Aunque perdió la intensidad de los primeros días -casi un calco de lo acontecido con el Mundial que culmina el domingo-, el tema de los docentes que sacaron licencias truchas para irse a Rusia no deja de producir novedades. Fue el propio titular de la cartera educativa Daniel Gutierrez quien informó los últimos pormenores. Dijo el ministro que, de acuerdo a la Dirección de Migraciones, algunos de los que viajaron no regresaron todavía al país -llevan más de tres semanas en Europa-, aún con la polémica desatada al descubrirse las irregularidades, pero que abogados que los representan están haciendo presentaciones para tratar de frenar las suspensiones ya decididas. También señaló que un nuevo grupo de posibles infractores está bajo la lupa de Reconocimiento Médico y que sobre ellos se avanzaría igualmente con un sumario que podría terminar en la exoneración.
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Que sea el máximo responsable del área educativa de la Provincia el que mantenga la cuestión en la agenda pública indicaría, al menos, cierta preocupación porque no quede en la nada. De todas maneras, para la aplicación de sanciones definitivas resta un largo proceso burocrático y hay que ver si efectivamente se toma una decisión de la envergadura de dejar a los docentes cuestionados sin trabajo, más allá de la verdadera defraudación al Estado que cometieron con su avivada. En este sentido, es sabida la tolerancia de las autoridades hacia los trabajadores del sistema. Baste recordar la cantidad de veces que amenazaron con descuentos por paros que finalmente no se aplicaron o fueron destimados luego del pataleo de los gremios o como parte de acuerdos que garanticen la continuidad de las clases. Para reafirmar que políticamente se decidió, esta vez, “ir en serio” contra los que usufructuaron las licencias truchas, Educación pidió a la Justicia que investigue tanto a docentes como a  los médicos que extendieron los certificados con falsos diagnósticos. No obstante, para el ciudadano de a pie hasta que no se informe sobre al menos un profesor o maestro efectivamente expulsado por el tema, la cosa no pasará, como tantas otras veces, de la mera advertencia oficiosa sin reales consecuencias.