En una breve serie de declaraciones vertidas en la jornada de ayer a medios de comunicación, el ministro de Gobierno, Gustavo Saadi, aseguró que por el momento no se ha avanzado con una nómina de posibles suplentes para los cargos que eventualmente -con lo que por ahora parece ser una victoria asegura en las elecciones de octubre- podrían quedar vacantes.
No se trata sólo de áreas que puedan quedar vacías y que automáticamente puedan obtener una suplencia o una suerte de subrogancia por parte de otras más. En el caso del ministerio de Gobierno, Saadi ha desempeñado un papel preponderante en la gestión. Ha generado diálogo interinstitucional y no se ha dejado llevar por iras o declaraciones destempladas que sí caracterizaron a su predecesor. Ese espacio requerirá de un cuadro con una destreza de muñeca igual o superior para recorrer los próximos dos años de gestión de gobierno corpaccista.
Con una similar percepción cuenta el ministro de Hacienda, Ricardo Aredes, un "indiscutido” en el elenco del gabinete y uno de los pocos que permanece en su puesto desde el inicio de la nueva gestión, allá por el año 2011.
A pesar de esto, quedan otros espacios clave que seguramente deberán contar con por lo menos una terna de nombres que estén preparados no para arrancar de cero y aclimatarse, sino para tomar la posta justo donde podrían dejarla los ahora ocupantes.
Mónica Salazar, actual directora del hospital de niños "Eva Perón”, es otro de los nombres. Apreciada y combatida por igual, logró estabilizar la situación de un nosocomio que poco antes de su llegada había sufrido cuestionamientos varios en distintas áreas.
Armando Zavaleta, alguna vez subsecretario en el ministerio de Hacienda y ahora secretario de Ambiente, se suma a la lista de los candidatos que tienen buenas chances de pararse por primera vez en la cámara de Diputados de la provincia, también deja un hueco complejo para rellenar.
Lógicamente, parece temprano para hablar de suplencias. Pero los resultados categóricos del pasado domingo ya permiten prefigurar el desenlace de octubre y, por ende, la necesidad de ir preparando desde ahora a quienes asumirán en cargos que se consideran clave para el normal devenir del Estado.