Ganarán lo mismo. Islandia se ha convertido en el primer país del mundo en terminar, por ley, con la brecha salarial existente en la sociedad. Desde ahora, el país cuenta con una ley que exigirá a las empresas que demuestren que sus empleados cobran el mismo sueldo por el mismo trabajo realizado, sin tener en cuenta su género, etnia, sexualidad o nacionalidad.

Esta pionera medida fue aprobada por el Parlamento islandés a principios de abril y ha entrado en vigor con el nuevo año. La disposición afectará a las compañías privadas y a los organismos públicos que tengan en plantilla a al menos 25 trabajadores. En caso de no certificar que se ajustan a la nueva política de paridad salarial tendrán que hacer frente a sanciones económicas.