Con: Ramón Figueroa Castellanos

Cara a Cara: “No tengo dudas de que Lucía será reelecta como gobernadora”

Por Kelo Molas
domingo, 28 de diciembre de 2014 00:00
domingo, 28 de diciembre de 2014 00:00

Quiere para sus hijos Ignacio y Victoria, lo mismo que para todos los chicos de la provincia: un presente digno y un futuro pleno de posibilidades de crecimiento. Médico reconocido y político con libreto propio, tiene un diagnóstico claro cuando habla de Catamarca: “Los catamarqueños somos gente buena”. Sostiene sus desafíos y sus ideales en una sola palabra: trabajo. No duda en vaticinar el triunfo del peronismo en las próximas elecciones y se aferra a que ello será posible porque la razón y la inteligencia van a sentar supremacía sobre el individualismo, apelando a uno de sus libros de cabecera: “Cómo usar el cerebro”, de su colega Facundo Manes, neurólogo argentino.


Viene de una gestión al frente del Pami valorada por propios y extraños, en la que alcanzó logros bajo la consigna de conjugar el verbo hacer, desde el arranque hasta el final. En su agenda telefónica figuran no sólo los contactos políticos, familiares o los amigos más cercanos: atiende durante la charla con El Esquiú.com a algunos pacientes por alguna consulta, a doña Rosita del circuito 3 o a don Pedro, de las mil viviendas. “Siempre es posible dar una respuesta”, dice.
En lo que constituye el último reportaje del año, el Cara a Cara de este domingo tiene como protagonista al doctor Ramón Adolfo Figueroa Castellanos.
Por nuestra parte, gracias por la compañía durante gran parte del 2014 que se está despidiendo. Y muchas felicidades. Hasta el próximo domingo.

-En las vísperas de las elecciones del 2011, tenía la certeza del triunfo de Lucía Corpacci. Hoy, antes de entrar a un año electoral ¿tiene las mismas convicciones?


-No tengo ninguna duda de que este proyecto político, con Lucía Corpacci a la cabeza, va a ganar las elecciones de 2015 y la compañera Lucía va a ser reelecta como gobernadora. Este proyecto está avalado por el trabajo y por la construcción. Recuerdo un hecho: a comienzos de esta gestión estalló el problema de la minería que hizo su eclosión primero en Tinogasta y después en Andalgalá; el Gobierno tuvo la firmeza de apostar a que la minería tenía que ser una política de Estado, se movilizó para encontrarse con la gente y explicarle los pasos a seguir con todas las garantía ambientales. Además, puso en marcha las estructuras fundamentales para que expliquen, de cara a la sociedad, qué pretendíamos de la minería como fenómeno productivo para los catamarqueños. El propio Partido Justicialista generó seis jornadas que tuvieron que ver con la capacitación y el debate del tema minero.
Por muchas razones, hoy puedo decir que la ciudadanía va a acompañar, con la misma intención que hace cuatro años, sólo que en esta oportunidad esa decisión partirá desde un lugar absolutamente distinto: el que tiene que ver con las realidades puntuales y no solamente con las palabras.

-Hace un año y medio, o dos, tal vez, hasta algunos peronistas se animaban a firmar el “certificado de defunción” de este gobierno. ¿Qué cree que pasó para que en la actualidad la realidad sea distinta, incluso en algunos sectores de la opinión pública en general?


