Apuntes del Secretario

jueves, 23 de febrero de 2017 00:00
jueves, 23 de febrero de 2017 00:00

Finalmente hubo fumata blanca en la filial local del PRO, el partido que gobierna los principales distritos del país -Capital Federal y provincia de Buenos Aires- y que, por si fuera poco, tiene como presidente a Mauricio Macri. Mañana viernes, en el cierre formal de las listas para la interna del 26 de marzo, se presentará una que llevará como máximas autoridades a Enrique Cesarini, Alberto Flores y Gustavo Cusumano, los que ocuparán los cargos de presidente, vicepresidente y secretario general, respectivamente. Cumplidas todas las exigencias de ley y una vez que la Justicia oficialice y consagre a la lista única, las autoridades nacionales del PRO visitarán Catamarca para poner en funciones a las flamantes autoridades. Eso ocurriría hacia fines de la semana que viene, fecha para la que se calcula habrán desaparecido hasta las mínimas diferencias, un propósito por el cual se comprometieron todos en atención a una recomendación del consejo nacional "amarillo”. Recordemos que el distrito local, a pedido de su expresidente (Fernando Capdevila),  fue intervenido a horas de la interna que debía realizarse el pasado 4 de diciembre y desde entonces se negocia este acuerdo que, a priori, ha llegado a buen puerto.

 

Aunque no haya demasiados ruidos ni peleas intestinas, en el oficialismo más de uno está pensando en las elecciones que se vienen y eventuales candidaturas, todas las cuales deben estar listas en junio próximo, en decir en unos 100 días. La incógnita principal pasa por el reemplazante del diputado nacional Néstor Tomassi que, tras cuatro años intensos, completa el mandato en diciembre próximo. Sus posibilidades de repetir existen, no pueden ser descartadas, pero ciertamente son limitadas. A partir de esto, el abanico de posibilidades está abierto y lo más probable es que el nombre salga de los colaboradores directos de Lucía Corpacci, esto es ministros o secretarios de Estado que la acompañan en la gestión. También de este lote podrían ser los postulantes a diputado provincial, concejales capitalinos o alguno de los ocho senadores que deben nominarse en 2017. En general, esta es la idea que rondaría la mente de la Jefa de Estado, quien desea recuperar terreno en las cámaras -digamos, Diputados- y en el Congreso de la nación a los efectos de encarar los que serán los dos últimos años de su gestión.

 

A diferencia de instancias anteriores -2011, 2013 y 2015-, esta vez no habrá reparto equitativo con las huestes de Raúl Jalil, Luis Barrionuevo y Dalmacio Mera. Puede que con los dos primeros se logre algún acuerdo. Con Dalmacio Mera, en los hechos, la relación se ha convertido en distanciamiento y ya sabemos que el senador nacional hace su propio juego, hoy muy cerca de Mauricio Macri por su cercanía con el primo gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey. Lo de Barrionuevo está por resolverse, pero lo más probable es que el poderoso dirigente gastronómico prefiera hoy candidatearse por la provincia de Buenos Aires, donde reside, antes que por Catamarca. Dejaría en manos de su hermana Liliana o en el delfín, Marcelo Rivera, los arreglos con Catamarca.

 

Según dan cuenta algunos medios nacionales, la alianza entre el Frente Renovador de Sergio Tomás Massa y el GEN de Margarita Stolbizer llevaría el nombre genérico de Frente de la Esperanza, con lo cual rememoraría la patriada que, con ese apelativo, tuvo Ramón "Palito” Ortega en 1991. Ese año, en el mes de septiembre, el famoso cantautor dio un salto político impresionante al convertirse en gobernador de Tucumán y ganar los planos nacionales, a punto tal que llegó a ser el candidato a vicepresidente de Eduardo Duhalde en 1999, cuando perdieron con la fórmula De la Rúa-Chacho Álvarez. Ese nombre, Frente de la Esperanza, también tiene relación con Catamarca, algo que omiten los comentaristas nacionales. Y fue en 1991, precisamente, que se formó en la provincia el Frente, una idea combinada entre el exinterventor Prol y Ortega. Claro que aquí no le fue bien. A diferencia de Tucumán, los depositarios de la esperanza perdieron por muerte ante el Frente Cívico y el saadismo, que concurrió a las elecciones por fuera del Partido Justicialista.

 

La porfía entre el senador Castillo y algunos miembros del gobierno provincial -Gustavo Saadi a la cabeza-, después de conocerse la condena de Ariel Alanís, tuvo capítulos imperdibles. Calificado como un "mitómano serial”, el senador volvió a expresar que la droga que transportaba el condenado (90 kilogramos de marihuana) tenía relación con el intendente de Pomán, Francisco Gordillo, algo que negó cuando este último, en 2013, lo conminó a que ratificase o rectificase sus dichos, so pena de iniciarle acciones judiciales. Algo muy parecido a la vez que acusó a su correligionario Alfredo Marchioli de haber sido sobornado por el gobierno, mediante un pago de $200.000, para que hiciera un informe desde el Colegio de Geólogos que incriminara a funcionarios de la gestión Brizuela del Moral en la llamada Tragedia de El Rodeo. Cuando lo llamó un fiscal, cándidamente, señaló que fue una chicana política y que no disponía de prueba alguna para respaldar sus dichos. ¡Un papelón sobre el que ahora vuelve con el caso Alanís!

