Como se presumía, el juicio por el megafraude de Desarrollo Social fue postergado para el año venidero. Conforme la programación inicial del tribunal, debía comenzar hoy con los exfuncionarios Pablo Córdoba Molas y Ariel Regina y los empresarios Carlos Arriazu y Hugo Diamante sentados en el banquillo de los acusados. La idea era poner en marcha el proceso, por hechos ocurridos hace 13 años, efectivizar una o dos audiencias y, a posteriori, dictaminar un cuarto intermedio hasta el segundo o tercer mes de 2018. En definitiva, una propuesta poco prolija para tiempos festivos y prenavideños, a la que se cambia por dos presentaciones de última hora. Una la realizó Víctor García, abogado de Carlos Arriazu que, con buenas razones, sigue insistiendo que todo el expediente está adulterado y que le falta un importante porcentaje de fojas. Otra presentación corrió por cuenta de la defensa de Pablo Córdoba Molas, que anunció que ofrecerá el instituto de la probation, un mecanismo que en el fondo intenta suspender el juicio a cambio de prestar un servicio al Estado y que se otorga, por lo general, cuando los montos de una pena no son excesivos, como podría ser este caso de fraude al Estado. Quien se mantuvo firme en su tesitura de “juicio ya” fue Hugo Diamante, cuyo letrado solamente se notificó de las últimas novedades.

En referencia a este juicio, días pasados se reiteró en la red social Facebook una vieja cuestión relacionada a otra de las imputadas, la exempleada Nancy Madueño: concretamente nadie sabe de qué se la acusa. Esta mujer denunció, antes y ahora, haber recibido amenazas e intimidaciones las que, según ella, se podrían probar con los registros telefónicos de la empresa CTI. Agrega que esos ataques están directamente relacionados a la causa del megafraude y fueron desestimados por la Justicia al considerar que “no son pertinentes y útiles para la dilucidación de la verdad en los hechos que se investigan”. El tema figura en el expediente, donde los números telefónicos del eventual cruce en el que se habrían producido las amenazas están tachados (¿quién lo habrá hecho?). Uno de esos números es, lógicamente, de la imputada Madueño y el otro pertenece a un empresario del medio.

La supuesta amenaza de Ángel Mercado contra el abogado Fernando Musella, exdirector de las empresas Minera del Altiplano y Camyen, sigue dando que hablar. En la última edición de la revista Noticias, aparecida el viernes en la Capital Federal, se dedican tres cuartos de página al tema, bajo el título “Carrió al ataque”. La diputada nacional dice en la ocasión “Musella fue amenazado en varias oportunidades y nadie hizo nada. Con mi equipo nos hacemos cargo del caso”, en tanto que la revista Noticias afirma “ahora Carrió apuntará todo su poder de fuego contra la familia que gobierna Catamarca”. Más allá de la publicación, el dato concreto es que la Justicia local desestimó la denuncia y que Mercado negó haber amenazado al profesional abogado, aunque aceptó que el mail de la discordia es suyo, añadiendo que fue víctima de un hackeo. Complementariamente, a tiempo de la publicación porteña, en el reconocido portal Catamarcaya se denunció que Musella pergeñaba un autoatentado para justificar su denuncia y seguir accionado contra Mercado. Un bollo grande, como puede apreciarse, en el que no está ajeno la política, sea por la condición de Mercado –sobrino político de Alicia Kirchner- o del mismo Musella, integrante de la renovación peronista que orientan Jorge Moreno y Fernando Jalil.

Pasó la procesión de la Virgen del Valle y, como ya es historia repetida, una multitud siguió sus instancias previas y la jornada final, de la que no pueden obviarse algunas situaciones relacionadas con la política. Que hayan accedido a San Fernando del Valle más de 135.000 visitantes –peregrinos o devotos-, de alguna manera pinta la situación socio-económica de la región, atendiendo que la mayoría de la gente provino de provincias como Tucumán, Santiago del Estero, Salta, Jujuy, La Rioja y San Juan. Como si fuera un calco de las grandes convocatorias de San Cayetano, el santo del trabajo, en esta festividad las peticiones fueron por mejores condiciones de vida, cuyo agravamiento no es un cuento.

Más allá de bandos u opiniones interesadas, la verdad es que la situación del país es delicada y, con sus matices, se traslada a las provincias, varias de las cuales han comenzado a solicitar créditos de toda naturaleza. Catamarca, que en este sentido y por suerte, tiene las cuentas en orden, ha pedido 800 millones y las autoridades han anunciado sus destinos específicos. 600 millones, si es que el empréstito resulta aprobado por la Legislatura, irían a la construcción de viviendas, 100 a obras de agua y 100 a la terminación del puente del río Santa Cruz. Para comparar la realidad provincial con otros Estados, basta con analizar algunos de ellos. Río Negro, por ejemplo, ha pedido un préstamo que será avalado por el gobierno nacional por 5.400 millones, lo que equivale a casi el 50% del presupuesto de nuestra provincia. Los destinos de semejante cifra también irían a algunas obras, pero la mayor parte a enjugar el déficit fiscal. O sea pagar sueldos estatales o deudas a proveedores.

