Gran revuelo causaron las declaraciones de Yamila Reyna, la hija de Sebastián radicada en Chile donde desarrolla una exitosa carrera como actriz, quien en una entrevista televisiva con un programa de ese país contó que decieron demandar a la casa funeraria por filtrar imágenes del velorio con el cuerpo de su padre y además tuvo duras palabras hacia los cordobeses.

"Córdoba es una ciudad donde la mentalidad de la gente es muy mediocre", fue el duro textual de la actriz refiriéndose sobre todo a cómo según ella le cerraron las puertas a su padre en varios momentos de su carrera.

En diálogo con FM Pulxo, Reyna se expresó al respecto. "Indigna mucho todo lo que pasó. Es cierto que dije palabras inadecuadas, pero tienen que entender que como hija estoy muy dolida y tengo el alma destruida", explicó. Y luego, aunque bajó un poco el tono, reafirmó sus dichos. "Sigo sosteniendo que muchos cordobeses son resentidos".

En una extensa entrevista, la actriz se explayó sobre el doloroso momento que están atravesando como familia. "Con lo de las fotos yo estoy muy enojada. Cada uno lo lleva como puede, tal vez Germaín (su hermano) es más medido; yo soy más impulsiva. Vamos a seguir adelante hasta que esta empresa se haga cargo", explicó.

"Siempre fue un luchador, un tipo que vino de la nada y logró ser el mejor artista que dio esa ciudad. Hay grandes cantantes pero mi padre fue el artista mas completo". 

"Las fotos de mi papá muerto le llegaron a Chichí (el manager) y al otro día iniciamos las acciones legales a la empresa funeraria. Es una falta total de respeto como artista y como ser humano".

"Le agradezco a los medios de Córdoba que no hayan difundido esas fotos".

"Te indigna la situación, en la clínica tambien tuvimos que aislarlo porque encontramos a varias enfermeras sacándose fotos con él".

"Yo fui testigo de como le cerraron las puertas y de cómo lloraba cuando estaba solo. En un momento no pudo tocar en Córdoba, todos los clubes le  cerraron las puertas. Mi papá no pudo tocar en Cordoba por mucho tiempo".

"Pagó un precio caro por irse a Buenos Aires, pero hasta el dia de su muerte nunca se arrepintió".

"Más de un cordobés le dijo que era un 'vendido'. Le decían 'sos un negro agrandado, ahora que te va bien te olvidas de tu ciudad'. Y eso no es cierto. Siempre fue un agradecido y un enamorado de Córdoba".

"La Mona, El Negro Videla, siempre lo quisieron. Como pares estaban contentos porque les habría la puerta a todos".

"Los medios cordobeses tampoco lo valoraron como se merecía. Le agredezco la nota a La Voz de la despedida, pero muchas veces no lo reconocieron. El Gobierno tampoco. Como hay una estatua de La Mona y de Rodrigo, debería haber una de Sebastián".