 

Esta forma de actuar en política de Castillo le ha valido ser considerado una figura casi grotesca. Más que mitómano, su acción política se basa en la difamación pública, sin que importe el honor o lo que puedan sufrir otras personas o sus familias por su falta de escrúpulos. En el caso del joven Alanís, que muy pronto estará en libertad por haber cumplido un tercio de la condena que finalmente le aplicaron, no está probada la relación con Francisco Gordillo, aunque pudo haber existido. Lo que sí está probado es el lazo que tenía con el propio Castillo y que El Esquiú.com sacó a la luz en 2013, cuando publicó en su portada la imagen de ambos, abrazados y sonrientes, lo que probaba una relación que estaba más allá de una foto de circunstancia. En síntesis. A esta altura del tiempo, este hombre debería pensar hasta en su propia familia -tiene mujer e hijos- ante de practicar el deporte de infamar, sin prueba alguna, a sus adversarios de la política. Y menos que menos, puede hablar de ineptitud cuando con seis períodos como legislador, no se le recuerda un solo proyecto de real valía o que, aunque modesto, haya favorecido a Catamarca.

 RECUERDOS NO LEJANOS. Como siempre, el último bloque incluye hechos políticos del pasado.
En paralelo con los nuevos tiempos políticos que se vivían en  la provincia, en febrero de 1992 se producían asunciones de funcionarios y magistrados en ámbitos del Poder Judicial. Roberto Mazzucco juraba como juez de Cámara; Calos Avellaneda lo hacía como fiscal de Cámara; Rodolfo Ortiz Iramaín se hacía cargo de la fiscalía de Cámara; Carlos Rodolfo Moreno asumía como juez de Belén y Raúl Da Prá hacía lo propio como fiscal de Instrucción. Por último, Ángel Vázquez se afirmaba como Secretario Relator.
Avellaneda renunció al poco tiempo y se hizo cargo de la defensa de Luis Raúl Tula, imputado por el crimen de María Soledad y su hermano Jorge, que se mantiene como juez civil, pasó a ocupar un cargo. Moreno sigue al frente del juzgado belicho y Da Prá es camarista. Sin embargo, quien tuvo la mayor notoriedad fue Rodolfo Ortiz Iramaín, quien fue ascendido a camarista y organizó el primer juicio, que terminó en un escándalo nacional, por el Caso Morales. Por esa situación, en la que hizo gravísimas acusaciones de soborno contra el castillismo, terminó renunciando.

También en aquel tiempo, la exfiscal de Estado, Amelia Sesto de Leiva, presentaba una nueva denuncia. Esta vez se refería a certificaciones truchas que se detectaron en varios trámites jubilatorios y que, como consecuencia directa, perjudicaban a la ex Caja de Jubilaciones de la provincia (IPPS).

El Esquiú.com

 

Boni and Clo

 

 

 

"Milani en apuros”

Radio "El Culillo” difundió ayer un diálogo entre la expresidenta Cristina Kirchner y el exjefe del Ejército, ahora detenido, César Milani.
  -Cristina: ¿Hola?
  -Milani: ¡Hola jefa! Le habla César Santos Gerardo del Corazón de Jesús.
   -Cristina: Ah, mirá vos. Aquí te habla Juana de Arco. ¿Qué querés, Parrilli pelotudo?
  -Milani: Nada de parrilla. ¡Estoy en el horno! Estoy "sopre” en La Rioja.
  -Cristina: ¿Y qué hacés en La Rioja, Parrilli pelotudo? Seguro fuiste al festival de La Chaya y te quedaste carnavaleando.
  -Milani: ¡No soy Parrilli, jefa! Soy Milani, el general.
  -Cristina: Ya sé, por lo general me hablás cuando estás en apuros.
  -Milani: Oiga, jefecita, parece que no me entiende: ¡estoy en "cana”!
  -Cristina: ¡Mirá la hora que es y vos en cama!
  -Milani: ¡No, no! ¡Estoy en el Batallón de Ingenieros 314!
  -Cristina: Y, si tenés buen pálpito, metele las tres cifras a la quiniela.
  -Milani: ¡No, no! Necesito una mano. Que venga alguno de La Cámpora.
  -Cristina: ¿Una campera? Llegate hasta Anillaco y pedile una a Carlos Saúl.
  -Milani: Jefa, la llamo en otra oportunidad, se  terminó el permiso.
   -Cristina: Dale, pelotudo. Si sabés algo de Milani me avisas al toque.

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