Desde la bancada periodística

El fiscal acusado vs. el fiscal que tendría que estar acusado

sábado, 27 de mayo de 2017 00:01
sábado, 27 de mayo de 2017 00:01
En los albores del mes de marzo, en una nota exclusiva con El Esquiú.com, José Cáceres -ministro de la Corte- se refería al funcionamiento de la Justicia y casi de refilón, lo hacía sobre una materia que hoy repiquetea como clamor en todos los estamentos de la sociedad. Hablaba de corrupción y en definitiva, se sumaba a la vocinglería que ensordece a los argentinos, desde el más humilde al más poderoso. 

Decía lo siguiente: "Considero que la Justicia no escapa a las generales de la ley: estamos en un país corrupto. Dígame (apelación al periodista autor de la nota) una institución que no esté sospechada por actos de corrupción, sea por pedofilia (mensaje en indirecto a la Santa Madre) o por lo que sea. Entiendo que no es (la Argentina) un país con corruptos, sí un país donde la corrupción se ha convertido en algo normal, increíble y lamentable”. 

Fue como un preanuncio de lo que ocurriría dos meses más tarde con el jury de enjuiciamiento, propiciado por la propia Corte de Justicia que integra Cáceres, contra el fiscal de Instrucción Roberto Mazzucco, un vodevil de intrigas y contrariedades por doquier donde no faltan las falsedades, lo que torna más que problemática la resolución final. 

Dentro de la maraña de cargos y descargos, lamentablemente para la Corte de Justicia los problemas que pueda tener Mazzucco, de quien no somos sus intérpretes, la comprometen directamente o cuando menos, a su imagen de institución que no tan solo "tiene que ser, sino parecer”. 

Es que el máximo tribunal fue el constructor de este jury, lo que forma parte de sus facultades, pero los cargos de responsabilidad están teñidos de sospechas, entre las cuales se filtran la política, los intereses empresarios y lo peor de todo, el derecho de los ciudadanos a tener justicia.

 
"La guerra de los fiscales” 

Hay un fiscal, Víctor Figueroa, que fue nombrado varias veces en las audiencias. No para destacar su gestión. Por el contrario, se lo acusó de maniobras indignas de la magistratura y establecer componendas con iguales o superiores suyos.   

Sin embargo, los enfrentamientos principales no pasaron por Víctor Figueroa, sino por otros dos fiscales. El acusado y el titular de Instrucción 4, Ezequiel Walther, un hombre con fallos harto controversiales y delatorios de preconceptos sobre cómo funciona la Justicia en Catamarca.
 
De hecho, a nadie extrañó que después de declarar y solazarse con el daño que le podía provocar a Mazzucco, sin siquiera ir al baño, se dirigió a un despacho de la Corte de Justicia para hablar no sabemos de qué tema, pero es fácil deducirlo.  

¿De qué se puede hablar, con otros interesados, inmediatamente después de haber declarado como testigo de un jury? Por ello, la denuncia que le interpuso Mazzucco, por falsear la verdad y tener intereses previos, no es "manotazo de ahogado”.
 
Es cuestión que tendrá que considerar el tribunal del jury y ulteriormente, la propia Justicia. Hasta el propio Cáceres, para quien no es anormal que un fiscal visite a la Corte. Si es por rutina, sí, pero en la forma que lo hizo Walther no. 

El fiscal acababa de acusar a Mazzucco de un hecho que involucra al diario El Esquiú.com y sobre el cual no le asiste la razón. Objetivamente no tendría ni el derecho a sospechar porque todo fue limpio y transparente, muy distinto a las oscuridades que ensombrecen su despacho.

Este fiscal Walther, perteneciente a una familia total y absolutamente vinculada a la facción política que, con él adentro, armó la Justicia de Catamarca a partir de los años ‘90, tiene una causa que interpuso una humilde institución de la prensa -El Esquiú.com no es otra cosa- a fines de 2013.
 
Fue por haber sufrido una defraudación importante que, por Walther y únicamente por Walther, se mantiene dormida, a pesar de contar con todos los elementos de prueba que requería y requirió. 

Con el paso del tiempo, ya en 2016, El Esquiú.com recibió información oficial de una entidad bancaria nacional. Y por su trasfondo delictivo, tenía la obligación de denunciar, a pesar de la barrera infranqueable que significaba Walther y fundamentalmente, porque se trataba de mecánicas distintas.

Esa denuncia recayó en Roberto Mazzucco, con el cual la conducción del diario no tiene trato, a no ser por cuestiones periodísticas. Este tomó la denuncia y en poco tiempo, resolvió situaciones que su colega anestesió por largos años y que no piensa resolverlas en orden a que los fiscales no tienen plazos para hacerlo, una barbaridad de nuestros códigos. ¡Pueden pasar siglos y nada! 

Una situación de estricta justicia, nada menos, enfureció al fiscal Walther, un hombre expeditivo -le bastaron dos meses- para imputar y llevar a juicio a los gremialistas chacareros que cortaron una calle (¡un corte de calle!) y velocísimo para practicar los ritmos de tortuga (valga el oxímoron) cuando responde a intereses que desconocemos, pero imaginamos.  

