Hoy: Itatí

Cara a Cara: “Andar sin un disco es como andar sin el DNI”

domingo, 8 de octubre de 2017 00:00
domingo, 8 de octubre de 2017 00:00

Por Kelo Molas

  Hace más de dos años, fueron muchos los catamarqueños y gente de distintos puntos del país que la eligieron como la preferida en el ciclo “Elegidos” que se emitió por Telefé, llegando a competir incluso en los tramos semifinales del certamen.

Exhibe con mucho amor su sentido de pertenencia con el pago que la vio nacer: Andalgalá. Hija de Graciela Ortega y Rolando Álvarez, cuenta que comenzó a cantar a los 8 años y hace unos días presentó de particular manera su primer disco, que lleva su nombre.

Si tuviéramos que encontrar un rasgo distintivo a la tonalidad de su voz, aparte de la dulzura natural con la que se expresa, diríamos que sus canciones y su mensaje de la vida son cantados y dichos en tono positivo. Tuvo palabras de agradecimiento para el intendente de la Capital, Raúl Jalil, “y tanta gente que me apoyó en este proyecto artístico”, dice.

Es una de las artistas que brilla con luz propia en el contexto de la música popular de Catamarca, es nuestra elegida del Cara a cara de este domingo y se llama Eliana Itatí Álvarez Ortega.

 


  -Se produjo el lanzamiento de “Itatí”, tu primer disco. ¿Tiene un significado especial el hecho de que tenga de título tu nombre?


  -Tiene que ver con algo muy especial. El nombre de “Itatí” fue elegido porque las canciones que contiene el disco reflejan mi identidad y mi esencia en este presente, y lo que en realidad fui siempre. Las personas estamos sujetas a permanentes mutaciones y por como se fueron dando las cosas en los últimos tiempos, decidí ponerle mi nombre. Ello va de la mano con el contenido musical y la sonoridad que quería que tenga el disco, algo sobre lo que hablamos mucho con Leonardo Eschmuller, precisamente el responsable de los arreglos y de la dirección musical.

 

  -¿En qué etapa de tu carrera te encuentra el flamante CD?
 

-Diría que en la etapa justa de mi carrera artística. Este disco viene madurando desde hace tres o cuatro años, pero entre una cosa u otra y muy especialmente por cuestiones económicas, se complicó bastante su salida. Pero bueno, por fin se pudo dar y es el fruto de los contactos y la experiencia que fui ganando en todo este tiempo, los que pude activar para este logro. Por supuesto que fue muy importante para mí lo vivido en el programa “Elegidos” (Telefé), lo que me ayudó a relacionarme con gente del espectáculo y los medios. Sentía que andar sin un disco era como andar sin DNI, pero creo que llegó en el momento justo. De cualquier manera, debo decir que soy muy paciente, y entiendo que si las cosas no se dan, es por algo, y yo sé esperar.

 

  -¿Qué ha quedado o qué has podido rescatar de una grabación que no tuvo la difusión necesaria?

  -Me ha servido de mucho. Fue hace 10 años, en Salta, cuando me fui a participar de un certamen. Era la primera vez que iba a grabar y representaba también el comenzar a desandar el cancionero popular argentino. Fueron 9 temas y me sirvió para mostrarme un poquito más, de comenzar a mostrar mi identidad musical. La cosa no pasó a mayores porque le faltó promoción a esa grabación, pero de alguna manera me fue útil para hacerme escuchar y también como carta de presentación en la Capital, en coincidencia con mi radicación en San Fernando del Valle por razones de estudio. Recuerdo que, una década atrás, quien me abrió las puertas fue Juan Manuel Rivera (“Juan Lapacho”) en el ciclo “El otro folclore”. Aquella grabación se llamaba “Soy”.

 

  -Volviendo al nuevo disco, ¿con qué se van  encontrar tus seguidores desde el punto de vista musical?

  -Musicalmente contiene canciones muy folclóricas, como zambas, chacareras, huaynos, un popurrí de valses clásicos, y hay una canción muy especial  con un ritmo muy particular, más latino, y Leo trabajó mucho para darle una identidad, una versión singular. Es una canción de Lorena Carrizo y se llama “Recuerdos”, es un tema de amor con mucho de nostalgia. Será por la confianza que le tengo a un gran músico como es Leo Eschmuller, un gran talentoso, y el resto de los chicos, que me animé a cantar un ritmo no muy frecuente en mi repertorio.

 

  -También el disco incluye ritmos que tienen que ver con tus raíces.

  -¡Claro! Van a encontrar canciones como “Las dulceras de Andalgalá”, que le pertenece a Roberto “León” Cecenarro. Es una canción que representa algo muy especial para mí, además de otros temas que llenaron mis expectativas (ver aparte).

 

  -¿Recordás tus primeros pasos como cantora?

  -Comencé cantando a los 8 años, desde muy niña. Gracias a Dios, he tenido esa posibilidad, y gracias también al apoyo de mi familia. Era bastante inquieta y recuerdo que estaba presente cantando en todos los actores escolares. Me acompañaba mi tío-abuelo Marcelo Álvarez, un verdadero formador de mis comienzos, alguien que me comenzó a acercarme a un grupo de músicos. Todo esto en Andalgalá, por supuesto.

