Apuntes del Secretario

domingo, 24 de septiembre de 2017 01:41
domingo, 24 de septiembre de 2017 01:41

La reunión de los dirigentes de Cambiemos con el ministro Rogelio Frigerio, concretada el jueves en una dependencia del aeropuerto “Felipe Varela”, no dejó conclusiones ni promesas concretas, pero sí algunas lecturas políticas poco auspiciosas, de cara a las elecciones del 22 de octubre, para la representación local. Por empezar, (la reunión) se asemejó a un pedido de ayuda desesperado para que el gobierno nacional ponga recursos y, de paso, frene las acciones de su similar provincial. En síntesis, fue la misma letanía que el ministro bien conoce –recordemos que ya estuvo en Catamarca un par de veces y recibió, aunque sea por un rato, a los radicales o a la tropa PRO- y que también supieron receptar altos funcionarios como Marcos Peña, José Cano o Julio Martínez, por nombrar solamente algunos, todos los cuales deben albergar escasas chances de ganar una elección en Catamarca si los dirigentes que acompañan trabajan poco y quieren el “plato servido” para enfrentar los actos electorales. A tal punto llegó el nivel de impotencia en el cónclave con Frigerio que las posibilidades más alentadoras giraron alrededor del anhelo, no ya de ganar, sino de acortar las distancias con el peronismo o, directamente, alcahuetear al correligionario chumbichano Alfredo Hoffman, para quien pidieron “ayuda cero” en virtud de sus coqueteos con la Casa de Gobierno. ¿No sería mejor recuperar a este intendente para algún proyecto propio?

Quien mejor resumió la desazón que anida en los corazones de la alianza opositora fue el intendente interino de Ancasti, Rodolfo Santillán, para quien la dirigencia nacional “carece de compromiso” con los correligionarios catamarqueños y, en su caso, con los del departamento Ancasti, donde se vota el 15 de octubre, 7 días antes de las provinciales. Vamos por el camino de la sinceridad. Comprendemos a Santillán, pero opinamos que debería llamarse a la reflexión. La Casa Rosada, hoy mismo, emplea el 99,99% de sus energías en los grandes centros urbanos y, en modo especial, en el gigante bonaerense, donde se juegan el 22 de octubre cerca de 10 millones de votos. Pensar en los 3.000 electores de la serranía catamarqueña y, por si fuera poco, arriesgarse a perder, no entra en ninguna agenda de tapas amarillas. Lo que sí puede hacer Santillán es trabajar, trabajar y trabajar, como corresponde a los verdaderos militantes. Lo mismo debería hacer el resto de los candidatos, encabezados por Brizuela del Moral, que al proponerse como la figura de referencia debería saber, de antemano, que a los recursos hay que pedirlos, pero también poner los suyos. O sea los personales. Como hacían, en otras épocas, Saadi o Barrionuevo, que apelaban a su propia billetera. Estas cosas son difíciles de explicar, pero en la política manda la realidad, por dura que ésta sea.

Si los números de las primarias no cambian en octubre, como ya se presume, la conformación de los bloques legislativos podría comenzar a definir cambios políticos de fondo dentro del Frente Cívico. Es que los principales caudillos radicales, Brizuela del Moral y Oscar Castillo, quedarían reducidos a expresiones mínimas. No tienen prácticamente nada en la cámara de Senadores y en la de Diputados hasta podrían quedar en minoría respecto a la mismísima oposición interna. El candidato a la reelección como diputado nacional, por ejemplo, tendría únicamente a Verónica Rodríguez Calascibetta, Jorge Sosa y Rubén Herrera como sus fieles acompañantes y, tal vez, una aliada como Marisa Nóblega. El castillismo, por su lado, se reduciría a Lobo Vergara y los sempiternos Marita Colombo y Víctor “El Gato” Luna, a los que podría acompañar Genaro Armando Contreras si resulta electo. Los contras dentro del bloque de Cambiemos, si no se produce un campanazo electoral, serían más. Anotemos: Paola Bazán, Francisco Monti, Carlos Molina, Juana Fernández, Analía Brizuela, Enrique Cesarini, María Alejandra Pons y el santamariano Carlos Marsilli. En número igualan a castillistas y brizuelistas juntos, quedando como incógnitas las posturas que puedan asumir Rubén Manzi y Humberto Valdez.

