¿Cuántos más?

domingo, 20 de mayo de 2018 00:00
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Nuevamente se registró un ataque armado en una escuela estadounidense, el incidente número 35 en lo que va del año, esta vez con un terrible saldo de 10 muertos,  un docente y los demás alumnos.

Los tiroteos en ámbitos educativos se padecen cada vez con mayor frecuencia y despiertan innumerables debates y análisis, que no conducen a ninguna parte y se apagan hasta que un nuevo ataque ocurre.

La pregunta es por qué ocurren tantos episodios de este tipo en ese país, cuyos índices no tienen comparación con el resto de las naciones desarrolladas. 

A diferencia de lo que se podría pensar, los tiroteos masivos no ocurren siempre en zonas violentas, sino que golpean a comunidades apacibles.

Los expertos mencionan varios factores, entre ellos el hecho de que desde los años 70 del siglo pasado, Estados Unidos fue cerrando la mayoría de sus hospitales psiquiátricos, traspasando el problema a las cárceles.

Asimismo, cientos de miles de personas sufren trastornos mentales sin la necesaria atención especializada, que no es cubierta en la mayoría de los casos por la seguridad social.

Por cierto, la facilidad con que un posible atacante puede adquirir un arma de fuego, incluso de categoría militar, es otra de las características que eleva el saldo de víctimas en este tipo de acontecimientos.

Pero los grupos de influencia como la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés) cabildean con fuerza en Washington para evitar cualquier legislación que disminuya las ganancias de su lucrativo negocio.

Un síntoma espeluznante del país que se jacta de ser el líder del “mundo libre” y no encuentra resolución para un drama recurrente que se expresa en la violenta muerte de cientos de inocentes. ¿Cuántos más tendrán que morir hasta que frenen esta locura?
 

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Comentarios

20/5/2018 | 00:25
#149006
El tema es...¿como frenar esa locura súbita? Por una parte los atentados suicidas de terroristas no deben contarse dentro de este grupo de ataques masivos. Por el otro, la vida en un país como EEUU no es nada fácil para los que menos tienen o los clase trabajadora o clase baja. Allí la discriminación existe, aunque solapada a veces, la mayoría de los casos son manifiestas. Y por último, las alteraciones psiquiátricas de adolescentes o jóvenes que son víctimas de buliyng y un día se toman venganza. ¿Cómo frenarlo? Con vigilancia con cámaras como en una cárcel y con detector de metales como en los aeropuertos.

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