Lo no dicho

martes, 15 de agosto de 2017 01:44
martes, 15 de agosto de 2017 01:44
En el marco de la realización de los comicios del pasado domingo, una noticia puntual enluteció a la comunidad de Los Altos y generó un clima enrarecido que fue oportunamente conjurado -o aplacado- con una bajada de línea sobre los movimientos que debían tomar los dos esquemas partidarios mayoritarios para calmar las aguas y no hacer girar la jornada hacia problemas generalizados. 

Durante las primeras horas de la mañana del día de elecciones y con el lamentable suceso ya conocido por todos -tanto de boca en boca, como por medios de comunicación-, las especulaciones sobre lo sucedido fueron variopintas, se acumularon en todos los bandos y sólo la intervención de un fiscal y el pedido de un análisis post mortem trajeron algo de tranquilidad a la comunidad en general que estaba esperando una respuesta cuanto antes para disipar los fantasmas de otra jornada electiva agitada desde las zonas grises de la política. 

En ese embrollo, un funcionario del Gobierno provincial en particular tuvo incluso el grueso desatino de dejarse mover por su propia juventud, una tendencia general a la visibilización de conspiraciones en las tinieblas y la agilidad dactilar para teclear sobre el celular. Mala combinación para un funcionario público. Terminó aseverando que militantes partidarios de una de las facciones en cuestión habían "asesinado” -el verbo es textual de su breve posteo en la red social Twitter, si es que no lo ha borrado tras leer estas líneas- al precandidato y secretario de Gobierno del municipio santarroseño. 

Esa hiperbólica hipótesis, posteriormente tirada por tierra con la confirmación por parte de un fiscal sobre las causas del fallecimiento, arrojada como un encendedor sobre una mecha, afortunadamente no hizo mella en el ánimo de la comunidad ni encontró adeptos que la foguearan o sostuvieran. 
Esa exageración, no obstante, no logra tapar por completo la confusión del incidente en la zona Este de la provincia. Qué hacían los militantes de uno y otro partido en la madrugada de las elecciones, es materia de sucesos que hasta el momento no han encontrado una explicación sólida o más que aparente. Si esos sucesos tuvieron una influencia decisiva o no, en el resultado posterior de los hechos, tampoco.

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Comentarios

15/8/2017 | 19:32
#149006
El problema en el Este es la violencia generalizada que ya lleva años azontando la zona. Por un lado el panfleto anónimo por el otro el patoterismo y Brutalidad de los actores políticos. Factor común la idea de comprar el voto en base a la necesidad de la gente. Sres es hora de que la justicia condene a alguien alguna vez al violento., al ladrón, al que práctica peculado... y así estaremos algún día en una sociedad un poco mas justa

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