Diferenciales

lunes, 15 de enero de 2018 00:00
lunes, 15 de enero de 2018 00:00

Una publicación del matutino porteño El Cronista de hace unos días subrayó las altas cualidades de 10 vinos nacionales.

En el catálogo de las etiquetas “que sin dudas merecen descubrirse a lo largo de este año” figura, en el segundo lugar, un producto de tierras catamarqueñas: el “Vallisto Extremo Criolla 2017”, al que se caracteriza como “uno de los pocos vinos de alta gama hecho con uvas criollas plantadas en Catamarca, a 2.600 metros de altura”.

Además de destacar sus bondades, el autor de la nota señala que, entre otros méritos, “debería ser disfrutado por su unicidad”.

Ciertamente se trata de un logro relevante toda vez que por debajo del tinto local quedó ubicada la oferta de famosísimas bodegas y marcas de la Argentina como Zuccardi, Luigi Bosca, Quara y Bianchi.

Además del trabajo de los productores directamente relacionados con la actividad, como Pancho Lavaque y Marcelo Pelleriti en el caso del “Vallisto”, el nuevo posicionamiento vitivinícola de la provincia tiene que ver con la consolidación de un rubro productivo que, desde hace más de una década, viene dando señales concretas de mejoras.

Para este presente tuvo mucho que ver que se hayan mantenido estrategias como el recambio varietal que está generando uvas de excelente calidad, merced a las inmejorables condiciones climáticas y de suelo en zonas como Fiambalá o Santa María, dos de los polos productivos.

A esto se sumó el impulso a la radicación de proyectos en una acción que, afortunadamente, ha trascendido los gobiernos para volverse una política de Estado.

Es claro que este rubro aprovecha potencialidades de nuestro territorio, al igual que sectores como el olivícola, que también ha dado muestras de crecimiento, más allá de algunos problemas coyunturales, tal como señaló un informe del ministerio de Agroindustria que dio a conocer El Esquiú.com.

En ambos casos, se trata de lo mismo: reforzar producciones primarias a las que se puede dar valor agregado localmente, con impronta propia y posibilidades de inserción en un mercado cada vez más exigente. 

Diferenciales de desarrollo que deben ser estimulados y ampliados hacia otros sectores capaces de generar empleo e ingresos genuinos.
 

84%
Satisfacción
7%
Esperanza
7%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia

Comentarios

15/1/2018 | 15:52
#149006
Por suerte el equipo de Chico se dedicó al Tomate, porque de haberlo hecho con el vino, los viñedos serían experimentales en tierra de amigos...por supuesto con riego por goteo.

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