El Secretario

lunes, 18 de junio de 2018 00:18
lunes, 18 de junio de 2018 00:18

En política se escucha decir siempre que “obras son amores”. La frase se repite en la inauguración de infraestructura de cierta importancia, especialmente aquella a la que el gobernante de turno, sin importar la envergadura del distrito que administra, considera emblemática de su gestión. Algunas obras ciertamente dejan huella, pongamos el ejemplo exitoso de Valle Chico y el ex Sussex, para Lucía, o la remodelación de plazas en el caso de Raúl Jalil. En otros, lo que prometía ser un batacazo termina en medio de críticas o escándalo y hasta se convierte en factor determinante de un revés en las urnas. Un caso paradigmático es el de Natalia Soria y las cloacas chacareras: una millonaria inversión para solucionar una carencia histórica y mejorar la calidad de vida de los vecinos chacareros que, por distintas circunstancias -la mayoría de ellas que se le escapaban a la entonces intendenta-, mutó en fiasco. Todavía hoy las calles de Valle Viejo parecen un campo minado y ni siquiera las cloacas cumplen su función.


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Tras la derrota de Natalia en 2015, volvió nuevamente al sillón municipal Gustavo “El Gallo” Jalile. A diferencia de mandatos previos, le tocó gestionar con un gobierno de diferente signo político en la Provincia, aunque en sintonía con la Nación, lo cual le sirvió poco a la hora de conseguir fondos. Con una comuna largamente comprometida en sus finanzas y problemas estructurales como el que tiene con el Sistema Educativo que él mismo creó, Jalile prácticamente no realizó trabajos de relevancia durante los últimos dos años y medio. El panorama, sin embargo, comenzó a cambiar con la intervención de la avenida Presidente Castillo que, en el tramo entre el parador de Tres Puentes y el límite con Fray Mamerto Esquiú, lleva adelante la comuna. El proyecto, aunque sencillo, promete ordenar el tránsito con nuevas rotondas, optimizar la accesibilidad al transporte público -mediante dársenas en el medio de la ruta similares a la del metrobus porteño- y, lo más importante, reasfaltar todo lo dañado con las zanjas de las cloacas. La obra ya registra un notable avance y, si se cumplen los plazos prometidos, le servirá al viejo caudillo para levantar la imagen de su alicaída gestión.

21%
Satisfacción
3%
Esperanza
46%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
28%
Indiferencia

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