Apuntes del Secretario

martes, 24 de enero de 2017 00:00
martes, 24 de enero de 2017 00:00
Cuando los calendarios deportivos del año en curso comienzan a ser materia de información, bueno es repasar las políticas de apoyo que viene implementando el Estado a favor de las representaciones locales que disputan competencias de carácter regional. No vamos a objetar el respaldo económico, aunque tenga algunos desniveles poco comprensibles, pero sí hacer hincapié en el orden de prioridades. ¿Qué es más importante para el gobierno en materia deportiva? ¿Que participen los equipos de primera división y se gasten los dineros públicos en la contratación de profesionales foráneos, o que se haga una inversión pensada y sistematizada con las divisiones inferiores de las distintas disciplinas? Los resultados obtenidos hasta el momento, al menos con el más popular de los deportes, nos hacen inclinar las preferencias hacia la segunda opción. Para ello, basta con revisar los resultados objetivos. Ningún equipo de Catamarca logró, en más de 10 años, un halago de relevancia. Los equipos que toman parte del Federal "A” -San Lorenzo de Alem y Unión Aconquija- llegaron a esa división por invitación, lo mismo que aquellos que participaron en el Federal "B” -Policial y Villa Cubas-, con la excepción de Defensores de Esquiú que se impuso en el Federal "C”, la más humilde de las categorías.
 
Si revisamos las cifras de aportes a los clubes de fútbol, lo repetimos, podemos dimensionar los desbarajustes y la envergadura de la inversión. Durante 2016, de las arcas estatales -provinciales o municipales- salieron $ 1.845.000 para el club Policial que, recién en las dos últimas fechas, escapó del descenso. Villa Cubas, que terminó último y si perdió la categoría, recibió $570.000, mientras que Defensores de Esquiú embolsó la cifra menor -$500.000- y, paradójicamente, cumplió la performance más destacada de los tres. Tampoco los resultados en el Federal "A” fueron proporcionales al dinero percibido por los clubes. Unión Aconquija, que clasificó para la ronda que agrupa a los mejores, fue ayudado con $1.300.000, poco menos de la mitad de lo que recibió San Lorenzo de Alem, que debe conformarse con participar ahora en una especie de repechaje. A estos dineros, aunque en menor proporción, hay que agregar los destinados, entre otros deportes, a Los Teros (rugby), Ateneo Mariano Moreno (vóleibol) y Olimpia (básquebtbol). Si se sumaran los aportes al fútbol, por empezar, concluiríamos que más convendría apoyar a un sólo representante y no a cinco, lo que produce una contraproducente atomización de los esfuerzos. Igualmente, si se tomara un 10 o 20% del monto y se lo aplicara a la organización de los certámenes de inferiores -por lo menos de las Ligas del Valle Central-, el fútbol reviviría y generaría los recursos humanos que actualmente deben importarse de otras latitudes. Sabemos que el organismo específico del gobierno, la Secretaría de Deportes que conduce Maximiliano Brumec, lleva a cabo cosas importantes a favor del deporte, pero la optimización del uso del dinero podría reportar mucho mejores resultados. Para pensarlo.
 
La reunión política más importante del verano, aunque por ahora algunos la quieran minimizar en lo que se refiere a sus efectos, tuvo lugar la semana pasada en la villa veraniega de El Rodeo (Ambato). El anfitrión, como es público, fue el empresario Fernando Capdevila, actual director de la delegación local del ANSES y expresidente del distrito Catamarca del PRO, quien pidió a las autoridades nacionales en diciembre último, a días de los comicios internos, ser intervenido. Acompañado del delegado de Desarrollo Social, Carlos Martínez, y del director de Radio Nacional, Gustavo Cusumano, recibieron a lo más granado del castillismo, la poderosa línea interna radical que conduce el senador nacional, flanqueado en la jornada rodeína por Luis Fadel, delegado del PAMI, y Luis Lobo Vergara, presidente legal de la UCR. El cónclave no fue nada casual y remite a lecturas políticas demasiado evidentes. Castillo y Capdevila se conocen demasiado y, aunque sea a través del padre del empresario, tienen su propia historia. Durante el reinado del castillismo en la provincia (1991-2003), Benjamín Capdevila fue el zar de la obra pública y el repartidor de la torta entre sus colegas constructores, algo que tuvo continuidad con Brizuela del Moral, cuya administración le encargó la construcción del polémico estadio bicentenario. La relación política, obviamente, es consecuencia directa de los viejos acuerdos.
 
Lo llamativo de la cumbre Capdevila-Castillo fueron algunas conclusiones políticas, derivadas de los consejos del legislador nacional. Prácticamente instó a Capdevila a repetir las experiencias que llevó adelante en la UCR y que, en homenaje a la verdad, pudieron ser efectivas en otras épocas. Hoy, entendemos que no. Le dijo, por ejemplo, que escapase de la interna del PRO por considerarla "inoportuna” y que, de hecho, bajara la candidatura de Carlos Martínez. ¿A quién puede extrañar esta conducta si por espacio de 27 años (1988-2015)  impidió el pronunciamiento de los afiliados radicales? De la misma forma, en actitud que no debe sorprender, Castillo consideró muy conveniente que la interna que pidió el propio Capdevila sea prorrogada al menos por un año más. Es que a él le gustan las intervenciones, como la federal de 1991 que le permitió capturar el poder y mantenerlo por 20 años.
 
