Tres hombres fueron acribillados a balazos anoche en una vivienda del barrio Tablada, en la zona sur de la ciudad de Rosario. Aunque el hecho está siendo investigado, por la violencia y la zona donde ocurrió la masacre se sospecha de una nueva venganza narco.

Según informaron fuentes policiales, el triple crimen ocurrió unos 15 minutos después de las 10 de la noche en calles Colón y Presidente Quintana, cuando dos individuos llegaron a bordo de un Chevrolet Astra y se dirigieron directo a una vivienda ubicada en Colón 3897, tiraron la puerta a patadas y comenzaron a disparar.

Adentro del domicilio se encontraba su titular, Rodolfo Palavecino alias "Petete" (42), junto a dos amigos, Fabricio Heredia (36) y Marcelo González (45). Los tres murieron en el acto, mientras que los autores de la masacre se retiraron en el mismo vehículo. En el lugar quedaron una decena de casquillos de revólver milímetros.

Aunque no se encontraron drogas en la vivienda, los investigadores sospechan de una nueva venganza narco, vinculada a la disputa territorial por el control de la venta de estupefacientes en la ciudad santafesina, donde en los últimos dos años se vivió una escalada de violencia que dejó unas 40 víctimas fatales.

Una mujer y un nene, baleados en plena tarde

Una mujer y un chico de cinco años fueron baleados ayer por la tarde en la esquina de Grandoli y Gutiérrez, en la ciudad de Rosario. Ambos fueron derivados al Hospital Roque Sáenz Peña con heridas en las piernas, aunque están fuera de peligro.

Según informaron fuentes policiales, el ataque ocurrió a las 18 de este jueves, en la misma zona donde la semana pasada balearon un domicilio. La mujer, de 30 años, recibió un disparo en el muslo derecho, mientras que el menor recibió el impacto en uno de sus tobillos y quedó en estado de shock por la situación vivida.

Los dos heridos serían vecinos de la zona. Hace una semana, muy cerca de allí, en Sánchez de Thompson 51 bis, balearon la puerta de un domicilio donde se encontraban una mujer y un bebé, que resultaron ilesos. Luego del hecho, una escuela cercana suspendió las clases por la inseguridad que atraviesa el barrio y ante el temor de un nuevo ataque con sello narco, que finalmente ocurrió.