La facultad de Tecnología y Ciencias Aplicadas de la Universidad Nacional de Catamarca inició un nuevo ciclo académico con una sorprendente matrícula de 800 alumnos.

Ingeniería, licenciatura en Geología, tecnicatura universitaria Industrial y Arquitectura fueron las propuestas más convocantes para los jóvenes egresados del nivel secundario.

La cantidad de inscriptos, muchos de los cuales ya arrancaron con los cursos nivelatorios, demuestra “el interés por estudiar e involucrarse en profesiones que están en sintonía ya no con el futuro, sino con un presente en el que la actividad del hombre depende cada vez más de los avances a pasos agigantados de la ciencia y la tecnología”.

Así lo expresó el decano Carlos Savio, al recibir a los nuevos estudiantes con palabras de aliento.

Lo que ocurre en esta facultad es síntoma de la necesidad de miles de jóvenes por capacitarse y emprender una carrera que les brinde oportunidades de incorporación y progreso en el campo laboral.

Es una promisoria señal que las aulas estén completas, en particular cuando nuevos emprendimientos llegan a la provincia -especialmente en el área minera- y contar con mano de obra calificada facilitará la contratación de trabajadores catamarqueños.

Es importante también que no sólo los jóvenes de Capital  o aquellos que puedan trasladarse para estudiar tengan la oportunidad de acceder a una formación superior.

El crecimiento de ciudades y localidades del interior, demuestra de un tiempo a esta parte que la UNCA como única casa de altos estudios en Catamarca no alcanza a cubrir todo el universo estudiantil.

Quizás este año pueda avanzarse en el proyecto de la Unoca, como un paso más para igualar las posibilidades de los jóvenes de Capital e interior, ofreciéndoles aquello que evidentemente demandan mayoritariamente.