Todas estas "buenas ideas” de Oscar Castillo, que habrían dejado muy conforme a los representantes del PRO "capdevilista”, tendrían un trasfondo impensado. De acuerdo a las conclusiones que salgan del encuentro nacional del radicalismo de los días 17 y 18 de febrero en Villa Giardino (Córdoba), el hombre iría por la conducción de una Mesa Provincial de la alianza PRO-UCR-Coalición Cívica. Es decir, iría por todo, una expresión acuñada por la política de los últimos años. Para ello ya contaría con un entendimiento previo con las huestes de "Lilita” Carrió. Un dato concreto, en caso de lograr tan caro objetivo, es que paralelamente podría conformarse un frente opositor PRO-UCR entre sectores alejados de Castillo como lo son los de Carlos Molina y Ricardo Guzmán. La jugada, en síntesis, es de alto vuelo y de ella, prontamente, tendremos noticias y resultados.
 
El anticipo dado a conocer por Augusto César Acuña, en el sentido de que la Nación condonó una deuda de más de 500 millones que la provincia tenía con CAMESSA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico), quedó confirmado como una muy buena noticia por la empresa de energía local. Hay que recordar sobre esta situación que los diputados del Frente Cívico y Social se cansaron de enrostrarle al gobierno falta de gestión, al mismo tiempo que las autoridades provinciales arbitraban reclamos para hacer entender que la empresa era nueva y recién había sido creada en 2012, por lo que era injusto y hasta ilegal que le aplicarán las mismas tarifas que a la exEDECAT, la empresa de Taselli, a la cual se le cobraba un alto costo como castigo por ser una de las peores distribuidoras del país. Desde 2012 y hasta 2015, por el motivo explicado, Catamarca pagó una parte de la factura y, al mismo tiempo, reclamó por sus derechos que ahora han sido reconocidos.
 
Hablando de empresas del Estado, resulta indisimulable la existencia de una campaña mediática orientada a desprestigiarlas. Recientemente, por un humilde aporte provincial que recibió la CAMYEN (Catamarca minera y energética), la diputada Colombo señaló lo siguiente: "esto marca el deterioro de una firma que aún no deja beneficios para la provincia y marca su deterioro”. Sin dudas se trata de un criterio que puede valer para la actividad privada, donde los balances mandan, pero jamás para el Estado que, más que ganar, requiere ordenar las actividades y crear las condiciones para lograr réditos eventuales, que no siempre son dinero físico. En el caso de la CAMYEN, por empezar, se requería la absorción de la exSOMICA que, a no ser que lo ignoremos, jamás dejó ganancias o, si existieron, fueron para otros rumbos. También hay que consignar que la incorporación de los yacimientos de Cerro Atajo, que estaban virtualmente perdidos, representan una inversión a futuro. Todas estas consideraciones merecen ser sopesadas a la hora de considerar el éxito o el fracaso del organismo estatal.
 
RECUERDOS NO LEJANOS. El último bloque corresponde a acontecimientos del pasado ocurridos hace 25 años.
 
El 21 de diciembre de 1991, con buen despliegue publicitario, se inauguraba en esta Capital el Shopping Center "Azurra Factory”, ubicado en la esquina de calles República y Rivadavia. Antes, en ese lugar, habían funcionado sucesivamente Tiendas Argentinas y Tiendas Galver, la que todavía existe y se ubica en la peatonal Rivadavia.
El local, totalmente remodelado, abrió sus puertas con 29 locales comerciales y un subsuelo. La bendición de las instalaciones fue materializada por Fray Ricardo Gutiérrez, a partir de lo cual se sucedió la lista de oradores. El primer en hablar fue Cándido Arréguez, en nombre del consorcio de locatarios, y le siguió el intendente capitalino, el ingeniero Eduardo Brizuela del Moral, quien 10 días antes, había asumido en el cargo en el que permanecería por espacio de tres períodos de gobierno. El cierre de los oradores fue para Hugo Natella, el gerente-propietario de la amplia esquina donde sigue funcionando lo que hace 25 años era una novedad para Catamarca en materia de shopping.

El Esquiú.com 

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Comentarios

24/1/2017 | 08:38
#149006
Muy bien explicado el tema de la condonacion de la deuda energética. A los catamarqueños nos hacían pagar la luz más cara del país como castigo a la pésima gestión de los Taselli del FCS. La EC SAPEM pagaba desde 2012 a la fecha solo una parte de la facturación, la creía justo. El resto que reclamaba CAMESSA fue convirtiéndose en deuda que ahora se anulo, porque no era deuda, sino un cobro injusto a todos los catamarqueños por las tropelías del grupo Taselli que trajo Oscar Castillo. Marita Colombo, lo siento, busque otro argumento para cuestionar la buena gestión de la EC SAPEM! Soy Juan, un ex empleado de la empresa de energia.

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