Con: 'Catamarca por los Niños'

Cara a Cara: El desafío de “entre todos lo podemos hacer”

domingo, 4 de diciembre de 2016 00:00
domingo, 4 de diciembre de 2016 00:00
Por Kelo Molas

Entre todos, es posible. Esa fue la consigna y la bandera que un grupo de comprovincianos levantaron a comienzos de año, bajo la denominación de "Catamarca por los niños”.
 
Y marcaron un rumbo de realizaciones con trabajo y sentido de pertenencia  por las cosas que nos hacen falta. Hasta la propia gobernadora Lucía Corpacci supo destacar el trabajo de este grupo humano que se puso al hombro el desafío de que "entre todos, lo podemos hacer”
 
. En su artículo editorial del viernes 25 de noviembre, El Esquiú.com, bajo el título de "Que no se corte”, decía: "Es de esperar que el año que viene la acción solidaria que tanto éxito tuvo en el marco de esta propuesta sume nuevos desafíos, para seguir mostrando que el interés genuino por ofrecer soluciones puede resultar en beneficios para toda la comunidad”. Por lo mucho y bueno que hicieron, el Cara a cara de este domingo es para el grupo "Catamarca por los niños”.
 
Una de sus principales voceras, María Belén Machado de Figueroa, nos contó las inolvidables experiencias vividas durante 2016, desde que un puñado de voluntades iniciaron una cruzada extraordinaria desde el colegio privado Nuestra Señora de Guadalupe.
 

  -¿Cuándo y por qué nace "Catamarca por los niños”?

  -Podría decir que "Catamarca por los niños” tiene varios nacimientos. Es como la vida, que se va gestando en las entrañas. Pasó que en el mes de enero, algunos fuimos testigos ocasionales del drama de la familia Romero. No conocíamos a la familia de Marquito Romero, el niño que se accidentó en El Rodeo y falleció después de 12 días de agonía. Coincidió que teníamos un hijo internado y nos movilizaba mucho el dolor de esa familia. A medida que mi hijo se iba mejorando, charlábamos y coincidíamos en que desde el colegio hiciéramos algo para ayudar un poquito al hospital de Niños. En febrero, el primer día que nos reintegramos al colegio Guadalupe, durante una reunión institucional del departamento de los docentes de Religión -solamente faltó uno que en esos momentos estaba en el colegio Quintana-, nos preguntamos qué íbamos a hacer este año; había que planificarlo. Ahí tuvimos en cuenta el Año Jubilar de la Misericordia, del Bicentenario de la Declaración de la Independencia y el Año Diocesano del Compromiso Cívico y Ciudadano y nos dijimos: "éste tiene que ser un año donde vayamos un poco más allá de todo”.
 
 
  -¿Qué significaba "ir un poco más allá”?
 
  -Porque todos los años hacemos alguna campaña solidaria con escuelas del interior o con los comedores de Valle Viejo. Ahí nació la idea de hacer algo más grande. Les comenté lo que yo había vivido en el hospital de Niños con el chico Romero. Queríamos  trabajar con el hospital de dos maneras: una,  haciendo un voluntariado para que los jóvenes y docentes del Colegio vayan todos los sábados al Hospital y acompañen a las familias de los niños internados, ya sea contando cuentos y acompañándolos en medio del dolor; y la otra, consistente en dar algo que nos cueste. En un principio se me ocurrió apadrinar algo, y ahí fue cuando mi compañero Luis Carrizo sugirió que "vamos por el tomógrafo”. Intercambiando opiniones con el resto de los compañeros pensábamos que el desafío era muy grande. Al final, llegamos a la conclusión de ir por el tomógrafo, pero que no lo hagamos con carácter institucional del Colegio, sino que sumemos a otros colegios, sumemos a otras instituciones, sumemos a todos los catamarqueños.
 
 
  -¿Cuántos era los que asumían el desafío de "sumemos?
 
-En esos momentos estábamos cuatro docentes: el profesor Luis Carrizo, la profesora Natalia Varas, la profesora Fátima Barreto y yo; ese día estaba ausente nuestro compañero Gabriel Olivera. Ya en una reunión con todos los docentes, presentamos nuestro proyecto de ir por el tomógrafo y el voluntariado, con la idea de sumar a otros establecimientos. El día 23 de febrero los directivos del colegio Nuestra Señora de Guadalupe nos dieron el visto bueno, logrando de esa manera el apoyo institucional;  ya estábamos decididos a llevar adelante la empresa. De inmediato nos reunimos con la directora del hospital de Niños, Mónica Zalazar, junto a médicos de terapia intensiva; recuerdo que estaban el Dr. Seco, la Dra. Graciela Romero y la Dra. Patricia Rojas, entre otros.
 
