Por Kelo Molas

Nos despidió con un “gracias al diario por acordarse de los viejos”. A poco de que el proyecto de reforma previsional se convirtiera en ley, fuimos a buscarla en su domicilio. Frontal. Polémica. Sin filtros.

Una luchadora incansable por los derechos de los jubilados. Es jubilada docente con un alto espíritu crítico con las cosas con que no está de acuerdo.

Y lo dice sin guardarse nada. Tiene mucha bronca y no lo disimuló en ningún momento de la entrevista. Estamos hablando de doña Berta Isabel Puig de Cosmi, la protagonista del Cara a cara de este domingo.

  -Ya es ley la reforma jubilatoria en el país. ¿Cuáles son sus expectativas? ¿La acepta o la rechaza?

  -Mire: de acuerdo a las fundamentaciones que dieron para esta reforma, estoy muy dolida con el presidente (Mauricio) Macri, que a toda costa, por todos los medios, ha buscado atacar a los jubilados con esta iniciativa previsional. Partiendo de la base que siempre nos han mentido, ahí está el tema de la reparación histórica: otra mentira. Porque comprobamos que el beneficio no era para todos. En mi caso, por ejemplo, siendo jubilada docente, fui a preguntar en la Anses y me respondieron: “A usted no le corresponde”. Lo mismo ocurrió con mi marido, que tiene la jubilación mínima como autónomo. ¿Qué es esto? Creo que estamos en presencia de una discriminación tremenda con los jubilados. Los que cobraron bien son los que mayores sueldos tienen. Le cuento: con (Manuel) Chaile, (Ermes) Agüero y Vivanco, entre otros compañeros de lucha, hemos conformado la Asociación de Jubilados Autoconvocados y con esa organización venimos luchando desde hace muchísimo tiempo. Hemos peleado denodadamente para que nos den el 82% móvil. Incluso vino el doctor (Luis René) Herrero (juez de la Sala II de la Cámara Federal de Seguridad Social), que es un protector de los jubilados y que incluso tuvo un problema con el gobierno de los Kirchner, el de Cristina. Él, en persona, se sumó a nuestra lucha y pidió por los derechos de la clase pasiva. Así pudimos lograr que se nos pague el 82% móvil. Recuerdo que éramos un grupo que se expresaba con firmeza, y con dureza, en el recinto de sesiones de la Legislatura provincial.

  -Disculpe la interrupción: a todo esto, ¿cuántos años estuvo en la docencia?

  -Tengo 32 años como docente y nos obligaron a jubilarnos en el año 1995, cuando estaba el IPPS (Instituto Provincial de Previsión Social). Después de jubilados vino el famoso traspaso del IPPS a la Nación en la época de (Domingo) Cavallo y cuando era gobernador de Catamarca (Arnoldo) Castillo. La pasó de un plumazo la caja a la órbita nacional, lo que significa que nosotros somos docentes transferidos.

  -¿Cree que esta reforma previsional va a afectar los ingresos futuros de los jubilados?

  -Yo digo que sí. El señor (Emilio, titular de la Anses) Basavilbaso dijo muy suelto de lengua (sonríe): “Los jubilados no pueden esperar”. Otra mentira más. Nosotros hicimos juicio porque nos están pagando mal, no nos abonan de acuerdo a lo que establece la reglamentación de la ley 4094, referido a los jubilados de Catamarca. Nunca nos han llevado el apunte y por esa razón tuvimos que hacer juicio. Yo tengo uno desde el año 2005. Nunca, jamás, a pesar de los abogados que puso la asociación de autoconvocados, nos dieron bolilla. Tuvo que intervenir Herrero ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que recién el año pasado ha dado orden para que Anses pague los juicios, pero resulta que hubo una apelación. Y digo más: a pesar de que (Amado) Boudou hoy está tras las rejas, fue una persona que a nosotros nos favoreció. Recuerdo que vino una vez y estuvo en la Sociedad Española, manteniendo una reunión con todos nosotros. Nos dio un punto en favor de nuestras jubilaciones que significó mucho más que el 82 % móvil.

