Cara a cara

“Ningún gobierno se ocupó de que se desarrolle el interior del país”

Hoy: Raúl Colombo.
domingo, 10 de septiembre de 2017 00:00
domingo, 10 de septiembre de 2017 00:00

Reconocido empresario y dirigente industrial y deportivo, entre otras actividades. Cuando la Unión Industrial de Catamarca cumplió las Bodas de Plata, escribió: “Con orgullo y satisfacción podemos asegurar que la UICa. en estos años logró una importante inserción en la comunidad a través de sus participaciones permanentes junto a otras organizaciones gremiales y sociales, mostrando una industria con un gran protagonismo en la provincia, con un alto nivel de actividad, inversión y creación de empleo, que manifiesta la vocación de los industriales de trabajar para forjar una provincia y un país mejor. Esperanzados en la vigencia e instrumentación de la norma que da continuidad a los beneficios promocionales desde el gobierno nacional para afianzar definitivamente lo expuesto, festejamos estos 25 años brindando con todos los que nos acompañaron en la consecución de losobjetivos perseguidos”. Y si bien la actualidad está marcada por una dura crisis en el sector industrial, mantiene su optimismo, a la vez que reniega del imparable centralismo porteño en desmedro del interior del país. El Cara a cara de este domingo propone conocer el pensamiento del presidente de la Unión Industrial de Catamarca y principal responsable de la conducción de una empresa estrechamente ligada al sentimiento catamarqueño como es Cerámica Catamarca. El Ing. Raúl Erasmo Colombo tiene la palabra.
  -¿Cuántos años lleva al frente de la Unión Industrial de Catamarca?
  -Cuando nace la Unión Industrial, yo ya era presidente de la Cámara de la Industria de Catamarca, pero como UICa comenzamos en el año 1985. Es decir que de los 32 años de vida de la institución,  he sido presidente 30. Quiero aclarar algo antes, en Catamarca tuvimos promoción industrial diez años después de su lanzamiento, es decir en 1983, La Rioja la tuvo antes que nosotros. Pero nosotros trabajamos en la promoción industrial desde que la buscamos y logramos que se implemente aquí en Catamarca.
  -En esas tres décadas de gestión al frente de la Unión Industrial ¿fueron más las épocas de crisis que de bonanzas?
  -Así es. Sin lugar a dudas, más fueron los tiempos de crisis que de bonanzas. Hay empresas que se fueron en épocas de  crisis, porque  está claro que si no hay actividad no hay promoción de la industria. Está pasando ahora, si no vendés no tenés ganancias ni IVA  y comenzás a tener problemas con el pago de impuestos y todo lo demás. La situación es muy compleja cuando no hay actividad, pero reitero: hemos tenido que soportar muchos períodos de crisis.
  -Por estos días, ¿la industria es sinónimo de crisis?
  -Hoy el problema de la crisis es en todo el país, más allá de que hay algunos síntomas de que algo está mejorando. Los porcentajes de mejoras son, para algunos, importantes; y para otros no. Porque en realidad la base de referencia es el 2016 y en ese año estábamos menos cero. Ahora hay algunos sectores de la industria que se están reactivando, no así las que más nos afectan a nosotros, que son las industrias textiles y del calzado, dos de las industrias que más complicadas están. Hay empresas que se están yendo porque tienen serios conflictos con la indemnización, como IPC; una empresa que comenzó haciendo casettes, luego  siguió con CD. Lo que son las cosas: esta empresa compró una máquina para incorporar nueva tecnología y se la tuvieron como diez meses parada en la aduana; cuando la recuperó y la quiso poner en funcionamiento, ya era tecnología obsoleta. Hay tanta velocidad en la evolución de la tecnología que pasan cosas como éstas.
  -Recientemente, la Asociación Obrera Textil de Catamarca dio a conocer que desde el 2015 a la fecha 800 operarios textiles quedaron sin trabajo.
  -Algunos dicen 800, otros 600. Pero de todas maneras, cualquiera de esas cifras, es un número impresionante para Catamarca, porque son puestos de trabajos que no los recuperamos más. Para peor, el empresario que cierra y se va, cuando vuelva a abrir no será en Catamarca, seguramente buscará otros puntos del país, en un parque industrial mucho más atractivo. Y lo hará en parques industriales que estén cerca de los centros de abastecimiento de consumo. Es muy difícil traer un inversor a Catamarca por un problema elemental de deslocalización: nosotros tenemos una influencia del flete que es tremenda, muy notable en nuestra actividad; sea para traer materia prima para la elaboración de productos terminados o para venderlos posteriormente y colocarlos en todo el país. En ese aspecto debemos reconocer que estamos descolocados en comparación con otras regiones del país, y es por eso que estamos demandando permanentemente situaciones diferenciales respecto a los grandes centros. Algo que nos permita afianzar lo poco que nos queda ytambién tratar de que alguna inversión podamos traer a Catamarca a través de la diminución de aportes, de rebajas de aportes, subsidio al flete, disminución de las tarifas energéticas y otras cuestiones que hacen a la posibilidad de invertir. Sin esos atractivos, será muy difícil atraer inversiones, pero pueden significar un incentivo importante para que las industrias que están, se queden aquí. Hay que decirlo: nosotros tenemos empresas que son realmente un orgullo, que cuentan con tecnología de punta, es más: hay un par de empresas que tienen la mejor tecnología del continente. Es impresionante el nivel de tecnología que tiene, lo cual indica que no es un problema de obsolescencia de la planta. Nuestros problemas, en general, no están de la puerta de la fábrica para adentro, están de la puerta de la fábrica para afuera. Por lo que decía anteriormente: por los costos de deslocalización y por los costos impositivos, laborales; todo lo que hace que sea más difícil trabajar y vender.
  -¿Cuánto influyó en el marco de esta crisis la caída del régimen de promoción industrial, particularmente en lo que se refiere a Catamarca?