 
  -A todo esto, ¿ustedes ya tenían conocimiento de que en el hospital de Niños hacía falta un tomógrafo?
 
  -Sabíamos que hacía falta un tomógrafo. Por un lado, Luis Carrizo tiene una hermana que es enfermera en el Hospital y teníamos una información puntual y, por otra parte, yo había tomado conocimiento de ello  cuando la familia Romero tenía que trasladar a su niño para que se le haga la tomografía. En un principio casi nos gana la duda en el sentido de que nos comenzamos a preguntar "¿seguro que el hospital de Niños no tiene tomógrafo?”. Consultamos con algunos médicos de terapia y, efectivamente, nos confirmaron que no había tomógrafo. Después, algunos profesionales médicos nos preguntaban: "¿ustedes saben lo que es un tomógrafo? Es un aparato muy caro”. Por mi parte, ya había hecho algunas averiguaciones durante un par de días llamando por teléfono a algunas empresas de Buenos Aires para conocer el valor, las características y pedir los presupuestos correspondientes.
 
 
  -A esa altura de los acontecimientos, ¿cuánto valía un tomógrafo?
 
-Cuando coincidimos en características y precio, en febrero, nos dieron un presupuesto  de 4 millones y medio de pesos, más el 10,5% de IVA. 
 
 
-Obviamente, no era un aparato a conseguir de un día para el otro.
 
  -Nosotros nos habíamos planteado el Año Jubilar de la Misericordia como el plazo a lograr el tomógrafo. Ese era el plazo fijado, éste año. Hicimos números y pensamos: "somos 400 mil catamarqueños, cada uno podría poner 10 pesos, queremos llegar a todos lados y lo vamos a poder hacer”. Hubo gente que nos decía: "es una locura”, a lo que respondíamos: "puede parecer una locura, pero la misericordia tiene estas cosas”. Además, nos habíamos convencidos de que no estábamos solos en esta empresa, era necesario que todos se sumaran  a este desafío.
 
 
  -Al margen de la idea original de los 10 pesos por cada catamarqueño, ¿cómo comenzaron a juntar fondos?
 
-En un principio, acordamos en hacer una conferencia de prensa y concretar una buena presentación del proyecto. Por supuesto, desde el hospital de Niños nos pidieron que eleváramos un proyecto y así lo hicimos. También nos pidieron que gestionáramos una reunión con las autoridades del ministerio de Salud de la provincia y el día 16 de marzo tuvimos la primera entrevista con el ministro (Ramón) Figueroa Castellanos. Allí nos informaron que ya se habían iniciado las gestiones por el tomógrafo para el hospital de Niños y que era un compromiso asumido por  las autoridades de Salud a nivel nacional en el sentido de enviar el aparato a Catamarca. Por nuestra parte, habíamos buscado testimonios que indicaban, en numerosas oportunidades, que el tomógrafo ya llegaría a la Provincia. Nosotros le dijimos al ministro que, al margen de las gestiones oficiales, íbamos a trabajar lo mismo en una campaña denominada "Catamarca por los niños: camino al tomógrafo” y que si en medio de la campaña llegaba el tomógrafo desde la Nación, con la plata reunida compraríamos otro aparato que haga falta. Porque sabemos que son muchas las necesidades y creímos importante asumir el compromiso de hacer algo con la idea fundamental de sumar a otros actores, que sean muchos los que se comprometan en hacer algo en favor de las cosas que nos faltan, donde la misericordia sea protagonista principal de nuestras acciones.
 
 
-Notamos que el otro gran desafío era sumar el compromiso de todos los catamarqueños en esta cruzada, como poniendo a prueba un valor imprescindible en esta cuestiones.
 
