Opinión
Que Lionel Messi no tape el bosque
En una fracción de segundos, Lionel Messi es capaz de hacer olvidar todo, como sucedió antenoche contra Ecuador (3-1), con sus tres goles en la altura de Quito, pero contar con el mejor del mundo no debe tapar todo lo que hubo detrás en el proceso clasificatorio.
Hasta que el rosarino agarró la pelota a los once minutos del primer tiempo, combinó con Ángel Di María e igualó un desarrollo que arrancó con un gol en contra por una falla defensiva en apenas 37 segundos, el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio “Chiqui” Tapia se tomaba la cabeza y gesticulaba junto con el máximo dirigente de Boca Juniors, Daniel Angelici, en el palco uno del estadio Olímpico Atahualpa.
Además, el astro guapeó en otra jugada y venció la resistencia del arquero ecuatoriano Maximiliano Banguera con un zurdazo imposible de tapar, tanto por la calidad como por su violencia. Y allí, la dirigencia se unió en un abrazo, lo mismo que los campeones de México 1986 y 1978, Oscar Ruggeri y Alberto Tarantini.
Pero ¿qué hubiera sucedido si Messi tenía una noche regular o simplemente si sus compañeros no se asociaban a él, algo que sucedió en las últimas presentaciones, y todo finalizaba con la eliminación del Mundial Rusia 2018?
Las conjeturas pueden ser miles, desde lo deportivo hasta lo dirigencial, pero lo real es que más allá del escenario hipotético que ya no pasará, Argentina no puede enceguecerse por la luz que brilla al ver al futbolista de Barcelona, de España.
En el aspecto directivo, la creación de la Superliga, con las caras de siempre y las que llevaron a un abismo que casi le cuesta una suspensión de la FIFA y derivó en una intervención institucional ante la salida del expresidente Luis Segura, puede brindar un respaldo.