El Museo de Arte Moderno de Buenos Aires inaugurará el 12 de julio un edificio ampliado y renovado, que se coronará con una muestra monumental que incluye obras de Latinoamérica, Europa y Estados Unidos, a 62 años de su fundación.

Con la ampliación, se duplicarán las salas de exposiciones, se renovará y ampliará la circulación interna e incorporará una Tienda-Café, una nueva Sala de Educación y, hacia marzo de 2019, una nueva Biblioteca, con lo que la superficie llegará a 11.000 metros cuadrados.

Para celebrar esta inauguración, el Museo abrirá por primera vez una única exposición monumental en todas sus salas: “Historia de dos mundos: Arte experimental latinoamericano en diálogo con la colección del MMK, 1944-1989”, organizada y curada por el Moderno en colaboración con el Museo de Arte Moderno, de Frankfurt.

Esa muestra incluye unas 500 obras de 100 artistas, pertenecientes a colecciones públicas y privadas de Latinoamérica, Europa y Estados Unidos. La exposición marca otro acontecimiento histórico: por primera vez una colección de un museo europeo abre sus puertas para que sus obras sean revisitadas por curadores de arte latinoamericano. La exposición estará abierta del 13 de julio al 14 de octubre de 2018.

Hacia fin de año, entre noviembre y diciembre, el Museo contará con más de 5 exposiciones en simultáneo, entre las que se dedicarán 1200 metros cuadrados a la exhibición del patrimonio del Museo: la colección de arte moderno y contemporáneo argentino más importante del país.

El proyecto del nuevo Museo de Arte Moderno de Buenos Aires fue elaborado por los arquitectos Carlos Sallaberry y Matías Ragonese y se construyó sobre la última ampliación de 2010 del arquitecto Emilio Ambasz. 

En el curso de una larga historia, iniciada en 1956 cuando Rafael Squirru fundó este gran Museo público, funcionó temporariamente en el Teatro San Martín, entre 1960 y 1989,  hasta que en éste último año logró establecer su sede permanente en el edificio de Avenida San Juan 350, antigua Tabacalera Piccardo.

Décadas después, se gestionó la gran donación del proyecto del arquitecto Ambasz, a partir de la que se impulsó la última gran ampliación edilicia de 2010 y la incorporación al Museo de los dos predios lindantes.