Apuntes del Secretario

martes, 17 de julio de 2018 00:14
martes, 17 de julio de 2018 00:14

Muchos consideran que las elecciones de 2019 están alejadas en el tiempo. La realidad del almanaque indica otra cosa. Conforme lo determina la ley, la convocatoria de Mauricio Macri señala que se estará votando para elegir presidente, el cincuenta por ciento de los diputados nacionales y los senadores de ocho provincias (Catamarca, en esta categoría, recién lo hará en 2021) el tercer domingo de octubre, con lo cual hay que efectivizar las primarias, que son obligatorias, setenta días antes. Se concluye, entonces, que los precandidatos deben estar inscriptos en la Justicia Electoral Nacional a mediados de junio de 2019, esto es, dentro de 11 meses. Por ello, en los distintos comandos ya existen movimientos y comienzan a surgir nombres que podrían estar inscriptos en las boletas del año venidero. En el caso de Catamarca, como se sabe, las fechas de elección pueden ser distintas a las de Nación. La gobernadora tiene la chance, de acuerdo a la letra de la Constitución, de convocar las provinciales (gobernador, intendentes y concejales) “en un domingo de marzo”, con los cuales las fechas de las PASO se retrasan hacia fin del año 2018. Si bien es cierto que esta posibilidad nos parece improbable, y depende en gran medida de negociaciones con la Casa Rosada, nadie debe descartarla. En materia de antecedentes, digamos que a partir de 2011, Lucía Corpacci eludió marzo y siempre llamó a elecciones en octubre, en coincidencia con las nacionales. Ocurrió en 2013, 2015 y 2017. ¿Se quiebra esa línea para 2019? ¡Hummm…!

En el peronismo, a nivel nacional, en las dos últimas semanas, ha cobrado fuerza una eventual precandidatura a presidente del exembajador de Raúl Alfonsín en la Unión Europea y exministro de Economía de Néstor y Cristina Kirchner. Nos referimos a Roberto Lavagna que, a los 76 años, tiene una imagen positiva superior al 50%. El primero que dio a conocer su nombre fue el veterano Eduardo Duhalde, al que le siguieron otros altos dirigentes que, con sus propias valoraciones, lo consideran el hombre indicado para desalojar al PRO de la Casa Rosada. La jugada es difícil porque sus propulsores dejan al margen al kirchnerismo, que tiene su propia fuerza y hoy estaría reuniendo el 30% de los votos a nivel país. Esa separación, casualmente, es la que busca el macrismo para conseguir la reelección. De todas maneras, si se confirmase lo de Lavagna y el kirchnerismo iría detrás suyo, no caben dudas que en el ocaso de su vida podría llegar a la presidencia de la Nación, un cargo que nunca buscó, pero se lo están proponiendo.

En relación con las precandidaturas nacionales, aunque aparentemente no haya tantos oferentes como, por ejemplo, para la Municipalidad de la Capital, es probable que varios miren a ese cargo con gran interés. Un sector que lo buscaría y que no lo desmiente, sería la llamada renovación peronista que, en la eventualidad de una negociación, ofrecería los nombres de Fernando Jalil o Jorge Moreno, dos legisladores que están completando su mandato en diciembre de 2019. Sin embargo, hay varios nombres más, los que pueden ser propuestos directamente o surgir de una negociación. En ese supuesto, que nadie ignore a Verónica Mercado que, con el apoyo del kirchnerismo con el que se identifica, podría ir por la reelección. Desde el antikirchnerismo, por su parte, podría surgir la figura de José Luis Barrionuevo, actual interventor del Consejo Nacional Justicialista que, aunque “lo aburra” el Congreso, nunca lo desprecia como chapa de poder, como ya lo supo demostrar en la década del 2000 cuando le tocó, primero ser senador y, más tarde, diputado. Por el lado de la alianza Cambiemos, lo más probable es que salga alguien totalmente identificado con Mauricio Macri, o sea del PRO. Desde las vertientes radicales, los nombres de Ricardo Guzmán o de las flamantes autoridades, Alejandro Páez y Roberto Gómez, asoman como las alternativas a tener en cuenta. Ricardo Guzmán convence a la Rosada, Alejandro Páez tiene que dejar “sí o sí” la intendencia de Andalgalá y Roberto Gómez ya buscó en 2017 ese cargo, oportunidad en la que tuvo una actuación memorable con un registro en la primaria cercano a los 40.000 votos.

