Durante la primera quincena de enero de 2017, a propósito de anunciar que se lanzaba el año electoral, este secretario refirió cuestiones puntuales sobre la oposición local. Dijo, por ejemplo, que todas las encuestas indicaban que la figura con mayor intención de voto seguía siendo el exgobernador Brizuela del Moral. Agregó, asimismo, que tenía un techo, el que le impidió quitarle la gobernación a Lucía Corpacci en 2015, pero le alcanzaba y le sobraba para volver a ser legislador nacional, aunque más no fuere por la minoría. También señaló que para llegar a precandidato, necesariamente, debía superar una interna que ya era inevitable por la existencia de sectores que, sin más vuelta, exigían la oxigenación de la UCR y Cambiemos a través de la presencia de nuevas figuras y, convengamos, con Brizuela del Moral ya no se puede hablar de renovación o cambios. Es lo mismo que hace 30 años atrás: dos veces rector de la Unca, tres veces intendente de la Capital, una vez senador nacional, dos veces gobernador y, finalmente, diputado nacional, cargo este último con el que completa mandato el 10 de diciembre.

Aquellas predicciones veraniegas, en la presente semana, estallaron con fuerte contundencia. La diputada Paola Bazán fue punta de lanza para reafirmar que se impone hacer cierto el slogan "Cambiemos” y, de alguna forma, le recomendó a Brizuela del Moral que, antes de pensar en una nueva precandidatura, en gesto de reconocimiento al partido que le dio todo, asesore a las nuevas generaciones. ¡Minga de asesoramiento! A las pocas horas salió el diputado Jorge Sosa, fiel escudero del exgobernador en la cámara baja, a indicar que no habrá asesoramiento e, indirectamente, confirmó que se pujará por la "recontra mil” reelección. Para sellar sus dichos, apuntó que "tiene una alta consideración de la ciudadanía”, y completó "si los sectores internos de Cambiemos no van a trabajar por la unidad, nos preparemos para las Paso y que la ciudadanía nomine a los mejores para octubre”. Hasta aquí lo de Sosa es válido, guste o disguste dentro del radicalismo. Brizuela, evidentemente, quiere seguir en el Congreso y desafía a todos a la interna. No compartimos, eso sí, que la diputación 2013-2017 de Brizuela del Moral tenga méritos. Nada que ver. No fue ni buena, ni mala. Termina "sin pena, ni gloria”, lo que es peor.

Si por primera vez en 30 años se va a objetar una precandidatura de Brizuela del Moral, crecen las chances de que el primer postulante de Catamarca pertenezca al PRO, a la Coalición Cívica o algún sector distinto al castillismo y al brizuelismo. En este sentido, emerge la figura de Ricardo Guzmán, bien visto por la Casa Rosada, o del "lilito” Rubén Manzi, que aglutinaría apoyos importantes por bregar por la unidad y sería bien visto por la sociedad. La novedad es que la precandidatura del médico, hoy diputado provincial, podría ser apoyada por Oscar Castillo, "el socio por conveniencia” de Brizuela del Moral a partir de 2011. De esta forma, se reflotaría una vieja interna que estuvo contenida porque el "reparto de la torta” favorecía a ambos. Con este antecedente, Brizuela repetiría una contienda con Oscar, quien le birló una candidatura a gobernador en 1998, a pesar de ser derrotado en Capital y Valle Viejo.

Como era de esperar, a consecuencia de las inundaciones, el tema Catamarca llegó al Congreso de la Nación y, como es habitual, corresponde analizar el comportamiento de nuestros representantes. El mejor de todos, por lejos, correspondió a Inés Blas de Zamora, que no solo propició la declaración de emergencia (también lo hizo Oscar Castillo), sino que espetó en el propio recinto a Marcos Peña la situación real que soportan los pueblos del interior y las necesidades que requiere la provincia. En este sentido, tanto el nombrado Castillo como Dalmacio Mera guardaron silencio y, según se especuló en Casa de Gobierno, más conviene eso que otra cosa. Sospechan que, por razones políticas, prefieren que la Nación le dé la espalda a Catamarca y socave los cimientos del gobierno de Corpacci.

Días pasados, a raíz de una información publicada por el diario La Nación, se planteó la posibilidad de que el manejo de la construcción de viviendas en la provincia sea llevado adelante por el ministerio del Interior, a cargo de Rogelio Frigerio. Se trató de un desliz evidente, orientado a remedar algunas conductas del kirchnerismo, que sí ejercía el control político de la obra pública, pero nunca saltando por encima de la autoridad provincial con la que, por otra parte, en el caso de Catamarca, mantenía aceitados contactos. Como era de esperar, quien se prendió de la falsedad que expuso el rotativo metropolitano fue El Ancasti, ferviente defensor de las iniciativas nacionales que vayan en contra de planes provinciales, más si aquellas apuntan a darle la razón a algunas batallas periodísticas que parten de la asepsia administrativa, pero en realidad se orientan a denostar por denostar. Por cierto, en menos de dos días, tuvo una andanada de desmentidas, entre ellas del propio gobierno nacional.

