La iniciativa nacional de generar más líneas de transporte aéreo mediante el ingreso al mercado de aerolíneas que ofrecen servicios de bajo costo para el usuario podría tener un impacto altamente positivo para la provincia y puntualmente para las instalaciones del aeropuerto Felipe Varela.

Según la información que todavía resta por ser oficializada, pero que ya está plasmada incluso en planes y diagramaciones presupuestarias, uno de los avances de remodelación, refacción y puesta a punto se ejecutaría en el único aeropuerto a gran escala con el que cuenta Catamarca. 

La noticia, de concretarse, no puede ser más que elogiosa. Las instalaciones del aeropuerto Felipe Varela -si bien se mantienen en condiciones para recibir vuelos nacionales y soportar una cierta cantidad de afluencia turística en épocas pico- no se encuentra desde hace un buen tiempo en las mejores condiciones y seguramente son varios los trabajos que podrían realizarse para mejorar el espacio y dotarlo de nuevas comodidades. 

Las tareas de recuperación, de concretarse tanto la idea de remodelar como de hacer llegar las aerolíneas low cost, podrían empezar el año entrante y dejar el espacio a punto mucho antes de mediados de año, dadas las características de los principales arreglos que deberían realizarse.

Sin embargo, un punto quedará pendiente para el esfuerzo conjunto de la Nación y la Provincia: el puente de la ruta nacional 33.

Esa conexión -que tal como se señaló en su momento bien podría ser la única de Catamarca en forma directa con el centro del país, a menos que se quiera dar rodeos por La Rioja o por Santiago del Estero- es vital para el correcto funcionamiento de un aeropuerto que ahora podría predisponerse para aumentar considerablemente su caudal de recepción de viajantes. 

El puente terminó por desaparecer casi por completo a principios de este año durante una serie de inundaciones que con toda sencillez podrían ser calificadas como históricas por su magnitud, extensión y los destrozos que provocó.

Las intenciones para solucionar el problema fueron manifestadas e incluso presupuestadas públicamente pocos días después del desastre.

No obstante, hasta ahora no parece haber novedades de impacto en materia de recuperación. Es una cuenta pendiente que deberá saldarse cuanto antes.