  -Al respecto, se prevé una oleada de juicios por parte de los jubilados en contra del Estado.

  -Pero es que, pobrecitos, ¡hay jubilados que se van muriendo y muriendo! Tuve compañeros en la asociación de autoconvocados que se fueron muriendo esperando el juicio que nunca llegó. ¡Murieron más de diez! Entonces uno llega a la conclusión de que ningún gobierno les dio importancia a los jubilados, nunca tuvieron en cuenta lo que dijo la Corte Suprema de Justicia: que se paguen los juicios. Recuerdo que le ponía a Anses un plazo de 30 días, plazo que por supuesto jamás se cumplió. ¡Nunca!

  -Pese a todo, ¿hasta cuándo piensa seguir luchando?

  -Pienso seguir luchando por los jubilados mientras tenga vida. Hace 22 años que estoy jubilada y no pienso aflojar. Digamos que me jubilé para luchar. Lamentablemente, en todas las manifestaciones docentes que hubo para salir adelante procurando lo mejor para los jubilados, tuve que pasar de todo. Hasta llegué a pelearme con el exdiputado (Juan Carlos) Balverdi, que ya falleció. Después que pasamos a la órbita de Anses, crearon la AGAP (Administración General de Asuntos Previsionales) aquí en Catamarca y, la verdad, dice que está al servicio de los jubilados, pero me pregunto ahora para qué está. Una vez fuimos a hablar con la funcionaria Plaza y nos trenzamos en una discusión terrible. Fue luego de que le pregunté por qué no pagan los juicios. Nos respondió que la AGAP estaba para servir a las arcas provinciales. Fue como si me hubiesen levantado de los pelos y reaccioné: ¿Para qué están entonces ustedes acá? ¿Por qué no se van? Fue tal el terrible momento pasado que uno de los miembros de la comisión de autoconvocados se descompuso y hubo que llamar a una ambulancia. Era mucha la rabia y mucha más la impotencia.

  -¿Es la reforma previsional el peor regalo que reciben los jubilados para fin de año?

  -¡Sin duda! Es el peor regalo. Fíjese algo: uno ha luchado contra el gobierno de (Fernández de Kirchner) Cristina por la corrupción y por la forma en que ha saqueado a la Nación, pero resulta que Cristina, no sé por qué motivos, nos otorgaba por ley dos aumentos por año, era algo automático. Y era una buena suma la que nos daban, algo superior al 14%, en cambio ahora no va a pasar del 5% y es como si nos tiraran un hueso, porque parece que nosotros los jubilados somos los perros. Estoy convencida de que somos los hijos de la pavota, para este y para cualquier gobierno que venga. La verdad es que no nos respetan. En la época de Cavallo nos descontaban ¡el 13 %! Hasta que vino (Néstor) Kirchner y nos compensó lo que nos habían sacado con algo así como un bono, y recuerdo que a mí me tocó algo más de 20 mil pesos en aquellos años. Era una platita, por lo menos significó un aliciente para nosotros. Pero después vino Cristina e hizo algo mal: vetó el 82% móvil, que por supuesto no nos favoreció para nada. (Se enoja) ¡Y este gobierno… justamente en Navidad! Él (señalando a su esposo que cebaba unos ricos mates), por ejemplo, cobra algo más de cinco mil pesos con todos los descuentos. ¡No puede ser!

  -Se la nota con mucha bronca…

  -Es que este gobierno comenzó mintiendo. Yo pensé que con la denominación “Cambiemos”, algo iba a cambiar… pero como el Fondo Monetario Internacional le pone los puntos sobre las íes a Macri, el señor lo primero que hace es meter la mano en el bolsillo de los jubilados.

  -Leímos detenidamente su carta y se advierte que está escrita con bronca y dolor, llegando a usar términos como que se sienten “salvajemente estafados”.