La toma de las instalaciones de Camyen en la ciudad de Andalgalá, materializada por seis o siete acompañantes (lo muestran las fotos) de Walter "Camerún” Diamante, es un capítulo más de un problema que originó la dirección de Fabricaciones Militares al anunciar, alentado por dirigentes de la oposición local, el cese del contrato de Minas Capillitas para el venidero 28 de mayo. Los autores de la medida, en directa correspondencia con El Ancasti, explicaron que su intención es preservar las instalaciones e impedir un vaciamiento, atento a que muy pronto se hará cargo del negocio de la rodocrosita la nombrada Fabricaciones Militares. Obviamente, dieron a entender los manifestantes que tienen comunicación directa con las autoridades nacionales, a pesar que el cese del contrato ha sido apelado por la provincia. ¡Todo un contrasentido!

Los capítulos anteriores, como se recordará, fueron la prohibición de la minería para castigar a Yamana -"gran objetivo” de El Ancasti porque le retiró la pauta publicitaria- por parte de los concejales, cada uno de los cuales fue premiado por el intendente Páez con un puesto de trabajo para un familiar de cada uno de ellos; el corte del acceso a Capillitas por parte de activistas; la denuncia falsa por un saqueo de rodocrosita que, inmediatamente, se comprobó tenía autorización de la secretaría de Minería y que continúa ahora con el proyecto de establecer un canon por la explotación de la rodocrosita, materia en la que el Concejo Deliberante no tiene competencia. La última: los manifestantes del martes a la noche, para agregar desmesuras, pidieron puestos de trabajo en la explotación de Cerro Atajo, los cuales están contemplados para los habitantes de Capillitas.  

RECUERDOS NO LEJANOS. Los acontecimientos ocurridos hace 25 años en este último bloque.
El 28 de abril de 1992, la entonces jueza de Instrucción N°4, Stella Marys Buenader de Walther -actual diputada nacional por el Frente Tercera Posición-, dictaba el procesamiento de Nicolás Romero, el exintendente de Chumbicha que, junto al secretario de Hacienda, Alejandro Barrionuevo, había sido detenido el día 9 del mismo mes y año. Aquel hecho causó conmoción en la tierra de las mandarinas y los quirquinchos, ya que Romero era figura de primera línea del peronismo en la zona y también en la consideración de la conducción gubernamental intervenida en 1991. Fue el fin de su carrera política. Permaneció detenido por varios meses y nunca más volvió a ejercer la actividad política.

En aquel otoño de 1992 existía marcada preocupación en las autoridades provinciales, encabezadas por Arnoldo Castillo, por la transferencia de las escuelas de la Nación a las provincias. Por ese motivo, en más de una oportunidad, el exministro Luis Varela Dalla Lasta debía viajar a entrevistarse con Antonio Salonia, ministro de Educación durante los diez años de menemismo. Por cierto, iba en busca de auxilio para enfrentar una situación que fue traumática.

El Esquiú.com

Boni and Clo

"...cualquiera es un ladrón”

Abrigo en mano, por las dudas, Boni y Clo estuvieron el domingo compartiendo unos mates en el parque Adán Quiroga.
  -Clo: Cuénteme  vecino, ¿cómo anda su sobrino, el cachafaz?
  -Boni: Mal anda. No pega una...
  -Clo: ¿Por?
  -Boni: El otro día vio un aviso clasificado y se presentó en una oficina céntrica, diciendo: "Vengo a inscribirme en el curso de políticos corruptos”. El empleado le respondió: "Bien. Firme aquí la solicitud con la lapicera que me acaba de robar”.  
  -Clo: ¡Hijo de remil!
  -Boni: Ta` jodida la cosa. ¡Cuánta razón tenía el gran Enrique Santos Discépolo cuando escribió Cambalache: "Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón”.
  -Clo: A doña Pepa, a la vuelta de casa, ¡le afanaron el corpiño de la soga!
  -Boni: ¿Ve? Por eso yo pongo a secar los calzoncillos en el dormitorio.
 No hay con qué darle a los chorros. Siguen robando todos los días. ¡Dos páginas con hechos delictivos!
  -Clo: Ya le dije: deje de leer noticias policiales.
  -Boni: ¡Es que estoy leyendo la sección política!
Clo: ¡HDP!