Recientemente el Gobierno Nacional impulsó, sin éxito, una reforma electoral en la que proponía como uno de sus principales postulados la implementación, en todo el territorio nacional, del sistema de voto electrónico. Esto derivó en una importante discusión ciudadana, académica, de expertos en tecnología y cyber-seguridad, y de la política en general, sobre el tema. Correr la hojarasca es necesario para lograr desentrañar lo que se esconde detrás de ella, incorrecto será centrarnos exclusivamente en las malas intenciones, manipulaciones o negocios que se pueden esconder detrás de todo esto, ya que dejaríamos de lado las inconsistencias de un sistema que esconde serios déficit y tensiones con derechos fundamentales.

Los partidarios de éste modelo de votación argumentan que se trata de una forma de adaptar nuestro sistema electoral a las tendencias mundiales, que se pondrá fin al clientelismopolítico, que será mas cómodo para el votante y que los resultados electorales se conocerán con mayor rapidez, entre otros argumentos.

Ante éstos planteamientos debemos preguntarnos: ¿realmente es una tendencia mundial? Creo que efectivamente el mundo se inclina por volver al sistema de votación tradicionaly particularmente en nuestro país lo que se busca es construir un gran mito alrededor de ésta falsa premisa, la cual es preciso desentrañar.

A modo de ejemplo podemos decir que Holanda, luego de haber detectado fallas en el sistema electrónico, regresó al sistema de votación tradicional; Bélgica, siguió la misma tendencia de su país vecino, otros países que abandonaron éste método tecnológico de votación, luego de hacer pruebas pilotos, fueron Irlanda, el Reino Unido y Noruega. La Corte Suprema de Alemania, lo declaro inconstitucional en el año 2009 por considerar que se vulneraban o, por lo menos, corrían graves riesgos derechos electorales fundamentales, con lo cual los alemanes debieron volver a las boletas electorales de papel; situaciones similares a estas sucedieron recientemente en países como Austria, Finlandia, entre otros.

Es normal que cualquier ciudadano Argentino desee equipararse, tomando mecanismos electorales e institucionales, de otros países avanzados, llamados de primer mundo, que se caracterizan por una larga trayectoria y experiencia democrática. El problema en todo esto, se presenta cuando se le miente a la ciudadanía sin mostrar la verdadera cara de la realidad, lo cual implica reconocer que estos países están regresando a un sistema electoral de votación manual por medio de la boleta papel.

Existen una serie de principios fundamentales que entran en tensión con un sistema de votación electrónico,tales como: la confianza del elector, la seguridad de la información, protección del secreto, el control ciudadano del proceso, entre otros.

Emplear aparatos electorales electrónicos, condicionan la capacidad de control que el ciudadano puede ejercer sobre el acto eleccionario, solo las personas con conocimientos técnicos sobre la materia podría llevar a cabo un relativo control que pueda inspirarle una fundada confianza, esto indudablemente aleja a la gran mayoría del electorado de tener certeza que su voto sea materializado según su decisión, es decir no se podría conocer fehacientemente que lo seleccionado en una pantalla es lo que efectivamente procesó el sistema.

Además, el control de votación al hacerse en forma automatizada por un software que procesa datos almacenados en una memoria virtual que posee la maquina de votación, aleja al pueblo del control en el escrutinio, dejándolo reservado en forma exclusiva en manos de técnicos especializado en ese tipo de sistema.

Esto condiciona la seguridad y la certeza del acto electoral, ya que bien como lo tiene expresado la Corte Constitucional de Alemania: "… la recepción de los votos y la contabilización de los resultados electorales se basan en un proceso de cálculo, que desde afuera y para personas sin conocimientos especiales de técnicas informáticas no son comprobables. Por ello es que errores en el software de los aparatos electorales son de difícil detección. Además, estos errores pueden afectar no sólo una computadora electoral, sino todos los aparatos utilizados. Mientras que en las elecciones tradicionales con boletas electorales las manipulaciones y falsificaciones electorales resultan poco posibles –o de cualquier manera sólo con un esfuerzo considerable y un riesgo de descubrimiento muy alto y de efecto preventivo…”

Por ello, resulta claro que en un sistema como el propuesto la manipulación de los resultados puede lograrse con menor esfuerzo que en un sistema de fiscalización electoral como el actual, ya que se necesitaría intervenir en múltiples mesas de votación, que a la vez se encuentran custodiadas por fiscales de los distintos partidos que compiten y, que una vez superadas estas barreras, deben sortear el conteo definitivo que se lleva a cabo días después de la votación en el juzgado electoral, en cambio con el sistema propuesto de votación electrónica bastaría solo una persona desde una computadora para detectar una falla o fuga en el sistema y entrometerse en el mismo, modificando el resultado electoral.

En definitiva, en virtud de la manipulabilidad y la propensión a error de los aparatos electrónicos electorales, resulta necesario que se puedan revisar los pasosesenciales del acto electoral y determinar el resultado de manera confiable ysin conocimientos técnicos especiales.

Estos mecanismos tecnológicos generalmente son terciarizados en empresas, las cuales son licitadas, pagadas y controladas por el gobierno de turno a lo cual se hace imposible no preguntarnos: ¿Cómo se comportara la empresa prestataria de tal servicio ante una situación critica de una elección que afecte sus intereses? ¿En caso de ganar el partido gobernante, como no sumergir en duda a dicha empresa? ¿Detrás de los cantos de sirena no se esconderá un gran negocio para unos cuantos?