-Creo que tuvimos un inicio con un fuerte condicionante: la herencia que había dejado Eduardo Brizuela del Moral y compañía, cuando a horas de irse nombró a más de 5 mil empleados públicos en un acto de alta irresponsabilidad; esto condicionó absolutamente al Gobierno. Y no tan sólo desde lo presupuestario fue un serio limitante lo hecho por Brizuela del Moral; fue una actitud con una ausencia total de ética personal y política. Esta canallada, obviamente melló en alguna medida la enorme expectativa que tenía la gente cuando se produjo el cambio de la conducción de Catamarca. La gestión del actual gobierno se sustenta en, primero, obtener los datos, para luego planificar y ejecutar, hay toda una elaboración que comanda la Gobernadora. La gente hoy está viendo que esos lineamientos de gobierno se manifiestan en logros puntuales: viviendas, mucha obra pública, mejores servicios públicos, la minería como política de Estado, la inversión en más de 30 escuelas nuevas en la provincia, el cuidado de los pequeños productores para que puedan salir a competir en otros mercados. Esto que estoy diciendo son hechos tangibles.
Pero hay una cuestión distintiva: los catamarqueños, con Lucía Corpacci, hemos recuperado algo que dignifica la condición humana y que es que somos gente de trabajo, somos familias laburantes que nos levantamos temprano para cumplir con nuestras obligaciones laborales. Hoy, puedo decir con absoluta certeza, tenemos la gobernante que merecemos los catamarqueños; ahora tenemos a una gobernadora que es la primera en llegar a Casa de Gobierno y la última en irse, y que cuando no está en su despacho es porque está en los barrios, y cuando no está en los barrios está en el Interior, o está en Buenos Aires gestionando recursos que generen a su vez obras para la provincia. Y esto también demuestra que los catamarqueños somos trabajadores y que no somos vagos; no nos levantamos a las 10 de la mañana y dormimos cinco horas la siesta, y en este sentido Lucía representa al colectivo de este pueblo, a diferencia de otros gobernadores que no lo supieron hacer.

 

Hoy, puedo decir con absoluta certeza, tenemos la gobernante que merecemos los catamarqueños; ahora tenemos a una gobernadora que es la primera en llegar a Casa de Gobierno y la última en irse

-En los papeles previos, ¿las elecciones de 2015 presentan un escenario de algo así como Lucía contra todos, incluidas algunas vertientes peronistas?


-En términos políticos, Lucía no sólo es la gobernadora sino también la presidenta del Partido Justicialista. Y el PJ tiene la gente, las espaldas bien anchas, el trabajo y todos los elementos necesarios para ir contra todo el que se ponga enfrente, con una única condición: el PJ para ganar tiene que estar unido. Puedo hablar de la Capital, que es lo más que conozco, y puedo asegurar que en un porcentaje superior al 90% el peronismo y su dirigencia está con Lucía Corpacci; el tránsito hacia los acuerdos con los otros sectores es un camino que se está haciendo y en este aspecto yo soy muy optimista: el peronismo va a ponerse de acuerdo y va a volver a ganar en el 2015. Pero que no se confunda nadie: el entramado, desde abajo, el que tiene que ver con los dirigentes, con los votos y con la propia ciudadanía, ya cerró filas con Lucía Corpacci.

-¿Estamos hablando de una alianza entre Lucía Corpacci y la gente, ya cerrada?


-Totalmente. Es un vínculo extraordinario. El día a día, el trabajo, la gestión y la impronta de su compromiso con la gente, tienen su correlato en la calle y en el contacto con la ciudadanía.

-¿El peronismo disperso pone en riesgo el poder?


-Insisto en algo fundamental: el peronismo, en un altísimo porcentaje, está con Lucía Corpacci. Yo no lo veo disperso, más diría que está concentrado para lo que viene.

-¿Virtudes y defectos de este proyecto político denominado nacional y popular?


-Considero que los proyectos políticos no son imperativos, no son coercitivos. Representan un conjunto de ideas que enamoran e involucran a la gente; ahí está la virtud, o el defecto si no logra ese cometido. Yo soy un enamorado de este proyecto político: cuando veo la generación de puestos de trabajo con plena inclusión social, cuando veo herramientas extraordinarias recuperadas para el conjunto de la sociedad, como las AFJP, Anses y Pami, la tecnología al alcance de los chicos que van a la escuela; el generar igualdad de oportunidades. Todo lo contrario está representado por un mundo violento, los grupos concentrados en los medios de comunicación, las drogas y otras complicaciones. Sin duda que hay defectos, necio sería negarlos, algunos ligados a la propia condición humana, que tiene justamente virtudes y defectos. Pongo como ejemplo la lucha contra los grupos concentrados en el país, que para muchos parece una obstinación con rasgos autoritarios por parte del gobierno, pero no caben dudas que a esa batalla hay que darla con toda la fortaleza para poder seguir avanzando de manera concreta. Lo que se hizo fue enorme, lo que queda por hacer es mayor aún. Lo que viene en el futuro tiene que ver con la optimización de los recursos humanos, tiene que ver con el sistema de premios y castigos; este es uno de los grandes temas pendientes.

