Sobre modalidades

viernes, 17 de noviembre de 2017 00:00
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Los problemas, como es usual, despiertan debates necesarios y en términos quizás más abstractos y largo plazo de lo que ameritan las circunstancias, pero de todas maneras resultan de interés general para saber qué clase de provincia buscamos para el futuro y las próximas generaciones. 


En este caso, el punto de partida es la situación de los servicios públicos y en particular del suministro de agua potable, que exhibe hasta el momento graves problemas para llegar a todos los usuarios registrados -no siempre abonados porque no siempre pagan- del servicio general que brinda una sociedad anónima con participación estatal mayoritaria. 


La situación puntual de Catamarca tiene sus particularidades. Tiene en su prontuario un pasado tan duro y negativo con las empresas privadas que asumen el rol de prestadores de servicios públicos, que la mera idea de pensar en un retorno a ese sistema resulta sencilla de rechazar. La experiencia de Edecat, como se suele decir, curó de espanto a más de uno. 


Por otro lado, a diferencia de los territorios más geográficamente extensos, parece ser inevitable que una sola empresa sea la que ostente el monopolio absoluto para manejar los recursos y distribuirlos a su antojo, o por lo menos hasta que el Estado interviene directamente para regularizar escenarios que bordean lo apocalíptico.

La competencia de base que, según el manual de economía clásica, debiera generar mejores productos, no se puede poner a prueba. 


El problema mayor empieza cuando es el Estado quien asume ese monopolio a través de figuras jurídicas hechas para generar esa clase de encierro y además se encarga también de controlarse a sí mismo a través de entes que se suponen independientes por lo menos en términos teóricos.

¿De qué manera se puede objetar, por ejemplo, el servicio de agua que brinda el Estado -siendo el accionista principal o mayoritario- hoy a usuarios de toda la provincia? Tanto con su participación en una empresa como haciendo el control directo con organismos puramente estatales, las problemáticas son evidentes. 


Hasta ahora la única medida para siquiera pedir por un mejor servicio, porque tampoco son expeditivas las tramitaciones a través de los organismos regulares, ha sido la manifestación pública. Pero incluso eso tampoco trae respuestas.
 

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Comentarios

17/11/2017 | 18:52
#149006
La gobernadora duerme la siesta muy pancha, total para la gente el culpable es Natella. ¿Quién lo sostiene a Natella? Lo sostiene por que no le dio recursos que eran muy importante para la campaña.
17/11/2017 | 11:03
#149005
En la ciudad no hay agua mientras el presidente de aguas del vale sigue de vacaciones en el exterior. Que buenos funcionarios de corpacci
17/11/2017 | 07:50
#149004
Recuerdo claramente en la época de Carlos Menem cuando para privatizar las empresas estatales, se argüía que EL SERVICIO ERA DEFICIENTE. Y tengo presente que esa vez les decía a los defensores de la privatización, que si bien se necesitaba sacudir la molicie de los jerarcas de los servicios públicos, luego deberían volver a manos del Estado. Y LAS PRINCIPALES ERAN EL AGUA, LA ENERGÍA Y LAS COMUNICACIONES. Debemos ser justos: la culpa no es del Gerente o CEO actual: la culpa es de los gobernantes que no hicieron diques ni perforaron suficientes pozos. Y de los Concejales QUE NO OBLIGAN A LAS EMPRESAS A PROVEER DE TANQUE CISTERNA SUFICIENTE A LOS EMPRENDIMIENTOS INMOBILIARIOS. Valle Chico debió tener su propia perforación, en un número suficiente para no llevarse el 50% del agua corriente. Y cada barrio debe tener una cisterna de reserva y una planta depuradora cloacal. El Gerente administra, no planifica la ciudad ni los diques.

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