El tandilense Juan Martín del Potro, número uno del tenis sudamericano, se entrenó ayer en las canchas de Roland Garros, horas después de haber arribado a París con la intención de jugar el segundo Gran Slam del año, tras sufrir un desgarro en el aductor izquierdo que lo obligó a abandonar el Masters 1000 de Roma, una lesión de la que comenzó a recuperarse en los últimos días en Barcelona.

Las imágenes del tenista tandilense deslizándose a un lado y otro del fondo de la cancha de ladrillo del complejo parisino de Bois de Boulogne, subidas al mediodía en la cuenta de Instagram del Grand Slam francés, son una buena noticia de cara a su participación, algo que él todavía no confirmó oficialmente. 

Es que tras haberse retirado en Roma el jueves último cuando perdía (6-2 y 4-5) con el belga David Goffin, el crack tandilense viajó de inmediato a la ciudad condal para realizarse estudios médicos que confirmaron un desgarro grado 1 en el aductor izquierdo, según lo informó a través de un comunicado. 

Si bien este tipo de lesiones suele demandar unos 10 días de recuperación, lo que ponía seriamente en riesgo su participación en Roland Garros, “Delpo” decidió quedarse en Barcelona, donde durante los últimos tres días se lo observó entrenando en el Real Club de Tenis, en la cancha “Rafa Nadal”, en honor al súper campeón español, el mejor tenista de todos los tiempos sobre polvo de ladrillo.

Del Potro tenía previsto inicialmente quedarse en Barcelona unos días más, pero el martes “devolvió las pelotas que había alquilado y no volvió a reservar la cancha”, destacó a Télam un empleado del Real Club de Tenis. 

El enigma sobre su paradero se resolvió ayer a la mañana con las imágenes publicadas por Roland Garros en la red social.