 

Yo soy un enamorado de este proyecto político

-Pertenece a una nueva generación de políticos. ¿Qué y cómo hacer para cambiar la mala imagen que tiene la dirigencia política, en su gran mayoría?


-Hablo desde el lugar que me ha tocado transitar, antes estuve al frente del Pami y hoy me desempeño como senador de la Capital. Conozco, básicamente, qué hay que hacer para lo cual uno fue elegido: hay que trabajar en primer lugar; y esto no es ni debe ser algo extraordinario, para eso nos pagan un sueldo. Además, desde ese puesto de trabajo hay que profundizar el contacto con la gente, tenemos que atender sus reclamos, estar cerca en todo momento hasta para escucharla y compartir sus sueños, y hacer algo elemental: rendir cuentas de todo lo que hicimos en determinado período.
Pero hay que decir algo más: lo que le pasa a la clase política, también está instalado en la sociedad en su conjunto, los políticos no venimos de un repollo. El desprestigio también lo viven algunos profesionales, algunos periodistas, algunos docentes, no digo todos porque por suerte ese descrédito no se ha generalizado. La gente, creo, tiene que hacer un ejercicio y diferenciar quién es quién, aún cuando estoy convencido que lo tiene bien en claro: sabe quién es un bandido, quién es trabajador y quién es honesto. La tiene bien en claro.

-Es un referente de esta gestión gubernamental. ¿Qué siente cuando, por ejemplo, desde el Frente Cívico y Social dicen públicamente que este es un gobierno corrupto?


-A ver, lo primero que se me ocurre decir es que los del FCS no deben tener espejos en la casa. Me cuesta mucho volver hacia atrás, pero hay que contextualizar las cosas: aquí hubo gobiernos que han sido escandalosamente corruptos; la ineficacia es también una forma de corrupción y tuvimos gobiernos ineficaces. Por eso, es necesaria la reforma del Estado, tenemos que llegar a la optimización de los sistemas administrativos para mejorar los controles. Basta de aquellos que se aprovechan y si pueden robar un millón de pesos lo hacen o aquél que se lleva indebidamente dos lapiceras de la oficina: lo correcto sería que no se dé ninguno de los casos, porque en ambos hay un acto de corrupción, no importan los valores.
Basta, asimismo, con algo que se hizo carne en la opinión pública: los únicos presos son los ladrones de gallinas. Esta es una larga discusión pendiente que alguna vez hay que darla.

-¿Qué le pasa cuando aluden a su padre, el doctor Juan Carlos Figueroa, como el creador del mejor sistema de salud que tuvo Catamarca en los comienzos de la década del `70?
-(Se emociona hasta las lágrimas) Es motivo de un gran orgullo. Se trata de un camino transitado por mi padre y tengo que imitar el rumbo señalado; a los buenos ejemplos hay que hacerlos propios, esto desde lo personal, y como médico me siento halagado. Habitualmente comparto con mis colegas de la salud y suelo escuchar cada tanto algo que me reconforta: “yo vine a Catamarca cuando tu papá era ministro”, o cuando era subsecretario, muchos de ellos se radicaron en el Interior de la provincia y se trata de médicos prestigiosos en diversas especialidades.

-Su familia fue también víctima de la dictadura militar, su padre padeció la cárcel. ¿Aquello le dejó algún sentimiento en especial?


-Recuerdo que iniciaba mi etapa en la escuela secundaria. Fueron días de mucho dolor, de un miedo difícil de explicar, hasta que llegó la democracia y comenzamos a transitar otro camino, el de la libertad por sobre todas las cosas; pero, siempre teníamos principios de la vida democrática, ese recelo de si volverán los militares y el temor de quiénes serán las nuevas víctimas, los nuevos exiliados, los nuevos desaparecidos; el recelo estaba ahí, latente. La historia dice que el peronismo tuvo los fusilados del `55, los presos y los muertos del `76; puso los exiliados, las abuelas sin nietos, las madres sin hijos, el peronismo pagó un costo altísimo en defensa de los ideales, mientras otros bandidos transitan el camino del acuerdo con los milicos. Nadie duda de que fuera un golpe cívico-militar; aquí en Catamarca, sin ir más lejos, hubo gobernadores, interventores municipales, ministros, subsecretarios y demás que fueron parte de la dictadura canalla y asesina.

-Como todo político, debe tener aspiraciones: ¿adónde apuntan?