De las sesiones de la semana pasada, cuando fueron elegidas las autoridades de las cámaras de Diputados y Senadores, quedaron cosas dignas de ser destacadas. Una de ellas tiene que ver con la eterna legisladora radical, Marita Colombo, quien se despachó con una repentina decisión que, por lo menos hasta hoy, es media decisión. Afirmó, en referencia a su eventual continuidad como jefa del bloque de Cambiemos, “no estoy dispuesta a seguir perdiendo mi tiempo para intentar unir lo que no se puede unir”. Tiene mucha razón. El bloque se ha desangrado en los últimos tiempos y costará mucho suturar las heridas, a pesar de que pocos de sus miembros dudan de la idoneidad de la legisladora oriunda de Fray Mamerto Esquiú. La otra apostilla está relacionada con el dirigente corpaccista y actual senador de Santa María, Raúl Chico. Eso de llevar barras al recinto –posiblemente pagadas, por cierto- para reforzar sus pretensiones de presidir la cámara fue una muestra de impotencia y algo complementario. No van más ese tipo de presiones, las que por otra parte son despreciadas por el conjunto de la sociedad. Ni siquiera la hicieron otros que, en su momento, tenían mayores influencias que Chico. Caso concreto: Hugo Corpacci.

RECUERDOS NO LEJANOS. Final de los “Apuntes” con el repaso de hechos políticos de hace un cuarto de siglo.
El 11 de diciembre de 1992, por decisión del vicegobernador Simón Hernández, debía sesionar la Asamblea Legislativa para designar al senador nacional por Catamarca que, desde el día antes -10-12-1992-, debía reemplazar a Julio Amoedo, quien había completado el mandato iniciado el 10 de diciembre de 1983. La reunión, que era esperada con grandes expectativas por parte de los diferentes sectores políticos, fracasó por falta de quórum de los senadores. Antes que Hernández decretara su suspensión, estaban anotados para ser votados como postulantes Pedro Guillermo Villarroel (UCR) y Duilio Brunello (PJ).
En los días previos, un tanto sorpresivamente, había expresado su voluntad de ser senador nacional el economista catamarqueño Luis Eugenio Di Marco, quien residía en la provincia de Córdoba, pero era columnista permanente del otrora diario La Unión con sede en San Martín 637.

El Esquiú.com

Boni and Clo

El “tenso” diálogo Castillo-Sir

No podía faltar. El incomparable periodista de radio El Culillo logró grabar una imperdible conversación telefónica entre Oscar Castillo y Enrique Sir, luego de los conocidos exabruptos del senador nacional tratando de “pelotudo” a Roberto Gómez y de “hijo de puta” al militante radical.
  -Castillo: ¿Hola?
  -Sir: Hola, Oscar. Te habla Enrique.
  -Castillo: ¿Cuál de los dos hermanos? ¿El Loco o El Negro? ¡Qué tiempos aquellos de la selección y River! Te escucho.
  -Sir: ¡Te habla Enrique Abraham Sir!
  -Castillo: Ah, pensaba que era Enrique Nor, mejor que sea Sir. Un chistecito, amigo. ¿Qué se le anda ofreciendo, correligionario?
  -Sir: Me trataste de hijo de puta…
  -Castillo: ¿Yo? Jamás. Nunca lo hice ni lo volvería a hacer.
  -Sir: Está grabado el insulto.
  -Castillo: Escuchá bien la grabación. No es mi voz. Sería incapaz de insultar a alguien. Menos a una persona como vos, que siente admiración por mí.
  -Sir: Vos siempre tirando la piedra y escondiendo la mano. No me gustó que me trataras de hdp.
  -Castillo: ¿Algo más? Tengo poco tiempo porque estoy preparando el informe de fin de año de todos los proyectos presentados en el Congreso en favor de Catamarca y de los pobres. A propósito: ¿hace calor ahí, che?
  -Sir: Quería decirte que vos sos un “hdp” por partida doble.
  -Castillo: ¡Epa!
  -Sir: Tal cual. “Hambriento de Poder” y “Holgazán de Película”. ¿Te gustó?
  -Castillo: No te escucho bien. Hay mucha interferencia. Hasta la vista. Saludos a los catamarqueños.