaleras. Dijo también que durante cada una de las cuatro jornadas del festival, el público asistió de manera masiva, en un promedio de entre 12 y 15 mil personas por velada, que le dieron un marco festivo al Polideportivo Municipal. "Asumimos que corrimos el riesgo por darle a la gente el mejor festival, sin entrar en comparaciones con otros festivales que se hicieron en la provincia, y no nos podemos quejar con los resultados”, agregó el titular de la comuna recreína. Y acotó: "Ahora estamos trabajando en los números finos para conocer ciertamente qué nos dejó el Cabrito; pero estamos seguros de que el objetivo principal se logró: no tuvimos pérdidas,  a  tal punto que logramos pagar sin inconvenientes a todos los artistas”. No se puede desconocer a esta altura de las circunstancias que, al margen de la gente que pasó por boletería, todo acontecimiento de esta naturaleza genera un movimiento especial en los pueblos del interior, donde los habitantes del lugar y los turistas producen una dinámica extra en el circuito comercial y son muchos los sectores que se ven beneficiados. De todos modos, la polémica sigue abierta, porque como decía Tu Sam en sus espectáculos de hipnotismo, "puede fallar”. Por suerte, el peligroso desafío de Recreo no falló.

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Mayúsculo revuelo provocaron las expresiones de un grande del espectáculo nacional como es el director teatral, dramaturgo y actor José "Pepito”Cibrián. En su cuenta de Facebook, bajo el título de "Estoy harto”, se despachó con una batería de hartazgos que sorprendió a más de uno. Lo que sigue a continuación, es una síntesis de los puntos que enojaron al reconocido artista: "Estoy harto de (Mauricio) Macri, al cual voté; de que se atropelle a la gente, matándola, y que el asesino salga tan tranquilo; de pagar peajes siderales para que las autopistas sean una estafa; de la denuncia a Macri padre por el Correo, preguntándome ¿qué pasó durante los 12 años ganados que no hicieron nada?; de que el Presidente se desdiga a cada rato; de que el gabinete de Macri no cese de hacer imbecilidades; de que me mientan; de seguir escuchando a (Amado) Boudou y (Aníbal) Fernández y a otros ¡opinando! sobre los errores de este gobierno; de que se sigan sumando empleados públicos cuando se suponía que este gobierno no lo haría; de los jueces corruptos y que aún con pruebas comprobables, a muchos ni siquiera le han hecho juicio político y están aún en sus cargos; de los piquetes; de que no se respete al peatón; de la (Hebe) Bonafini puteando sin cesar; de (Carrió) Lilita denunciando y que en casi todos los casos no le den bola; de que se hable tanto de la corrupción y siga tan tranquila instalada; de los jóvenes que pretenden ser actores y no tengan la más puta idea de quién fue Niní Marshall y sí quien fue (Charles) Chaplin;  de ver a Pampita todos los días en los diarios; de que el problema nacional y mediático sea si (Marcelo) Tinelli va o no va a hacer su programa; de las novelas turcas y brasileñas y que los actores argentinos no tengan trabajo; de no saber a quién votar porque ninguno me gusta; de que nos tomen por boludos; de los hoteles de Cristina; de que los colegios públicos sean ahora una mierda; de los programas mediáticos; de quejarme”; y termina con una larga repetición de "estoy harto”. Tómelo o déjelo. Lo dijo "Pepito” Cibrián, un referente del ambiente artístico argentino. Está claro que muchas de las quejas expuestas por el artista son compartidas por gran parte de los habitantes de este país. Cibrián abrió otra polémica y muchos de los temas por los cuales se siente harto de estar harto invitan a un nuevo debate y, en algunos casos, al análisis en profundidad, de lo que nos ocuparemos en la próxima entrega de esta columna. Hasta el martes.