Rara vez se contempla la salud de las personas al evaluar la marcha de las principales medidas económicas, ya que la naturaleza de ambas ramas sugiere que se trata de informaciones que transitan caminos inconexos. Sin embargo, quedó científicamente comprobado que la inestabilidad económica es un claro factor de riesgo cardiovascular. Tan lejos llega esta certeza que la Fundación Cardiológica Argentina y la Sociedad Argentina de Cardiología recomendaron al Estado implementar estrategias para mitigar los posibles efectos adversos de la incertidumbre financiera sobre la salud del corazón.
Estudios científicos realizados en diversos países como Grecia, Irlanda del Norte y la Argentina comprobaron el impacto que tienen las crisis económicas sobre la salud de los seres humanos.
Estos trabajos establecieron un vínculo entre el estrés psicosocial y un mayor riesgo de enfermar. En particular, las investigaciones constataron un aumento de la morbi-mortalidad por causas cardiovasculares en períodos de incertidumbre financiera.
Según se indica, sobran las pruebas para demostrar este vínculo cardiológico-financiero. Y los datos no son solo de marca nacional: se ha descripto que las crisis bancarias aumentan hasta seis veces las muertes por enfermedades cardíacas en los hombres de los países de ingresos altos y hasta tres veces en los de ingresos bajos. Teniendo en cuenta el resultado del estrés agudo y crónico y la relación temporal entre los períodos de crisis y los infartos, se consideran ya las crisis económicas como un claro factor de riesgo cardíaco.
Como se ve, no solo el bolsillo sufre por estos días.