-Tengo muchas aspiraciones de proyectos, de ideas, porque creo que el único que tiene capacidad de transformación a lo largo de la historia argentina, es el peronismo, el Partido Justicialista; en muchos casos para bien, como en este proceso histórico, y en otros no tanto, como ocurrió en los `90. Sin dudas que tengo aspiraciones personales, en el equipo que yo juego quiero que todos tengan propósitos, anhelos y aspiraciones, pero que sean lógicas, que estén sustentadas en el trabajo político.

-¿Qué le dejó la exitosa gestión al frente del Pami?


-Soy un apasionado de lo que hago y me conmueven las cosas, no me pasan por delante como si fueran la nada. Cuando veía entrar a un viejo –dicho el término con todo cariño y respeto- al Pami, yo veía en cada uno de ellos a mi papá, a mi mamá o mi abuela; entonces, cuando uno mira distinto y piensa distinto, resuelve el problema de una manera distinta. Lo viví de una manera intensa porque todo lo que allí pasaba me conmovía. Desde el primer día que entré al Pami hice mía aquella frase de la canción de Fito Páez:” ¿quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón”, después hay que ponerle el trabajo; fue una vivencia extraordinaria que la disfruto hasta el día de hoy cuando en la calle, en el consultorio o en la oficina misma me devuelven tanto cariño. Creo, sincera y modestamente, que hice lo que tenía que hacer, nada más.

-Como vecino, padre, profesional médico y político: ¿qué le representa Catamarca?


-Es mi lugar en el mundo. Caminar sus calles, cruzar la plaza y disfrutarla; Catamarca es una provincia extraordinaria, su Capital, su interior, su gente. Los catamarqueños somos gente buena, gente de trabajo, que te recibe siempre con los brazos abiertos para brindarte lo mejor que tiene. Los catamarqueños estamos condenados al éxito, más allá de ciertas contingencias políticas erróneas que tuvimos.

-Próximos a recibir un nuevo año, ¿qué desea para Catamarca y sus habitantes?


-Que ojalá podamos profundizar el modelo político porque estoy seguro que ello va a redundar en mayores fuentes de trabajo, mayor empleo; para que haya menos exclusión y mejores condiciones de vida para todos. Deseo muchos logros para todos los catamarqueños por igual; muchas obras para el bienestar general, para que tengamos mejores servicios, ese es el camino a seguir. Estoy convencido de que con la profundización de este modelo político tendremos mayor equidad, mejor justicia, todo con trabajo, por supuesto. Deseo profundamente que cada familia catamarqueña tenga la tranquilidad, el progreso y la paz que se merece.



¿Qué le diría a estas personas si pudiera tomar un café a solas?



*A LUCÍA CORPACCI: “Que va por el camino correcto, que éste es el rumbo. Que vamos adelante, que los catamarqueños estamos absolutamente confiados e ilusionados. Que avance y que ante cualquier dificultad, sabe que aquí tiene a un amigo y un compañero para apoyarla”.
*A CRISTINA KIRCHNER. “Muchas gracias por todas las luchas que dio, en las cuales hasta perdió al marido, producto de su apasionamiento. Una mujer extraordinaria, una gran conductora, una estadista de primera línea”.
*A OSCAR CASTILLO: “Que terminó siendo una gran desilusión, hasta para el propio Frente Cívico y Social. Aquello que significó un acuerdo de muchos sectores políticos, concluyó encerrado en una mesa de tres o cuatro, cerrando las puertas a la política”.
*A EDUARDO BRIZUELA DEL MORAL: “Que perdió una oportunidad histórica, fue gobernador cuando la economía del país estaba en su mejor momento, no pudo o no supo hacer los cambios estructurales cuando era posible hacerlos”.
*A LUIS BARRIONUEVO: “Que tiene algunas cuentas pendientes con la política de Catamarca, que espero algún día las pueda resolver; y lo digo desde la más sana intención”.
*A RAÚL JALIL: “Que a su gestión en la intendencia, que es buena, le faltó política”.
*A DALMACIO MERA: “Que me gustaría verlo más en la construcción de proyectos colectivos”.
*A UN MIEMBRO DE LA CORTE DE JUSTICIA: “Que tengo la impresión de que la Justicia en Catamarca está muy alejada de la gente”.

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