  -¡Es que nos sentimos muy estafados! Para mí son unos ladrones. Ahora estoy por sacar otra carta nombrando a los diputados nuestros que han levantado la mano para embromar a los jubilados. Sinceramente esperaba otra cosa de (Eduardo) Brizuela del Moral, Orieta Vera, la señora (Silvana) Ginocchio y Gustavo Saadi. Y encima Macri anduvo desesperado buscando apoyo de los diputados, amenazando a las provincias. ¿Y eso qué es? ¡Eso es coacción! ¡Una extorsión! Nosotros hemos votado el cambio… ¡y nos salen dando el 5% más el hueso, como a los perros, y por única vez en el mes de marzo! Hasta eso se van a morir un montón de jubilados. Y después nos dicen que “los jubilados no pueden esperar”. ¡Mentiras! ¡Mienten y mienten!
 

-En su escrito también habla de marginación.

  -Por supuesto que nos sentimos marginados. Mire: a pesar de que yo tengo una buena jubilación, no se trata de que nos resignemos a mejorar nuestras jubilaciones. De acuerdo a los cálculos que hicimos en la asociación de autoconvocados, nos deben bastante y es por eso que muchos hicimos juicio, pero no pasó nada en la mayoría de los casos. Además, yo lucho por otros compañeros y compañeras que no tienen una buena jubilación. Conozco de jubilados que nos les alcanza ni para los remedios. Van a la farmacia, preguntan el precio, no les alcanza y se vuelven a la casa sin el remedio y con el “no me alcanza” sobre los hombros. ¡Ni PAMI cubre todos los remedios! Encima ahora andan investigando si el jubilado tiene un auto nuevo. ¡Pero qué les importa! Para eso nos hemos roto el lomo trabajando durante tantos años. Ahí tiene los casos de Chaile y Agüero, que anduvieron en medio de las montañas dando clases, soportando soles y tormentas tremendas para llegar a sus escuelitas, como otros compañeros. ¿Es que no tienen derecho a tener una buena jubilación?

  -Mucho se habló sobre la “reparación histórica” para los jubilados.

  -Fue un cuento. No fue para todos, fue para algunos cuantos. Como le dije: yo anduve haciendo las correspondientes diligencias y me dijeron: “Vaya, vaya, no es para los docentes”. Y fue mi marido y le dijeron: “Vaya, vaya, para autónomos no es”. Entonces, ¿para quién es la famosa reparación histórica?
 

-¿Qué opinión le merece el trabajo de los gremios docentes en la provincia?

  -Me preocupa bastante que no luchen un poquito por los jubilados, como si ellos, los dirigentes, no fueran a jubilarse algún día. Los autoconvocados hablamos con la gente de Ateca y de UDA y siento que el tema no les preocupa porque son jóvenes y mientras se es joven no piensan seriamente en el futuro. En estos momentos, la docencia es un desastre: los chicos no aprenden nada, hay docentes que no saben ni hablar, tampoco los padres se preocupan mucho. Los padres están más preocupados en ir a reprocharle al docente por qué miró fuerte al hijo. Antes la escuela era sagrada como la iglesia, se la respetaba como se debe respetar a una escuela. La palabra del docente era también sagrada. Ahora van como quieren a la escuela, se ha perdido todo el respeto. No digo que todo el mundo ande uniformado, pero por lo menos que se pongan una prenda respetable.
 

-También en su carta se pregunta qué hacen los organismos de Derechos Humanos y el Inadi por los jubilados.
 

-¿Usted ve ahora a los famosos Derechos Humanos salir en defensa de los jubilados? ¿Y el Inadi? Con tanta discriminación de la que son víctimas los jubilados, ¿qué hace el Inadi? Ah, pero los Derechos Humanos actúan en favor de los que están fuera de la ley. Por estos días, con motivo de los incidentes que hubo en Buenos Aires, estaba viendo que ya dejaron en libertad a tantos mafiosos que destrozaron todo. Según lo que yo veo, el gobierno de Cristina de Kirchner ha traído toda la mafia esa, con La Cámpora esa, en la forma que han robado sus funcionarios. Han saqueado los fondos de Anses para beneficiar a muchos vagos, que andan con unos celulares que no tienen los que ya quisiéramos tener los que hemos trabajando un montón de años.

  -Se queja además de que los legisladores hacen poco en favor de los jubilados.