 

  -Al respecto, en una reciente nota radial dijiste “soy catamarqueña, pero por sobre todas las cosas, soy andalgalense”. Tenés un amplio sentido de pertenencia con tu pago natal.

  -¡Sí! En la misma Fiesta Nacional del Poncho me presentan como la “artista catamarqueña”, a lo que yo agrego siempre que, primero, soy andalgalense. Y lo hago presumiendo, por supuesto. Es algo muy visceral y lo llevo conmigo desde muy niña. Quiero decir que yo creo mucho en estas cuestiones del destino que nos marca Dios, será porque soy muy creyente. Creo que Dios nos marca nuestras misiones en la vida. Porque si bien yo comencé en esto de cantar como un hobby siendo muy chiquita, mientras jugaba a las muñecas con mis amiguitas me daba tiempo para cantar, y siempre sentí que lo hacía con mucha responsabilidad y mucho compromiso. Algo me decía que cantar sería algo importante en mi vida. Así comenzaron a surgir las salidas a las peñas, a la edad de 9 años. Por ahí, tenía que cantar en un bingo en una escuela de Malli y me tocaba hacerlo a las 4 de la madrugada. Es decir que desde niña he conocido el desvelo, siempre con la compañía y apoyo de mi familia. Después ya me tocaba ir a otros departamentos, como Belén, por ejemplo, y volvíamos a Andalgalá con mis padres a las 6 de la mañana. Encima tenía que ir a las 8 a la clase de catecismo, y cumplía con mis deberes. En ese sentido, siempre he sido muy responsable. Toda mi infancia y mi adolescencia han sido muy lindas, porque viajaba y hacía lo que me gustaba, que era cantar. Recuerdo que fui premiada como Revelación del Ponchito en el 2001 y desde 2003 comencé a formar parte de la cartelera mayor del Poncho.

 

  -¿Qué te ha dejado participar en el certamen “Elegidos”, donde llegaste a las instancias semifinales?

  -Fue muy importante en mi carrera. Fundamentalmente fue un gran aprendizaje en el marco de una enorme experiencia. Debo decir que nunca me había animado a inscribirme para participar en ese tipo de certámenes, quizá por algún prejuicio, pero admito que me gustaba ver esos concursos. Por eso insisto en que cuando se tienen que dar las cosas, se dan. Era el momento de hacerlo, porque se trata de algo muy movilizante en todos los sentidos. Allá te tienen a las corridas, nada que ver con el ritmo nuestro de vida, los ensayos son bastante largos y la alimentación es muy ligera por la falta de tiempo.

 

  -Además hay temas que siempre han sido una incógnita: el fallo de los jurados y cierto favoritismo para determinados concursantes. ¿Qué hay de todo eso?

  -Con el tiempo, me fui dando cuenta que las decisiones no corren exclusivamente por parte del jurado, en realidad las últimas decisiones las toma la producción general, por supuesto con base, en parte, en las evaluaciones de los integrantes del jurado (en esta oportunidad integrado por José Luis “El Puma” Rodríguez, Axel, Soledad y Miranda). Cuando me llamaron, en enero del 2015, fui a audicionar; la primera audición era ante un jurado de la misma producción de Telefé y en la segunda ocasión ya lo hicimos ante los artistas nombrados. Cuando entré y los vi, me temblaba todo, porque son artistas importantes. Luego me tranquilicé y me dispuse a mostrar lo que tenía. Todo era agotador, comenzábamos el día a las 6 de la mañana. Lo peor de todo era hacer canciones que no eran elegidas por uno: a los participantes se les imponía todo, hasta el color de la pintura de las uñas. Ellos me pidieron que les hiciera llegar un repertorio mío como para tener una idea de mi línea interpretativa, nada más, a tal punto que lo único que canté de lo que yo había puesto fue la zamba “La nochera”; del resto, nada. Yo tenía una lista de varias canciones de Catamarca, pero ellos querían otra cosa, eran inflexibles. Insistí en cantar la canción “Las dulceras de Andalgalá”. Les gustó el tema pero al final tenía que cantar otra cosa. De todas maneras, estoy agradecida por la experiencia vivida, con todo lo bueno y lo no tan bueno que me tocó vivir. Me inclino a rescatar lo positivo, las cosas negativas no van conmigo.

 

  -Salir de Andalgalá y radicarte en la Capital de la provincia representa una decisión en tu carrera. ¿Hay otro paso a dar, por ejemplo, radicarte en Buenos Aires?