-Exactamente. La idea era: "queremos llegar a todos los catamarqueños” y para esto fue importante el apoyo de los medios de comunicación y otros sectores de la comunidad. Algunos nos dijeron: "ésta (tener un tomógrafo para el hospital de Niños) es una cuestión que le compete al Estado, al Gobierno”, a lo que nosotros decíamos: "nosotros también somos parte del Estado, somos parte de la sociedad”. Tenemos el ejemplo de Educación, que también es responsabilidad del Estado, pero sin embargo nadie dice nada cuando hay que hacer campañas para obtener útiles escolares para escuelas del interior; lo mismo pasa con el tema Seguridad, cuando se acepta que los vecinos luchan por tener las alarmas solidarias para ayudarse mutuamente. No podemos quedarnos con el pensamiento de que todo es problema del Estado. ¿Cuándo vamos a comenzar a tener otra mirada respecto de que a todos nos compete todo lo que pasa a nuestro alrededor? Hubo gente que nos preguntaba: "¿para qué se meten en estas cosas?” Y uno se pregunta a la vez: "¿y por qué no meterme?” Soy docente de Religión y tengo claro que siempre hace falta el compromiso.
 
 
-Sobre la marcha decidieron que si no era el tomógrafo, iban por otro aparato necesario para el hospital de Niños. ¿Es así?
 
-Es así. Hicimos una lista de las necesidades y nos vino a la memoria la frase "los niños primero”, que se la usa a nivel provincial, nacional e internacional. Se la repite en todos los ámbitos del mundo, desde el más pequeño hasta el más grande y muy especialmente cuando se habla de derechos humanos. Aquí cabe una reflexión y reconocimiento a la vez: ¡cuánto ponen de sí los profesionales de la salud, médicos, enfermeras y otros auxiliares, para darle lo mejor a nuestros niños! Por eso es que nos propusimos que Catamarca, toda, tiene que comprometerse por la salud de la niñez, y no es una cosa imposible.
 
 
-¿Cuál fue el primer hecho que significó el puntapié inicial para reunir fondos?
 
-La primera idea fue la realización de un evento grande comprometiendo a los artistas para que nos ayuden a trabajar por los niños, y que lo hagan de manera solidaria. Pensamos también en colocar urnas en distintas partes del interior de la Provincia para que la gente vaya colaborando con lo que pueda. Y debo decir que encontramos una extraordinaria respuesta solidaria, como el caso de las maestras del interior que se sumaron al compromiso. Por ejemplo, un señor transportista, que hace viajes al interior, sin conocernos nos llevaba y nos traía las urnas sin cobrarnos un peso y con una gran responsabilidad.
 
 
-Comprobaron que el artista catamarqueño es solidario.
 
-Absolutamente. El 8 de junio hicimos un evento en el Predio Ferial y la verdad es que nos sorprendió muchísimo lo que pasó. Somos compañeros de Alberto Harón y le propusimos la realización de un gran espectáculo y le pedimos que se haga cargo de la parte artística; paralelamente conformamos distintas comisiones y por suerte muchos artistas  dijeron que sí a nuestro pedido, entre ellos Fredy Romero, La Calera, Embrujo, Vitín Martoccia, Los Rieles, Calu, Raza Mía, Los Viajeros, Los Sapitos For Evert, Daniel Silverizio, el mago Martín y el propio Alberto. Todos brindaron un espectáculo de primerísimo nivel, como si estuvieran actuando para el festival del Poncho. También quiero destacar el aporte de los locutores y animadores, como igualmente a la gente del sonido, la empresa de Pancho Arce. Todo fue brillante. Además, nos ayudaron concejales y diputados.
 
 
-En medio de todo esto, se encuentran con la noticia, emanada desde el gobierno provincial, que ya tenían el tomógrafo, noticia dada por la propia gobernadora Lucía Corpacci.
 