  -En la carta los llamo “los guapos de la Legislatura”. ¡No hacen nada y encima la cantidad de asesores que tienen, todos ñoquis! No van nunca a trabajar. Conozco a través de una pariente, de chicas nombradas en la Legislatura que van y no hacen absolutamente nada… ¡no tienen qué hacer! Eso sí: están para tomar mate y pintase las uñas. ¡Entonces empiece por ahí, Macri! ¡Empiece por sacar a toda esa manga de vagos y de ñoquis! ¿Por qué siempre se las agarran con los jubilados?

  -Son tiempos difíciles para los que  se jubilan: lejos están del soñado descanso. Hay que seguir luchando.

  -No queda otra. Es que han pasado tantas cosas en la vida de los jubilados. Hemos perdido tantos beneficios. Recuerdo que, una vez jubilada, iba a las reuniones de los autoconvocados y la verdad es que volvía con ganas de llorar, porque me hacían mucho mal las reuniones. A don Chaile lo vi muchas veces con los ojos llenos de lágrimas cuando la lucha no daba los frutos esperados. Y ahora pasa lo mismo. Nos salen con una reforma previsional que dicen que es para el futuro. ¿Cómo para el futuro? Si Basavilbaso dijo que “los abuelos no pueden esperar”. Una ley a futuro, para el 2018, para el 2020. Hasta ese entonces se van a morir un montón de jubilados. ¡Caramba! 

-El momento de publicarse este reportaje será el domingo en que esperamos la Nochebuena. ¿Cuál es su mensaje para los jubilados?

  -Que no pierdan las ganas de continuar en esta lucha denodada contra los gobiernos de turno, que lo único que hacen es maltratar a los pobres abuelos. Y justo días antes de la Navidad, cuando todo el mundo espera que los jubilados esperen la Navidad en paz, aparecen pariendo esta ley con la que le dan con un caño a los abuelos, prácticamente les cortan las piernas. El famoso bono para marzo tendría que haberse otorgado ahora, por lo menos para que los mayores puedan comprarse los remedios. A los pobres jubilados: que traten de pasarla lo mejor posible. No corresponde que les diga que mantengan la esperanza, porque nos han mutilado la esperanza. Esta reforma ha matado la ilusión de miles y miles de jubilados.

Con bronca y dolor

La señora Berta Puig de Cosmi ha entregado una carta a los medios de comunicación, cuyos párrafos más destacados son los siguientes:

  -“Nosotros, los abuelos jubilados, nos sentimos salvajemente estafados”.
  -“¿Seremos los hijos de la pavota? ¿Hasta cuándo seguiremos recibiendo bofetadas? ¿Hasta cuándo seguiremos siendo los marginados?”
  -“¿Qué pasó con la famosa ‘Reparación histórica’? Sinvergüenzas. Caraduras. No era para todos los jubilados. Ya venía ‘cocinada’ sólo para unos cuántos”.
  -“Y ahora, ¿qué dicen los famosos Derechos Humanos y el Inadi? ¿Para qué están en esta sociedad? ¿Sólo para proteger a los que se mueven fuera de la ley?”
  -“Éramos pocos y parió la abuela. Ahora este gobierno quiere reformar la ley de movilidad para que los jubilados se ‘c…’ y pierdan como en la guerra”.
  -“¿Por qué, si este gobierno de Cambiemos necesita hacerle caso al FMI, no disuelve tantas secretarías, asesorías y tantos otros organismos que están al reverendo cuete?”
  -“¿Quién es capaz de luchar por esta clase marginada? ¿La Gobernadora? ¿Los ‘guapos’ de la Legislatura? ¿Los ministros? ¿Los asesores? Ja ja ja. Parece que ellos nunca llegarán a ser viejos jubilados”.
  -“¡Por Dios, cómo está mi Argentina! Se convirtió en el ‘Reino del revés’. ¿Me pueden decir cómo se puede seguir viviendo así, en este mi país, donde los despojan a los más vulnerables para quedar bien con el FMI?”.
  -“¡Por favor! Dejen de robarles a los jubilados”.