Murió el "capo" de la mafia

Lo habían condenado a 26 cadenas perpetuas.
viernes, 17 de noviembre de 2017 14:09
viernes, 17 de noviembre de 2017 14:09

A las tres de la madrugada de hoy murió en el Hospital Mayor de Parma, al dia siguiente de cumplir 87 años, Salvatore “Totó” Riina, el sangriento y carismático “capo de los capos” de la Cosa Nostra, la legendaria mafia siciliana. Aunque Totó llevaba 24 años en prisión rígida y fue condenado a 26 cadenas perpetuas por homicidios y estragos, para muchos seguía siendo el verdadero jefe de la “Mammasantísima”, como los “hombres de honor” llaman a la Cosa Nostra. Al menos su imagen carismática seguía dominando la historia y las leyendas en torno a los 40 años en que su figura de dictador interno de la organización, inspirador y máximo ejecutor de la estrategia terrorista que causó millares de muertos, dominó la escena italiana hasta su captura en enero de 1993 en Palermo.
Riina tenía un cáncer en cada riñón y un mal de Parkinson que avanzaba. Pero era sobre todo enfermo del corazón. Hacía una semana que había sido puesto en coma farmacológico y su familia fue autorizada a estar junto a su lecho de muerte. En los 24 años de cárcel, ni su mujer ni sus hijos pudieron nunca acercarse a él: lo veían a una cierta distancia y los diálogos estaban controlados. Riina se encontraba bajo el régimen 41 bis, aplicado a mafiosos y terroristas, un sistema de seguridad implacable que no lo autorizaba a leer el diario ni escuchar la radio.
Fue de tal magnitud el control despiadado de Riina y de su segundo, Bernardo Provenzano, nombrado sucesor y muerto el año pasado en Milan, que Totó fue bautizado “la Bestia”. Oficialmente se lo considera responsable de 150 muertos y de atentados terroristas que causaron cientos de víctimas. Las cuentas oficiosas de los que perdieron la vida por mandato, o personalmente, de Salvatore, suman miles de cadáveres.
Aunque estaba muy enfermo y había sido operado dos veces en los últimos meses, le fue negada en julio la prisión domiciliaria para morir junto a sus familiares en la pequeña ciudad de Corleone, a cien kilómetros de Palermo donde Riina tomó muy joven el poder en los clanes mafiosos locales y terminó por imponer a los “viddani” (campesinos) como los llamaban a los corleoneses los mafiosos de Palermo, como el grupo hegemónico en Cosa Nostra, tras arrasar en una guerra de mafia de tres años que concluyó en 1981 a sus numerosos y feroces rivales.
Riina fue el teórico de la violencia total de hacer crecer su poder cometiendo masacres y homicidios; se aseguró relaciones y contactos que lo llevaron a la cumbre del dominio de la llamada “área gris”, donde se encuentra secretamente el poder mafioso con los que controlan el poder político. El último gran proceso, al que Totó asistía desde la cárcel con puntualidad, fue el de las relaciones entre sectores del Estado y de la política italiana que negociaron con Riina y la Cúpula mafiosa condiciones para poner fin a los ataques organizados por Totó y los suyos. Solo algunos velos de estos arreglos, que ponen los pelos de punta, han logrados ser descubiertos. El histórico “capo de los capos” de la mafia siciliana nunca se arrepintió ni negoció mejores condiciones personales. Los secretos que tenía y que tal vez pensaba revelar en un momento conveniente, se los llevó a la tumba.
 

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Comentarios

17/11/2017 | 14:55
#149006
adios viejo, te vamos a extrañar, fuiste un maestro para nosotros