La renuncia al cargo de directora nacional de la Juventud de María “Petu” Castillo, la hija del senador nacional, no pasó desapercibida en los mentideros políticos. La noticia se conoció por televisión y, en un primer momento, no se habló de renuncia sino de un pedido de renuncia por parte de sus superiores. Frente a eso, la dirigente salió a aclarar por Facebook que se trató de una decisión personal por haber cumplido un ciclo –de apenas un año- y por sus deseos de regresar a ejercer su profesión de escribana en la provincia, aparte de renovar su “compromiso social y político”. Todas palabras muy loables y que pueden ser ciertas, pero la política tiene esas cosas de las segundas o terceras lecturas. Muchos correligionarios le dijeron a este secretario que no le creen ni media explicación y que la rajaron en una virtual represalia contra su padre, a quien no se lo vio en la campaña –únicamente visitó el departamento Antofagasta- y en la Capital Federal, en acuerdo con los radicales porteños, habría congeniado con Loustau y no con Cambiemos. ¿Podrá ser?

Hugo Daniel “El Grillo” Ávila, el exintendente de Tinogasta, pugnará en octubre por ganar una banca de diputado. En la primaria superó con creces el piso electoral y ahora, en representación de Unidad Ciudadana, va en busca de unos 10.000 votos que le permitan volver a los primeros planos de la política, en la cual tiene una larguísima trayectoria. Aún alejado del oficialismo, Ávila cuenta muchos amigos dentro del peronismo y va a recurrir a ellos para lograr el preciado objetivo. Buscará adhesiones en todo el territorio, por cierto, pero finca sus mayores esperanzas en los votos capitalinos, santarroseños, tinogasteños y de Fray Mamerto Esquiú, la tierra donde actúa la diputada nacional Verónica Mercado, artífice de la participación oficial del kirchnerismo en la provincia.

La presencia del ministro Rogelio Frigerio en el acto de Valle Chico, durante la entrega de viviendas del pasado jueves, dejó definiciones íntimamente vinculadas a la política. En primera instancia le apuntó al kirchnerismo, sobre el cual dijo que “muchas veces se recibieron casas sin los servicios básicos y con menos metros de los que el Estado pagó”, a partir de lo cual ponderó lo que para él es una explosión de obra pública en todos los rincones del país. Lucía Corpacci, en respetuoso contrapunto, había dicho previamente “cuando asumí existía gente anotada desde hace 25 años y se entregaban viviendas sin los servicios de agua y luz, por lo que la gente tenía que hacer la conexión. Ahora se entregan con servicios y hasta con los  espacios verdes que fijan los contratos”. Sin entrar en disquisiciones, queda claro que, en materia de construcción de viviendas, hay de todo y las necesidades de la gente  en la materia siguen siendo acuciantes. Vale, entonces, la necesidad que se hagan las cosas como corresponde.

Aparte de las viviendas, como lo ha confesado, otra de las obsesiones de la gobernadora tiene que ver con la modernización del Estado, a la cual persigue desde el arranque de su gestión. De esta forma, en la presente semana, bajo la conducción del licenciado Macedo, se presentó el sistema de Gestión de Documentación Electrónica (GDE), el plan que permitirá la digitalización de diversos sectores de la administración pública, por ejemplo el Registro Civil, dependencia donde la electrónica comienza a ganar terreno. Demás está decir que se trata de un avance muy importante y casi imprescindible para ir superando las barreras burocráticas que demandan los tiempos modernos.

RECUERDOS NO LEJANOS. Como lo hacemos habitualmente, el último bloque incluye acontecimientos del pasado.
Los tiempos cambian y las posiciones también. Leonardo Burgos, secretario general de ATSA (Asociación de Trabajadores de la Sanidad), es hoy una de las cabezas visibles de la CGT Regional Catamarca. Hace 25 años, para este tiempo primaveral, era desautorizado a negociar salarios por parte de una comisión interna del hospital “San Juan Bautista”. Más allá de estos vaivenes, muy comunes en el mundo sindical, el titular del gremio de la sanidad se mantiene en el tapete y, al parecer, no cuenta con oposición interna, por lo que resulta más que probable que se termine jubilando como jefe gremial. ¡Por algo será! En este sentido, aunque renieguen de él, la modificación de los estatutos por parte del secretario general del SOEM, Walter Arévalo, anulando la reelección indefinida, es una medida para aplaudir.

Hacia septiembre de 1992, por los medios de prensa, se conocía una noticia que iba a dar que hablar con el paso del tiempo. El exbanco de Catamarca, otrora orgullo de la sociedad catamarqueña, registraba una deuda de más de 100 millones de dólares, lo que tornaba muy difícil su recuperación. Particulares muy conocidos, lo mismo que famosas empresas, prominentes políticos, profesionales y comerciantes formaban parte de una larga lista de morosos los que, en definitiva, en complicidad con la política, terminaron fundiendo a la institución. Muchas fortunas, a partir de aquellas circunstancias, se amasaron con aquellos negociados que, años más tarde, iban a determinar el cierre del nostálgico Banco de Catamarca. Por supuesto que las listas de deudores se conocen y este diario las tiene a su disposición, como las puede tener cualquier ciudadano que pida consultas en lo que se llama banco residual. Aparte que fueron publicadas en los medios de comunicación de la época.

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