  -Aquí hay un tema que merece ser aclarado: cuando se cae la ley de promoción industrial, hace algunos años, ya las empresas tenían sólo tres o cuatro meses de promoción. Porque como consecuencia de la Ley de Emergencia Económica, se congelaron los bonos de promoción; las empresas tenían 10 pesos de promoción, que se los daban, pero resulta que con el correr de los tiempos la inflación y el incremento de costos llegaron a que esos 10 pesos no les alcance para nada; porque aumentaban los precios en función de la inflación. Entonces, tenemos que la promoción casi no existía cuando se cayó. La provincia que menos está complicada en este aspecto es San Luis, por su cercanía con Buenos Aires. La promoción industrial, en lo que nosotros se refiere de manera particular, fue permanentemente atacada por todos los gobiernos constitucionales, al influjo del Fondo Monetario Internacional o por los intereses de otras provincias que querían los mismos beneficios; parecía como que nosotros éramos una provincia poco atractiva para la política nacional. Pero hay que tener en cuenta algo: hubo una presentación judicial de La Rioja, San Juan y San Luis, que un juez en su momento le dio curso, autorizándolas a actualizar los montos del valor de los bonos y esas provincias usaron los bonos hasta que finalizó la promoción y la DGI les hizo un juicio. Aquí, en cambio, no tuvimos fallos favorables sobre el particular, por lo que no pudimos actualizar los bonos. La Rioja, en cambio, los actualizó y los usó.
   -¿Es imposible recuperar la promoción industrial?
  -Desde mi punto de vista, es imposible. Son muy grandes los intereses provinciales que se juegan en esto, porque también las grandes provincias quieren la promoción industrial; por eso es muy difícil. Salió una ley Pymes, pero no contempla diferencias sustanciales, salvo un par de puntos en lo referente a las tasas de interés. Pero, insisto, es muy difícil recuperar lo perdido.
  -¿Por qué no se sostienen en el tiempo las industrias en Catamarca? ¿Es una cuestión empresarial o también es una cuestión política de los gobiernos de turno?
  -Hay de todo. Pero fundamentalmente está vinculado a la actividad industrial. Nos sorprendió que en los últimos años, después de la caída de la promoción, las empresas siguieranacá. Había una o dos que pensaban en irse, como que se fueron, pero la mayoría pensaba en quedarse en Catamarca. Pero la inactividad, la falta de mercado, sumado a las distancias y la imposibilidad de mantener la cantidad de mano de obra, hacen que las empresas decidan irse. Ojalá esto se frene, porque el futuro, desde el punto de vista  industrial, es demasiado complejo. Nosotros necesitamos tener industrias. Escucho a muchos que hablan que tener agroindustria sería la única forma de afianzar la actividad industrial, pero en todas las partes del país hay industrias que no están vinculadas a la actividad agropecuaria. Es curioso: los porteños nos dicen a nosotros que tengamos agroindustria, pero habría que preguntarse qué industrias tendría Buenos Aires si tendría que relacionarse con la agroindustria. Que yo sepa, Buenos Aires no produce algodón y tiene industria textil; no produce petróleo y tiene petroquímicas; no produce hierro y las industrias siderúrgicas más grandes de la Argentina están ahí. Es todo estratégico. Siempre decimos que el país se desarrolló donde la Nación quiso.
  -Ahora surgió el problema de la actualización del Fondo del Conurbano de la provincia de Buenos Aires, por el cual las provincias corren el riesgo de resultar seriamente perjudicadas
  -Es una barbaridad. Pero hay que decirlo: ningún gobierno nacional se ocupó de que se desarrolle y crezca el interior de la Argentina. Entonces, el conurbano bonaerense está lleno de provincianos que migraron en busca de mejores condiciones de vida, incluso gente de países limítrofes, y después eso terminó siendo funcional a la política. Este gobierno invirtió cinco veces más en el conurbano de la provincia de Buenos Aires que en Catamarca, por ejemplo. Es decir que, per cápita, en Catamarca invertían un peso yen Buenos Aires invirtieron cinco. Siguen invirtiendo ahí en todos los servicios y nosotros seguimos marginados. Porque hasta ahora, medidas concretas con sentido federal, no se nota. El centralismo porteño está cada vez más marcado, porque todo después se manifiesta en votos. Pasa  tener más importancia el padrón electoral. Es una realidad terrible. La actualización del Fondo del Conurbano bonaerense es muy perjudicial para el interior, porque es mucha la plata que dejarían de percibir las provincias, entre ellas Catamarca. No es cuestión de sacarle recursos alegremente a las provincias, sobre todo a aquellas consideradas pobres. Por algo se han unido todos los gobernadores.
  -¿Cuál es su opinión de la reacción gremial ante el cierre de fábricas en Catamarca? ¿Cree que debería ser más enérgica?
  -Debo reconocer que la CGT local siempre ha estado al lado nuestro  luchando por la promoción industrial. El sector gremial siempre ha estado apoyándonos en todas las gestiones que llevamos adelante, que dicho sea de paso han sido innumerables, como correspondía hacerlo. Insisto: desde que nació la promoción fue atacada de manera permanente, incluidos los gobiernos democráticos. Fue una lucha de nunca acabar.
  -¿Cuál es el panorama actual del Parque Industrial de El Pantanillo? Hay quienes hablan de un paisaje desolador.
  -Y…hay varias empresas que ya no están. Se están radicando empresas que prestan servicios a la industria y alguna fábrica nueva, como la de carpintería de aluminio, pero en general en el parque han quedado pocas empresas.
  -¿Es optimista en cuanto a lo que pueda venir en un futuro inmediato?
  -Nosotros los empresarios somos optimistas por naturaleza; lo contrario significaría bajar las persianas en el acto. Tengo esperanzas en cuanto a que el gobierno nacional rectifique algunas cosas que no está haciendo bien, sin desconocer algunos aciertos. Pido que se acuerde del interior, que venga a invertir en el interior, que genere mucho trabajo en las provincias y que nos permita a los que estamos radicados acá seguir existiendo como industria y como actividades productivas. Debo ser optimista y que esta reactivación que se viene produciendo en los últimos tres meses espero que no se corte y sea mucho más importante más adelante.
  -¿Es muy difícil ser dirigente en Catamarca?
  -Es muy difícil. Son mucho más las ingratitudes que las cosas lindas. Además, hay mucha gente que nunca ha producido nada y opina, esa es una de las ingratitudes. En realidad, estoy un poco cansado y considero que es tiempo de dejar el lugar a otra gente nueva, joven, con nuevos impulsos. n

