El Secretario

viernes, 25 de mayo de 2018 00:00
viernes, 25 de mayo de 2018 00:00

El diputado nacional Gustavo Saadi volvió a poner sobre el tapete un tema histórico en el Congreso de la Nación, al plantear las abiertas inequidades que se observan a la hora de subsidiar los servicios en el país. El legislador peronista señaló las crónicas diferencias que se observan en el mapa tarifario, con una constante difícil de justificar para Nación, pero hasta aquí inamovible, merced a la cual los catamarqueños pagan siempre mucho más que los porteños o los bonaerenses. No hay razón lógica que explique el motivo por el cual en esta parte del país los usuarios domiciliarios deben abonar más caro que en grandes centros urbanos, y Saadi lo planteó abiertamente en ocasión de presentarse el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en el recinto.


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En realidad el tema es bastante complejo y lo que revela es que no existe la menor coherencia a la hora de definir costos por un servicio, ya que los acuerdos se cierran individualmente según simpatías y conveniencias de variada especie. De este modo, hubo un momento en que consumiendo la misma cantidad de kilovatios por hora, cada ciudadano abonaba un precio distinto dependiendo del lugar del país donde estuviere. Incluso en una misma ciudad el precio varía de acuerdo con la empresa que suministre, ya que hay sitios con más de una distribuidora. Así las cosas, a igual consumo, un porteño pagaba a Edenor 0,797 pesos, pero un porteño de Edesur pagaba 0,843. Al mismo tiempo, un mendocino paga 0,509; un cordobés 1,312; un platense 1,136; un santafesino 1,771 pesos... y un catamarqueño más todavía.


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Las injusticias van más lejos cuando se observa que a las empresas gigantes les perdonan o bonifican deudas, mientras que a las más pequeñas empresas provinciales, como nuestra EC Sapem, se le acumulan deudas multimillonarias sin la menor concesión. Durante la gestión de Mauricio Macri hubo diversos anuncios referidos a la intención de comenzar a equiparar las cosas, pero en los hechos poco se avanzó. Y las modificaciones que hubo en busca de equilibrar costos fue siempre hacia arriba: los que pagaban muy poco pagan un poquito más, los que pagan mucho, muchísimo... y los que pagaban muchísimo están a punto de ser asfixiados. Evidentemente, algo debe cambiar.
 

20%
Satisfacción
0%
Esperanza
60%
Bronca
0%
Tristeza
10%
Incertidumbre
10%
Indiferencia

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