La crisis económica que vive la Argentina se tradujo en una fuerte pérdida de puestos laborales y en el incremento general de los índices de desempleo, como no se veía hace más de una década.

 

Según informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos -Indec-, el impacto en el sector privado es alarmante: en el tercer trimestre de 2016 se registraron 6.404.160 puestos de trabajo formales, 97.160 menos que en el igual periodo del año anterior.

 

Esto implica que en apenas un año, cien mil personas quedaron en la calle. El correlato es la cantidad de empresas que bajaron sus persianas: 3.843 firmas menos. 

A este sombrío panorama se suma la pérdida del poder adquisitivo: el mismo relevamiento indica que los sueldos netos de los trabajadores tuvieron un aumento promedio anual del 32,4%, casi 8 puntos por debajo de la inflación minorista.

El drama de la desocupación golpea también con dureza al trabajo informal, en donde las cifras son inciertas, pero se estima en decenas de miles los que perdieron sus ocupaciones por el parate general de la actividad económica.

Con una población mayoritariamente dependiente del Estado, en Catamarca la crisis se sintió quizá en menor medida. No obstante, cada vez más empresas evidencian problemas, sin importar el rubro al que se dediquen.

 

Así lo atestiguan los casos del diario La Unión, la textil Alpargatas o la alimentaria Alco, por nombrar algunos de los que ganaron la agenda pública de las últimas semanas.

 A propósito de la situación de estas firmas, más otras que  muestran problemas crecientes, referentes gremiales de la CGT local se reunieron el martes para expresar su solidaridad con los trabajadores, a la vez que consensuaron un pedido a la Gobernadora para que intervenga por la problemática laboral.

La solicitud apunta, según afirmaron, a buscar en conjunto "tanto alternativas como posibles soluciones”.

Aunque la situación nacional incide en las posibilidades de crear paliativos locales, la Provincia debe contar con herramientas, a través de políticas públicas por la coyuntura, que ayuden a sobrellevar los problemas laborales.

 

Más que nunca, se necesita de medidas activas, trabajo en conjunto de los actores institucionales estatales y privados y, por sobre todo, creatividad para conjurar un complejo escenario.