El reloj del trabajo

   Aquel extraordinario desafío a la capacidad de hacer que tuvo don Raúl Alberto Colombo, tiene 57 años de vida y representa una postal en Valle Viejo: la actual Cerámica Catamarca SRL, más conocida por el nombre que nació: Cerámica Valle Viejo, por la Ruta Nacional 38, a escasos metros de la Plaza del Aborigen. La empresa familiar que hace más de medio siglo es como un reloj en el departamento chacarero cuando el humo de sus hornos anuncian que se están construyendo ladrillos cerámicos y es sinónimo de una fuente de trabajo que se mantiene firme pese a los embates de cuantas crisis que tuvo que soportar. Ni siquiera la cárcel que tuvieron que padecer Raúl y Hernán, dos de sus hijos, por culpa de los inservibles e intolerantes de la última dictadura militar, pudo detener las agujas de ese reloj imaginario que marca el ritmo de la existencia chacarera. Quienes peinan algunas canas –tal el caso del autor de esta nota- recordarán que en esa fábrica se vivieron acontecimientos inolvidables cuando don Raúl Alberto cumplía años, por ejemplo, y en cada fiesta estaba implícito el reconocimiento al padre que tuvo el coraje de construir una empresa para trabajar y dar trabajo. Una institución estrechamente ligada y comprometida con Valle Viejo, de lo que pueden contar mejor el Club San Martín de El Bañado y cuántos vecinos y entidades recibieron una mano solidaria y amiga cuando las circunstancias así lo indicaban. Hoy, Raúl Erasmo recuerda: “Esto que construyó mi padre estuvo sometido a todas las crisis y hasta en el presente seguimos con algunos problemas. Una de las noticias que me alentó mucho es conocer que van a construir viviendas para los afiliados de distintos sindicatos. Una muy buena idea. Volviendo a la Cerámica, puedo decir que entre Azul (Buenos Aires), Catamarca y la empresa constructora, debemos tener unos 250 empleados; hubo épocas que hubo una mayor cantidad de trabajadores. Acá hicimos fuertes incorporaciones técnicas y lamentablemente la tecnología hace que uno prescinda de alguna mano de obra. Porque la realidad indica que hay que competir con gente que cada vez tiene menos costos laborales. Es algo muy triste, pero esta es la tendencia mundial”.

Por Kelo Molas

 

75%
Satisfacción
0%
Esperanza
25%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia

Comentarios

Otras Noticias