  -Sí. Esos pasos a dar están en el pensamiento de todo artista, siempre. Como dije anteriormente, el hecho de que ya tengo el DNI musical en mis manos, me representa una herramienta para animarme a salir más por otras provincias, me va a ayudar a dejar un registro por donde vaya. Siempre ha estado en mi mente salir de las fronteras de Catamarca, de hecho lo voy haciendo, de a poco. El año pasado, por ejemplo, hice una gira muy linda por distintos puntos del interior de Buenos Aires. La intención de llegar más allá de Catamarca, insisto, está latente. Sé que cuento con el apoyo de mis padres sobre cualquier decisión que tome. Considero que estoy preparada y siempre lista para lo que Dios me diga sobre qué tengo que hacer y la hora conveniente de hacerlo. No le temo al hecho de vivir experiencias nuevas. Cuesta y duele mucho el desarraigo, pero sé que es necesario hacerlo.

 

  -Se conoció recientemente que los artistas de Catamarca, y de manera especial los folcloristas, están dispuestos a recuperar la entidad que los contenga y represente. ¿Cuál es tu opinión?

  -Pienso que es necesaria e importante la unión de todos los artistas catamarqueños. Es muy conveniente asociarse y lograr algunos beneficios que los músicos tienen por ley y que por distintas razones desconocemos. Además de la importancia que tiene el unirse para la actividad artística, también lo es desde el punto de vista humano, el poder compartir proyectos y trabajar juntos. Considero que, unidos, la carga no será tan pesada, todos saben que la carrera de un músico independiente es muy difícil. Por eso está bueno esto de la unidad de los artistas, y esperemos que se pueda concretar lo antes posible. Nosotros necesitamos del apoyo mutuo, es positivo saber que podés contar con el otro.

 

  -¿Por qué fue tan atípico el lanzamiento de tu disco y para cuándo la presentación en vivo?

  -(Sonríe con la simpatía que la caracteriza) Sí, vía Facebook. El lanzamiento fue una idea mía, porque yo quería contarles a todos que ya tenía el disco. La espera fue una alegría contenida hasta que el CD llegó. Pensé que conseguir una fecha y armar un evento me encontraría pisando fin de año. El año que viene seguramente haremos la presentación en vivo aquí, en Catamarca, como también en Buenos Aires; será allá por el mes de marzo. Volviendo al lanzamiento vía Facebook, lo quería hacer de esa manera para compartirlo además con gente de otras provincias, porque hay gente a la que no conozco personalmente pero que se ha sumado a lo largo de estos años y que diariamente me escribe mensajes de buenos deseos. Me mandan buenas energías y me preguntaban cuándo salía el disco. Y creo que ahí está lo bueno de las redes sociales para este tipo de cosas, esto de poder comunicarme con amigos de Buenos Aires, Rosario o Córdoba.

 

  -Te espera un 2018 con una agenda importante.

  -¡Ojalá sea como uno ya lo viene planificado! Todo lo vengo pensando y proyectando, y Dios quiera que se pueda dar en los hechos. Yo quería, con el lanzamiento, compartir la satisfacción de que el disco ya estaba en mis manos, y hacerlo a través de las redes sociales es como una forma de estar cerca del otro a pesar de las distancias que nos puedan separar. Esto de poder interactuar, de responder a las inquietudes de la gente en vivo para mí fue algo nuevo, y la cuestión técnica para llevarlo a cabo fue un trabajo enorme de gente muy querida. A todo esto, le invadimos la casa a (Gabriela) “Gaby” Ávila, una gran cantora y referente, además de ser una excelente persona. Leo, Germán Selva y Miguel Zaffaroni fueron los encargados de poner a punto el audio, en tanto que Roberto Ramos, con toda su sabiduría, nos ayudó con la conexión. La entrevista del momento estuvo a cargo de Jorge Álvarez, a quien le tengo una consideración muy especial porque me conoce desde niña, incluso supo presentarme en el festival del Fuertecito en Andalgalá, cuando yo tenía 8 años.

 

El disco con su nombre

   La flamante grabación que lleva el nombre de su intérprete, “Itatí”, fue realizada entre agosto de 2016 y abril de 2017 en el estudio “La Fusa”, de Miguel Zaffaroni.

El mezclado y masterizado fue concretado por Martín Wolmi en la ciudad de Salta. Los músicos son Germán “Guachín” Selva, Tomás Maldonado, Miguel Zaffaroni, Luis Carlos Bazán y Leonardo Eschmuller, quien también es el responsable de los arreglos y la dirección musical. La producción general es de Itatí Álvarez Ortega.

El disco incluye los siguientes temas: Coplas del Valle, de Ramón Navarro; Tierra norteña, de Rolando Zaffe y Selva Gigena; Todo cambia, de Julio Numhauser;  Morir de pie, de Carlos Arréguez y Leo Eschmuller; Añorando Catamarca, de Lorena Carrizo; Las dulceras de Andalgalá, de Roberto Cecenarro; Amar amando, de Horacio Guarany; Abrojito, de Nahuel Pennisi; Popurrí de valses: La flor de la canela, Alma, corazón y vida, El beso que te di, Ódiame y Amarraditos; Recuerdos, de Lorena Carrizo y Leo Eschmuller; Hasta otro día, recopilación de Dalmacio Castillo; Vuelvo a ti Catamarca, de Quique Sánchez Vera y Selva Gigena; y Agua, fuego, tierra, viento, de Paz Martínez.

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