Irrumpió en el mundillo del boxeo catamarqueño en la década del setenta del siglo pasado, cuando se metió en un gimnasio por decisión propia, aunque cabe reconocer que algunos amigos de la infancia lo alentaron para que aprovechara sus naturales condiciones para la especialidad.

Empedernido peleador callejero, a partir de sus inicios como canillita (vendedor de diarios y revistas), solía enfrentar a muchos adversarios de mayor contextura física que él. Algunos lo vieron en acción, tirando piñas a diestra y siniestra, y le aconsejaron que buscara a alguien que le enseñara las técnicas y secretos del rudo deporte de los puños.

De esta manera, César Onésimo Hidalgo, a quien un día bauticé con el apodo de "Mantequilla”, por lo pegajoso de su estilo pugilístico, comenzó a trabajar en el gimnasio del Hindú BBC, donde Luis Alberto Bazán ("Fiero”) ya entrenaba, entre otros, a Santiago Luis Antonio Tapia ("Piji”) y Julio Jaime )("Vicuña”).

Empero, la parte física estaba a cargo de Atilio Godoy ("Pipo”), un tipo que conocía en profundidad la temática y siempre lo aconsejó para que no descuide jamás su condición atlética. Godoy trabajaba en Casa de Gobierno, como empleado administrativo, lugar en donde Hidalgo trabó amistad con el exprofesionaly director técnico Bernardo Medina, un santafesino radicado en Catamarca, quien estaba en el sector de mayordomía. Poco a poco fue aprendiendo cómo caminar el cuadrilátero y sacar correctamente las dos manos, aunque siempre su temperamento de guapo fajador le jugaba por ahí algunas malas pasadas. 

 

 

De este modo, un día subió al entarimado e hizo tres o cuatro combates a cinco rounds, demostrando que podía bancarse dichos desafíos. "A mí siempre me gustó pelear, ya que me sentía incentivado por las grandes figuras que tenía entonces el boxeo argentino, como Carlos Monzón, a quien veía por televisión en todas sus presentaciones, en nuestro país y en el exterior. Un placer y un orgullo, ya que tras consagrarse campeón mundial de los medianos, defendió con éxito catorce veces su cinturón, retirándose imbatido en esa condición. Todo bien, hasta que una vez retirado de la actividad, Monzón vino a la ciudad de La Rioja, para animar una exhibición y ofrecer una charla al periodismo deportivo allí presente. En el lugar estaba usted, que fue a cubrir ese acontecimiento con Manuel F. Bustos, fotógrafo del diario La Unión. Concluida esa entrevista, fui a saludar a Monzón junto a un amigo personal. Me defraudó totalmente, ya que no nos dio ni un cinco de bola y apenas dibujó una forzada sonrisa. Se me cayó estrepitosamente un gran ídolo, aunque después me enteré por el periodismo que se portó para el carajo con todos sus colegas. Cosas de la vida y del deporte profesional”.

 

 

Jacipunco, su pago natal

Nacido el 13 de abril de 1953 en el pequeño pueblo de Jacipunco, en el norte profundo del departamento Belén, donde aún vive su madre, Elsa Felipa Hidalgo, de 88 años de edad, César Onésimo Hidalgo, "El Negro”, como lo llaman, cariñosamente, todos sus amigos y la afición deportiva de su provincia natal, tuvo la oportunidad de mostrarse ante el público "belicho”, cuando un improvisado promotor de la disciplina, propietario de un parque de diversiones que estaba instalado en el barrio Los Ejidos de nuestra ciudad, lo tentó para que enfrente a un boxeador de la provincia de Tucumán, cuyo nombre no recuerda con exactitud.