-En honor a la verdad, la noticia significó algo así como una marcha atrás en nuestra campaña, como que se hubiera frenado. La gente nos planteaba que si ya estaba el tomógrafo, qué hacíamos de ahora en más. Comenzamos a revisar todos los anuncios que se habían hecho, desde marzo del 2013, en el sentido que ya estaba el tomógrafo…y el tomógrafo no estaba. Nosotros pensamos entonces que había que seguir trabajando hasta que el tomógrafo esté definitivamente en el hospital de Niños; estábamos decididos a no bajar los brazos. Notamos que mucha gente que en un principio estuvo trabajando con nosotros dejó de hacerlo por distintas razones, algo que por supuesto comprendemos perfectamente. Éramos menos pero la fortaleza se mantenía intacta, porque teníamos depositada nuestras acciones en la vida y en Jesús. Nos convencimos de que a la par de nuestras fuerzas, era el empuje de Dios y María bajo la advocación de Guadalupe los que nos estaban ayudando. Era maravilloso que todo fuera así, porque algún día íbamos a poder decir que fue Catamarca la que hizo posible nuestro sueño. De esa manera es que decidimos seguir con nuestra campaña. Ahí nomás fuimos a la empresa de viajes Yokavil, quienes nos regalaron un viaje para Carlos Paz para dos personas e hicimos una rifa. Al momento de pensar en el traslado, la empresa de transporte Urquiza nos dio una mano hasta Córdoba y de allí a Carlos Paz lo pagamos al viaje entre todos nosotros. A la par, las madres del colegio Guadalupe hicieron un trabajo extraordinario de cosas dulces para vender y así tuvimos numerosas muestras de apoyo, hasta el regalo de un vuelo de bautismo por parte de la dirección de Aeronáutica. Le cuento que (Dalmacio) Mera habló con el artista Jorge Rojas, quien nos donó una guitarra autografiada que nos entregó en el último Poncho, la que se sorteó en el mes de octubre.
 
 
-En definitiva, ¿cuánto llegaron a recaudar?
 
-Recaudamos un poco más de 600 mil pesos.
 
 
-¿Con ese dinero compraron el equipo de Hemofiltro, que entregaron el jueves 24 de noviembre al hospital de Niños?
 
-Exactamente. De todo tenemos las correspondientes rendiciones de cuentas, al igual que contamos con el acta de donación y la documentación de las respectivas transferencias bancarias que se fueron haciendo, esto último lo consideramos importante porque queríamos evitar el manejo del dinero de manera personal. La empresa que nos vendió el equipo de Hemofiltro se llama Argimed, de Buenos Aires, con un costo de 394.567,40 pesos. Aquí queremos hacer un párrafo aparte para la sucursal Valle Viejo del Banco de la Nación Argentina, donde los empleados Alejandra Alonso, Daniel Segura, Víctor Delgado, Román Leguizamón y las autoridades verdaderamente se pusieron nuestro proyecto al hombro y nos allanaron el camino para todos los trámites bancarios que debíamos realizar. Nos asesoraron, nos daban permanentemente datos sobre el movimiento de la cuenta.
 
 
-Después de todo lo hecho, ¿qué va a pasar de ahora en más o se impusieron el "hasta acá llegamos”?
 
-Queremos hacer un hermoso cierre de año la semana que viene. Este lunes queremos entregar el equipo analizador, una especie de laboratorio portátil, para el hospital de Niños. A esto pudimos llegar con lo recaudado de la rifa  de la semana pasada, donde sorteamos elementos electrodomésticos que nos donó el Círculo Médico cuando lo presidía la Dra. Patricia Rojas. Nuestra decisión es que en estos días cerremos todo lo hicimos en este año y lo haremos este lunes cuando entregamos la donación al hospital. Nuestro sueño es ir a la Procesión de la Virgen del Valle con carteles que expresen "Gracias Catamarca, gracias Madre del Valle, porque la misericordia se hizo posible”.
 
 
-Finalmente, cuando pronuncia la palabra "cierre”, ¿se refiere únicamente a este año o significa el cierre definitivo de todas las actividades?

  -La verdad, maravilloso sería que no haya necesidad de lanzar otro campaña "Catamarca por los niños”, porque ello significaría que ya tenemos todo lo que tenemos que tener. Maravilloso sería que cada uno haga lo que tiene que hacer. Volviendo a su pregunta, por ahora pensamos en decir "Gracias Catamarca, gracias Madre del Valle” y para el año que viene… bueno, ya veremos en febrero qué hacemos.


Aquí hay equipo


El  "Catamarca por los niños” tiene equipo. Con mucho esfuerzo, amor y vocación de servicio, nos han dejado su impronta de que trabajando  en equipo se pueden alcanzar logros importantes.

La que sigue, es la nómina de la gente que asumió el compromiso de comprometer al resto de sus comprovincianos: Ana Solohaga (vicedirectora del Colegio Guadalupe), María Belén Machado, Luis Carrizo, Alicia Carrizo, Vicky Ovejero, Adriana López, Silvia González, María Canil, Guadalupe Serra López, Lorena Vildoza, Dr. Ricardo Seco, Dra. Patricia Rojas, Dra. Romero, enfermeras Roxana Román y Patricia Sacayán, Maru Vera y Belén Morales.

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