El primer día del mes en curso El Esquiú.com publicaba en la página 17 una información titulada: “Músicos locales trabajan para poner en marcha entidad que los nucleará”, señalando que “músicos, compositores e intérpretes catamarqueños se reunieron con el presidente del Inamu (Instituto Nacional de la Música), Diego Boris, a quien informaron sobre las gestiones para normalizar su organización institucional a fin de vincularse a ese organismo nacional”. La reunión se llevó a cabo el día 29 de agosto en la Casa de la Cultura, merced a una gestión de la dirección de Industrias Culturales, área dependiente de la secretaría de Cultura de la provincia, con el propósito de “fortalecer los vínculos de los artistas locales de todos los géneros musicales con el Inamu, de manera tal que los valores catamarqueños puedan acceder de una forma más fluida y efectiva a los planes de fomento y beneficios”. Se ilustra en el informe que el Inamu “es un ente público no estatal que tiene por objetivo el fomento, apoyo, preservación y difusión de la actividad musical en general” y que “fue creado por la ley Nº 26.801 sancionada el 28 de noviembre de 2012 y promulgada el 8 de enero de 2013”. Boris señaló en la oportunidad que “los activos y principal método de financiamiento del Inamu provienen de todo lo recaudado por la Ley de Servicios de Comunicación Social” y que “de esos ingresos el Inamu debe destinar al menos un 40% para fomentar la producción fonográfica, su distribución y su difusión, al igual que el apoyo mediante subsidios para la realización de giras, compra de instrumentos, etc.”. Formalmente, la relación entre los artistas y el Inamu debe realizarse a través de una organización que los nuclee y cuente con personería jurídica y/o gremial, una de las falencias que tiene la provincia. En tal sentido, los músicos locales informaron a Boris que ya está en marcha el proceso de normalización de la Afuca (Asociación de Folcloristas Unidos de Catamarca) ante Inspección General de Personas Jurídicas y que en calidad de normalizadores fueron propuestos César Romero y Manuel Giménez.

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Sobre el particular, esta columna, de manera recurrente, ha venido bregando para se haga realidad el hecho de que los artistas catamarqueños estén contenidos en una entidad que los proteja y les brinde la posibilidad de acceder a beneficios muchas veces postergados. Por ejemplo, en una de las entregas de este espacio –el martes 13 de enero de 2015-, cuando en “El Infiernillo” se produjo el lanzamiento de Refolcat (Red de Folkloristas Catamarqueños), por iniciativa del cantor radicado en Buenos Aires, Federico de la Vega, decíamos de manera textual: “Bienvenida sea Refolcat. Una saludable idea para que nuestros folcloristas puedan interpretar, sin disonancias, temas sustentados en la unión, la solidaridad y por sobre todas las cosas el respeto mutuo desde la generosidad. Que los hechos puntuales y positivos coronen las buenas intenciones”. También, en la edición del domingo 30 de abril de este año, en una entrevista realizada por el autor de esta columna al artista local Juan Ignacio Molina, el músico decía: “Escuchamos en las radios a figuras de Salta, Santiago del Estero y de otras partes del país; después, lógicamente, cuando a la gente se le metió esa música luego quiere ver en vivo a esos intérpretes, porque ya se les metieron por los oídos esos cantores foráneos. Esto nos indica que algo tenemos que hacer. Nos tenemos que unir, no nos queda otra. La cosa es apoyarnos; si no nos organizamos y nos ayudamos mutuamente, corremos el riesgo de que pasen cien años y sigamos en la misma. Es un tema bastante complicado. En todos los órdenes de la vida hay competencias, pero también hay reglas de juego que se deben respetar. Me da mucha tristeza cuando veo que nos faltan fuerzas, ganas, energías para salir adelante. A esto lo puede ver, aunque resulten odiosas las comparaciones, en mis idas y venidas entre Catamarca y La Plata. Me preocupa que la estemos dejando pasar y de esto hace ya mucho tiempo. El desafío nos impone que luchemos por los sueños que tenemos y la única manera es unirnos”. En otras palabras, el joven y talentoso Juan Ignacio Molina nos estaba alertando que ya pasaron muchos trenes por las vías de los artistas catamarqueños y no se subieron a ninguno; parece que viene el que puede ser el último. A subirse ahora, antes de que sea demasiado tarde. Hoy por hoy, todo indica que el Instituto Nacional de la Música está dispuesto a pagar los boletos de un viaje que espera mucho de sus protagonistas, que no son otros que los músicos de Catamarca.

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  No todo es color de rosa en el regreso del grupo Midachi. Un comunicado de la Asociación Argentina de Actores generó un tremendo revuelo en las últimas horas. La conocida entidad sindical, que reúne a los artistas de todo el país, denunció a los Midachi por no presentar los pagos correspondientes a los primeros meses de su show. Dice el comunicado: “La decisión unilateral e ilegítima de la productora conformada por Dady Brieva, Miguel del Sel y Darío ‘Chino’ Volpato de no haber presentado en dicha entidad los contratos ni los pagos correspondientes a los actores antes mencionados indica que los productores evaden los aportes sindicales y las contribuciones a la OSA (Obra Social de Actores)”. Y de manera contundente, la entidad avisó que se han efectuado denuncias ante los organismos competentes, a la vez que intiman a la empresa a que cumpla con sus obligaciones. Por su parte, Dady Brieva aclaró: “Es un problema solamente de encuadre laboral. Nosotros creemos que nos debemos regir por la ley de aportes previsionales, en la cual nosotros somos empresarios”.