El Secretario

domingo, 14 de enero de 2018 00:55
domingo, 14 de enero de 2018 00:55

La “calma chica”, característica de las sesiones del Concejo Deliberante de Andalgalá, se rompió esta semana. La discusión por la utilización de las regalías mineras generó una tenso enfrentamiento entre José Luis “El Mono” Cativa y Sebastián Almada. El primero, alter ego del intendente Páez y seguramente candidato a sucederlo en 2019, defendió con vehemencia lo actuado por la actual administración y cargó contra el gobierno provincial que, días antes, se había expresado a través del diputado López Rodríguez. Esta vez, a diferencia de la opinión monocolor de debates anteriores, Cativa tuvo respuestas iguales o más acaloradas de parte de Sebastián Almada, el nuevo concejal peronista. El contrapunto fue subiendo de tono y, por poco, según comentarios, no termina en trifulca de matices callejeros.


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De la controversia surgieron verdades. Primero, que Andalgalá dispuso de dineros, provenientes de la minería, como ningún otro departamento. Segundo. Hubo malgasto, especialmente en tiempos de José Perea, al que le hicieron creer que era “rubio, alto y ojos celestes” y con la suficiente capacidad como para llegar a los horizontes más preciados. Gastó en función de esos quiméricos sueños y, así, quemó los sueños de los ciudadanos. Páez, en verdad, tuvo otro comportamiento, pero no se privó de utilizar dinero de las regalías en gastos estériles. Finalmente, defenestró al gobierno por haber reglamentado el uso de esas regalías. Es más: junto a Humberto Valdez, exintendente de FME, fue a la Justicia a reclamar por la autonomía que le permitiera disponer a su antojo del dinero. Le fallaron en contra y, estamos seguros, les hicieron un favor a los andalgalenses. Es mucho mejor hacer los proyectos antes que la “libre disponibilidad” de un intendente.


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Desde lo político, el duelo Cativa-Almada, aparte de novedoso, permite que haya un atisbo de oposición. Hasta ahora, los peronistas “congeniaban” a la perfección con Páez. Lo que debía ser una relación 4 a 3, era 7 a 0. Almada cambió a 6 a 1. Por lo menos surgió una voz disonante.
 

30%
Satisfacción
0%
Esperanza
15%
Bronca
7%
Tristeza
0%
Incertidumbre
46%
Indiferencia

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