Señaló que fue toda una fiesta, con una gran cantidad de aficionados. "El combate se realizó en las instalaciones del club Peñarol de Belén y al cabo de los rounds pactados, triunfé por puntos, en fallo unánime del jurado. Me respaldó desde uno de los rincones del cuadrado mi amigo Luis Medina ("Lucho”). Salió un gran espectáculo, que aún recuerdo con mucha emoción, ya que en lo personal, tuve la oportunidad de conocer a mi padre biológico, algo que hasta ese momento no sabía, ya que mi madre siempre se hizo cargo de todo, con una entereza física, anímica y espiritual realmente admirable. El organizador me llamó para que cobrara mi bolsa y sólo le acepté una módica suma de dinero, porque a mí sólo me importaba pelear, sin estar pendiente de la plata. A la plata la hice trabajando toda mi vida, desde muy pequeño. Vendiendo diarios y revistas, me hice de un capital y de esta forma invertí en el alquiler de un local en Mate de Luna y Vicario Segura, donde instalé un kioscomulti-rubro, por así decirlo. Me fue muy bien, gracias a Dios y a la Virgen, pero después caí en un cono de sombras, ya que me dejé llevar por el mal camino, a raíz de mi inclinación por las bebidas alcohólicas y otras cosas pueriles, que originó tener problemas con mi esposa, Epifanía Pereyra ("Fanny”). Equivocaciones que uno paga muy caras ya que también sufren los hijos”, monologó nuestro entrevistado.

 

Quiénes lo ayudaron

En tren de reconocer el apoyo de la gente del boxeo provincial, "Mantequilla” Hidalgo no se olvida de mencionar a José López, un buen púgil local, empleado bancario que, al igual que él, militó en el campo amateur por un largo tiempo, sin pegar el salto al profesionalismo, ya que no se les dio la oportunidad del caso. También recuerda a Ramón Fernando Berrondo ("Rayito”), un exprofesionsal, entrenador y dirigente de la disciplina, y a José Hugo Díaz, hermano mayor de Oscar Díaz ("Cachín”), nuestro primer campeón profesional, allá por el año 1961. Tanto Berrondo como Díaz fueron púgiles rentados que le ayudaron a formarse como deportista y como persona de bien. "Sus consejos y sus experiencias siempre sumaron en este camino del deporte, permitiéndome progresar y aprender mucho de ellos. Cada uno, con sus estilos y metodologías de enseñanza, colaboraron para que yo pudiera avanzar cada día más. Mi carrera deportiva terminó muy pronto, ya que a los 23 años de edad sufrí un accidente motociclístico que afectó mi brazo y mi pierna izquierda, cuando regresaba de la localidad de Los Angeles (Capayán), tras acompañar al ciclista Luis Arce ("El Loco”), a quien siempre seguí en las pruebas en las cuales participaba, ya que admiraba su andar y su temperamento a la hora de salir a quemar los últimos cartuchos, buscando la victoria” confesó el expugilista de Belén.

   

 

Al fallecer su esposa, hace alrededor de dos años, y hasta el día de hoy, César Onésimo Hidalgo está haciendo grandes esfuerzos por superar su apego a las bebidas espiritosas, ya que tiene siete hijos, doce nietos y un bisnieto, su mejor herencia en la vida. Durante el transcurso de la charla, se mostró bien lúcido y recordó con claros detalles su trayectoria deportiva. Horas antes, trepado en su bicicleta, recorrió varios kilómetros, haciendo realidad uno de sus hobbys preferidos. "Visitar a la Virgencita del Valle en la Catedral Basílica y luego reunirme con algún amigo para charlar de todo un poco, es una constante semanal”, indicó.

Textos: Leo Romero

 

Ficha Personal

Nombres y apellido: César Onésimo Hidalgo.

Fecha de nacimiento: 13 de Abril de 1953.

Lugar: Jacipunco, localidad de Belén, Catamarca.

Edad: 63 años.

Madre: Elsa Felipa Hidalgo.

Hermanas: María Angélica, Paula y Petrona (mellizas).

Hijos: Adolfo, Nelson, Alberto, Natalia, Isabel Carolina, María Isabel y Ana Beatriz.

Tiene doce nietos y un bisnieto.

Boxeadores locales destacados: Los hermanos Hugo Rafael y Luis Armando Soto, Sergio Oscar Arréguez, Miguel Fabián Arévalo, Oscar Díaz, Fabio Daniel Oliva y Miguel César Barrionuevo.

Boxeadores nacionales destacados: Carlos Monzón, Víctor Emilio Galíndez, Gustavo Ballas, Horacio Saldaño, NicolinoLocche, Pedro Décima y Ramón La Cruz.

Hobby: Visitar a la Virgen del Valle, viajando en bicicleta.

Comida preferida: El asado y todo plato regional.