Él acusó a Mazzucco de intromisión, hubo apelación de El Esquiú.com y el juez Porfirio Acuña tuvo que definir. 

Tan grave es lo de Walther en esta causa de El Esquiú.com, que incumple órdenes superiores y para ello tiene como aliado a El Ancasti, que miente cuando cronica el hecho.
 
Dice textualmente, en la edición del 23/05/17, "el juez de Control de Garantías decretó la nulidad de la investigación y ordenó que las pruebas que se habían incorporado en esta causa vayan al expediente original” (sic).
 
Se olvida el diario que la imputación de Mazzucco se mantiene inalterable y lo más grave, que Acuña le dio la orden a Walther, en octubre de 2016, de que resolviera el caso en 30 días. No cumplió.
 
Si la controversia está en apelación, como dice El Ancasti sin aclarar por qué, fue por una presentación nuestra, conocedores profundos de la conducta de quien, tampoco sabemos por qué, no está en el banquillo de los acusados. 

La pregunta que viene es de cajón. ¿No habrá demorado Walther la resolución, aun desairando a Porfirio Acuña, para que el tema contenga fuerza de credibilidad al momento del jury a Mazzucco? Por lo que pudimos conversar con él, en su momento, sería bien capaz. ¿Cómo no si, off de récord, llegó a la barbaridad de preguntarnos cuánto le pagamos al fiscal acusado? 
 
También a esta última afirmación, por las dudas el tribunal de jury tenga dudas, la podemos probar.
 
Y aclarar además: ¿de dónde sacar dinero, si nuestros propios empleados, que hasta cobran sus raquíticos sueldos a destiempo, conocen las penurias para mantener una fuente de trabajo y encima de esas penurias, se va a andar malgastando dineros en sobornos? 

 
Ninguna duda 

Desconocemos el destino de este juicio político, embarrado por acusaciones de baja estofa que hablan de lo que, efectivamente, la gente sospecha. Tenemos dudas sobre la suerte que le pueda corresponder a Roberto Mazzucco, pero, lo repetimos, va a quedar después del fallo la sensación de injusticia. Lo afirmamos, en esta ocasión, desde nuestra subjetividad. 

Como medio de comunicación, desconocemos si Roberto Mazzucco es un corrupto. No ponemos las manos en el fuego por él ni por nadie.
 
De quien no tenemos dudas de que ha incumplido con sus responsabilidades es de Walther, para quien Mazzucco "es una hermosa pantalla de contención”.

Usted sabe, fiscal Walther, a la perfección, por qué escribimos esta columna. 
 

El Esquiú.com

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Comentarios

30/5/2017 | 18:42
#149006
Muy buena nota, tenemos que seguir conociendo todo lo que ocurrió, no sólo lo que quieren mostrar.
29/5/2017 | 09:01
#149005
Ya paso con María Soledad, embarraron a mucha gente innocents y la justicia se presto para eso. Una vez que se acomodaron todos todos en cargos que a muchos le quedaron grande se olvidaron de la causa María Soledad. Nos tienen acostumbrados
27/5/2017 | 16:34
#149004
Walther y Moralito y toddos lo de la corte vieja responden al grupo de medios hegemonicos, junto con macri, son ali baba y los cuarenta ladrones.
27/5/2017 | 12:38
#149003
no entiendo las dos primeras lineas de suricata, los diarios no hacen alharaca, los diarios informan o desinforman. desinformar esta mal, pero ¿esta mal informar?, no es alharaca es informar, por ejemplo: hoy en el esquiu salen los resultados del rendimiento educativo evaluado por nacion y catamarca esta ùltima. en contraposicion, en el ancasti no sale nada. uno informa otro desinforma. y en realidad esa noticia es importante. con el resto de suricata estoy de acuerdo. pero no los vamos a sacudir nunca si no hay educacion y la verdad que la escuela publica es un desastre. y con eso precisamente ganan los linajes con vos dices.
27/5/2017 | 11:57
#149002
Lo triste señor periodista es que siempre falta una vision de conjunto. Cuando ustedes hacen una alharaca tremenda por la patética situacion educativa y sus pobrisimos resultados, la eterna dependencia de Catamarca y su histórico atraso, los niveles de pobreza alarmantes y crónicos, el estado de salud de nuestros niños, los exiguos resultados de la actividad económica, los déficits de infraestructura crónicos, y cuanto otro elemento quiera incorporarse al analisis; se olvidan de reflejar, la directa causalidad de estos problemas, a la omisión o la acción intencionada, de éste y tantos otros personajes que conforman la créme de la créme de la sociedad catamarqueña. Desde la Colonia primero y desde la constitucion del estado después, se han ocupado de construir un poder basado en la propiedad y los matrimonios entre linajes (cuando los había) o más tarde en el dinero. Hasta que la sociedad no se sacuda estos personajes de encima, nada se podrá avanzar en construir una comunidad digna.
27/5/2017 | 10:23
#149001
que lindo quilombito. estos walther estan en todos lados, pero en vez de ser una familia que sea orgullo de toda catamarca, es una familia de acomodados, de ventajistas, de soberbios, ajenos a todo dolor catamarqueño, pero que se sirve de todos nosotros para encumbrarse, Encumbrarse ¿para que? , .... solo para vivir con y de la prevenda.

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