Recientemente, el intendente Raúl Jalil firmó un convenio con las autoridades del Colegio Fasta para avanzar en el traslado del nivel primario al predio que la institución tiene en la zona alta de la Capital. Se trata de la continuidad del plan de rediseño urbanístico que apunta a retirar del casco céntrico ámbitos que concentran mucha gente, especialmente escuelas, causantes de problemas de tránsito en el horario de ingreso y egreso de los alumnos. Por cierto que la comuna  también aportará al tema, ya que está próxima a lanzar la obra que aprovechará la vieja Feria Municipal para erigir el nuevo edificio del Sistema Educativo capitalino. Allí funcionarán desde el año próximo la escuela "El Principito”, la secundaria "Miguel Cané” y la secretaría de Educación. El nuevo predio será adaptado específicamente a las necesidades pedagógicas, contando con canchas deportivas y anexos que actualmente no existen, como estacionamiento para el personal. Además de cumplir con el objetivo de "descomprimir” el centro, la propuesta busca reducir el gasto en alquiler que tiene la Capital para mantener parte de esta estructura.

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Con similar criterio, desde hace varios años el Estado provincial -en una política que inició durante la gestión de Brizuela del Moral y mantuvo su sucesora- está mudando áreas de la Administración Pública al Centro Administrativo del Poder Ejecutivo (CAPE). En el predio del ex Regimiento fueron construidos hace poco cuatro nuevos pabellones para albergar a decenas de oficinas y varios cientos de empleados, ahorrando en arriendos, comunicaciones y servicios. En este esquema, queda la Legislatura y el Poder Judicial sujetos a un posible traslado. En el caso de la primera, al menos su funcionamiento está concentrado en un solo espacio. En cambio la Justicia sigue erogando millones y millones en alquileres para su red, cuando tendría un terreno cercano al Predio Ferial para levantar la famosa "Ciudad Judicial”. Esta se encuentra teóricamente en los planes de las autoridades de la Corte desde hace al menos un lustro, pero en la práctica sigue sin concretarse, a pesar de los frecuentes reclamos del personal por el precario estado de varias de las dependencias.