Esto resulta de una trascendental importancia ya que las democracias se cimientan en la confianza en el sistema de elección que enlazan al ciudadano con las autoridades públicas, democráticamente elegidas, siendo éste un requisito esencial de las democracias modernas, sin la cual esos lazos se teñirían de desconfianza erosionándolo y poniendo en crisis el sistema político.

Entre las argumentaciones oficiales a favor del voto electrónico se escucha que persiguen disminuir costos, provenientes de la impresión de boletas, lo cual carece de sustento ya que la economicidad relacionada con las boletas no es un atributo exclusivo del estos modernos mecanismos, sino que resultan totalmente compatibles con el sistema electoral tradicional de boleta única.

Hay un punto en el cual es importante detenerse por su connotación política, a lo cual a modo de prematura conclusión considero altamente irresponsable que miembros de un gobierno democráticamente elegido puedan argumentar falsamente que el sistema de voto electrónico viene a terminar con el clientelismo político característico de los "gobiernos populistas”, más que un fundamento esconde una zancadilla política-partidaria a los sectores opositores, y una advertencia totalmente contraria a los cánones de institucionalidad federal que debe reinar en un gobierno que apunta a consolidar la transparencia y las instituciones dentro de un marco democrático, esto debe cotejarse con las declaraciones de altos funcionarios cuestionando con tono amenazante a los gobernadores que se manifestaron en contra de éste sistema, lo cual demuestra la impotencia de no poder sostener en el campo de la fundamentación el sistema electoral propuesto. Dicho argumento es falaz, ya que el clientelismo no se combate con un sistema electoral sino, con políticas públicas destinadas a evitar la intermediación en la transferencia de beneficios sociales, tal como la bancarización de ayudas sociales implementadas en la AUH.

Resulta llamativo que un Gobierno que dice combatir políticas "populistas” pretenda adoptar estas tecnologías en los procesos electorales, que son ampliamente utilizadas por gobiernos a los cuales ellos sostienen combatir en post de la "libertad” y la "democracia” como es el caso de la República Bolivariana de Venezuela, país en el cual, gran parte del arco político cuestiona la transparencia del proceso electoral.

Representativo de esto resultan las palabras del primer mandatario venezolano Nicolás Maduro cuando manifestó que: "900 mil compatriotas… 900 mil. Ya los tenemos, con cédula de Identidad y todo” este sincericidio confirmaba que los ciudadanos que no votaron la lista oficialista habían sido identificados, lo cual implica una muestra cabal de la vulneración de la cual puede ser victima el voto secreto, siendo éste un sensible derecho frutode grandes luchas por parte de la Unión Cívica y Radicalque se materializo en la Ley Saenz Peña, justamente como una forma de evitar el clientelismo y la persecución política.

Resulta llamativo que países considerados como modelos a seguir en materias de transparencia electoral y funcionamiento democrático de las instituciones como Uruguay y Chile mantienen un sistema de votación tradicional de boleta papel, con la diferencia que el cordillerano país vecino tiene implementada la boleta única.

Es importante resaltar y valorar la defensa que nuestra Gobernadora llevo a cabo de los derechos electorales y democráticos. Muchas veces se llenan tapas de diarios y programas de televisión con una posición única respecto de determinados temas logrando en definitiva tergiversar la realidad en beneficio de determinados partidos políticos, sin tomar en cuenta el daño institucional que se causa a la democracia, es por ello que como catamarqueños debemos estar orgulloso que nuestra gobernadora hayaadoptado una visión responsable sin seguir una postura fácil de respaldar una propuesta política que sin fundamentosocultaun fuerte operativo mediático y de marketing que impide ver las desventajas de adoptar un sistema electoral como el planteado.

Esto no es un hecho aislado en la posición política e institucional llevada a cabo por la Dra. Lucia Corpacci a lo largo de su mandato, en el cual modificó paradigmas muy enraizados en la practica política catamarqueña, lo que se esta produciendo en nuestra provincia desde el año 2012 es un desapoderamiento de la "política” de manos de los "políticos” y un empoderamiento de lo "político” en el pueblo y en las instituciones, tal como debería funcionar cualquier estado serio, responsable y respetable de las estructuras estatales. Como muestra de esta línea de gobierno es importante resaltar la propuesta de reforma constitucional, por la cual se persigue adaptar nuestra carta magna a los nuevos y modernos parámetros constitucionales, combatir los privilegios de la política y garantizar a la ciudadanía certeza electoral.Es menester resaltar el proceso deliberativo mediante el cual se construyo el consenso para llevar a cabo esta propuesta de reforma, lo que demuestra los fuertes lazos democráticos que unen a éste gobierno con el pueblo catamarqueño, ya que las grandes transformaciones solo puede lograrse con el apoyo del pueblo y nunca unilateralmente desde una oficina.

La importancia de la visión de Lucia Corpacci en materia democrática reside en que el acto de votar para elegir representantes o establecer opinión es central en las modernas formas democráticas de gobierno, esto se encuentra atravesado por una premisa fundamental sostenida por Thomas Paine:"el derecho al voto es el derecho primario con el cual se protegen todos lo demás”.

Mariano Rosales