Escuchar al vecino

lunes, 20 de marzo de 2017 00:00
lunes, 20 de marzo de 2017 00:00
Fuera de los problemas que se suscitaron por la deficiente ejecución -que aún hoy genera problemas-, la obra de las cloacas chacareras presentó inconvenientes ya desde el origen, cuando sin haberse mínimamente informado sobre lo que se iba a hacer, arrancaron los trabajos que a los pocos días ocasionaron múltiples padeceres a los vecinos de Valle Viejo, muchos de los cuales -tres años después- no se solucionan del todo.
Por la envergadura de la inversión y la importancia de la infraestructura, en términos de su impacto en la calidad de vida, la obra debería haber sido exhaustivamente explicada a sus futuros beneficiarios, no sólo para que comprendieran sus ventajas y alcance, sino por sobre todo y teniendo en cuenta las molestias que sí o sí iba a ocasionar por la rotura de calles y el cavado de zanjas, para que tuviera un consenso elemental.
Instancias de encuentro previas entre autoridades, equipos técnicos y la gente del lugar, con la posibilidad de intercambios y aportes de ida y vuelta, probablemente hubieran enriquecido el proyecto y marcado una diferencia o al menos morigerado la crítica posterior.
Lamentablemente, nada de eso sucedió y sus consecuencias ulteriores no necesitan mayor comentario.
Un criterio muy diferente es el que ha tenido la gestión capitalina con algunas de sus realizaciones más emblemáticas. Para ello recurrió a una herramienta fundamental del ejercicio democrático y de las políticas públicas participativas: la audiencia pública.
Tanto la recuperación La Alameda, como los trabajos que se están haciendo en el barrio Achachay y en el San Antonio Sur comparten un rasgo común: fueron puestos a consideración de los vecinos de la ciudad, quienes tuvieron la oportunidad de aportar para el enriquecimiento de las propuestas, además de apropiarse de ellas.
El éxito de estas convocatorias animó a replicarla con otra obra que probablemente se convertirá en otro ícono de la administración Jalil: la intervención general del parque Adán Quiroga, para integrarlo mejor a los barrios de la zona.
La oportunidad es inmejorable para receptar la opinión vecinal sobre este espacio histórico y muestra la importancia de incorporarla a la planificación de cualquier trabajo estatal, fundamentalmente cuando se trata de infraestructura urbanística y de relevancia para toda la comunidad.

Comentarios

Otras Noticias