En relación con el médico Roberto Gómez, digamos que ya está a cargo del comité Capital de la UCR y, aparte del obligado anhelo de fomentar desde su cargo la unidad partidaria, durante el discurso de asunción, habló de las “legitimidades” de las actuales autoridades. En ese sentido, indicó que la Cámara Electoral Nacional analizó y revisó los antecedentes que fueron enviados desde Catamarca para llegar a la conclusión que los integrantes de la lista que le tocó integrar “han sido legítimamente elegidos”. En ese marco, nos permitimos discrepar. De Páez hasta el último convencional no fueron votados por los afiliados y lo que tenía que ver la Cámara nacional era poco y nada, en orden a que si una Junta Electoral inhabilitó una lista es problema del distrito y no de la Nación. Por lo tanto, la sospecha del fraude y de una componenda para evitar la expresión de los afiliados, está latente y perseguirá a todos hasta el fin del mandato. Quizá en el caso de Gómez, por su ajenidad con los “dueños del Partido”, la cosa sea distinta. Él nunca le escapó a las internas y, más que eso, siempre y en todo momento las alentó como una forma de democratizar la UCR.

Dura declaración del secretario de Hacienda de la Municipalidad de Valle Viejo, el contador Raúl Giné. El exministro y exdiputado del Frente Cívico, que responde al intendente Gustavo Jalile y por largos años integra filas castillistas, enfatizó que durante la gestión iniciada en 2015 la comuna chacarera no recibió ni un centavo para obras por parte de la Nación. Se trata de una cuestión parecida a la de la provincia, que dio continuidad al plan de obras que venía de la gestión anterior, pero no cuenta con ninguna iniciativa nueva en casi tres años. De todas formas, por pertenecer al mismo sector, la explosión de Giné esconde un mensaje político de profundo desencanto. Es que por lares chacareros se esperaba una ayuda que dinamizara la actividad pública y pudiera reflejarse en el campo de la política. Nada de eso ha ocurrido. Queda el consuelo de que en la mayoría de las provincias chicas (Salta y Jujuy serían las excepciones) el aporte nacional no fue significativo, como sí ocurrió en los grandes centros urbanos donde está la base de sustentación del macrismo. ¡Maldito Pacto de Olivos que hirió de muerte al federalismo!

Los lamentos de Raúl Giné no terminan con la falta de obras en Valle Viejo. Como conocedor profundo de las finanzas, teme que los tiempos por venir sobrevengan con otras malas noticias. Esto es, que el municipio registre disminuciones en materia de coparticipación municipal por la baja de la recaudación que se presume inevitable. Es que ya se sienten los síntomas de la recesión y cuando hay recesión la recaudación es menor (el cobro del IVA, en estos casos, resulta fundamental), con lo cual las malas noticias se trasladan automáticamente hacia las provincias y los municipios. De todas formas, no se trata de noticias sorpresivas. Las más altas autoridades, apenas refrendado el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), vienen anunciando restricciones generales, algunas de las cuales indican que el costo de la crisis, al menos en un 40 o 50%, la tienen que pagar los Estados provinciales. Ya veremos cómo se dan estas cosas cuando llegue la hora del tratamiento del presupuesto 2019. De allí surgirá la receta para enfrentar el diagnóstico de los próximos tiempos. No hace falta aclarar que se trata de una situación de gravedad.

 

RECUERDOS.

Como lo hacemos todos los martes, jueves y domingo, en los últimos bloques rememoramos hechos del pasado cercano.

Un 16 de julio de 1993, en la cámara de Diputados de la provincia, se lograba la media sanción para la implementación de los famosos bonos de cancelación de deuda de la época que iban a reemplazar al dinero en efectivo que, por aquellos tiempos, escaseaba, de modo tal que no existía ninguna chance de aumentar los sueldos y corría peligro el pago regular en la administración pública.

La decisión de los diputados provinciales fue por mayoría simple, lo que molestó a la oposición que, conforme a su criterio, para este tipo de sanciones,  se necesitaba los dos tercios de los miembros de la Cámara. Otra que levantó su voz de protesta por la medida fue la CGT Regional de Catamarca. El proyecto, casi inmediatamente, pasó a la Cámara de Senadores, la que debía sesionar el 21 de julio para convertirlo en Ley.

No pudo ser en aquel primer intento por la falta de quórum que determinó la ausencia de los legisladores peronistas. Sin embargo, a la larga, los bonos iban a terminar circulando como dinero en efectivo y se mantendrían hasta la llegada al gobierno nacional del extinto Néstor Carlos Kirchner.

 

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