Gran revuelo causó en distintos ámbitos el documental “Viaje a los pueblos fumigados”, obra del cineasta y senador Fernando ‘Pino’ Solanas, que estos días se proyectó en el 68° Festival Internacional de Cine de Berlín. Se trata de una película descripta como un verdadero ensayo cinematográfico, que denuncia el flagelo que afecta a la salud de los argentinos por el uso cada vez más acentuado de agrotóxicos, pesticidas y fungicidas en los sembradíos del país.
La película se filmó en Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Salta, Chaco y Misiones, distritos con una fuerte actividad agrícola, donde se reunieron testimonios sobre las consecuencias que tiene el modelo actual en la alimentación y la salud de la gente. Según el autor, “en la Argentina se producen alimentos con veneno. Todo cultivo utiliza agrotóxicos venenosos y muy peligrosos, porque enferman con capacidad de matar a los consumidores. Son tan tóxicos que la mayor parte de estos agroquímicos producen malformaciones hereditarias”.
El filme plantea duros cuestionamientos al modelo agrícola transgénico, al afirmar que el país produce granos, carnes y alimentos con agrotóxicos y sustancias químicas, en contraposición con la ecoagricultura, que demuestra que es posible cultivar alimentos libres de pesticidas. Con una mirada crítica como pocas veces se conoció sobre el sector, Solanas expone que la mayor rentabilidad del agro se está haciendo a costa de la deforestación, el monocultivo, la destrucción del suelo, inundaciones y éxodos rurales; con el agravante de la contaminación que producen el glifosato y las fumigaciones.
No se trata de un tema realmente novedoso, pero es interesante que salga a la luz, entre otras cosas porque durante muchos años se puso de moda que políticos y artistas de distintos lugares se pronunciaran -sistemáticamente y sin mucho conocimiento- contra actividades como la minería, sin considerar siquiera lo que ocurría en sus propias provincias.
Quizás ahora cuenten con algo más de información y revisen sus posturas.