Las visitas de Ernesto Sanz y José Luis Barrionuevo a la provincia, el jueves pasado, dejaron comentarios para todos los gustos. El mendocino, actual titular del comité nacional de la UCR, teóricamente vino en campaña con vista a las primarias nacionales del 9 de agosto, en las que se medirá con Elisa Carrió (Coalición Cívica) y Mauricio Macri (PRO) por la candidatura presidencial. De esa contienda habló poco y nada, como si ya descontara que su suerte y la de UCR están echadas, a pesar de que Catamarca podría ser una de las provincias donde logre buenos resultados. De críticas a Macri y Carrió, con quienes tiene que competir, directamente no hubo nada. Antes de partir a La Rioja, el exintendente de San Rafael se referenció en la figura de Eduardo Brizuela del Moral, a quien consideró el artífice de la unidad del radicalismo y, como si algún catamarqueño no lo supiera, lo presentó como el postulante a la gobernación. Ya lo había hecho veinte días atrás en Mendoza, lo que no le impidió pretender dar “una novedad” que, en realidad, no fue tal. Aparte de candidato, como lo dijimos más de 40 veces en esta columna, es el único radical en condiciones de vencer a Lucía Corpacci, la postulante oficialista.
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Como siempre que un político circunscribe todas sus acciones en Buenos Aires y visita Catamarca, a Sanz le pasaron “un libreto” con algunos temas puntuales, pero si no los siente propios, por más que se esfuerce, no logra convencer. Veamos algunas perlitas: habló de restituir la promoción industrial, cuando fue uno de los integrantes de la “avanzada mendocina” contra el régimen que, por más de 35 años, pudo instaurar don Vicente Saadi a través de la llamada “reparación histórica” que también favoreció a La Rioja y San Luis, y años más tarde a San Juan. También refirió que Brizuela del Moral, en 2011, le dejó a su sucesora -Lucía Corpacci- un mes y medio de dinero para pagar los sueldos. De lo que no dijo nada fue de los 5.000 pases a planta permanente que se incluyeron dentro del decretazo que, a días de entregar el mando, firmó Brizuela del Moral y que terminó de complicar toda la gestión. ¡No sólo un mes y medio!
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En medio de los discursos de su corta visita a la provincia, cabe destacarlo, Sanz tuvo durísimas críticas hacia la dictadura militar, de lo cual seguramente no le advirtieron nada los voceros locales. Es que Sanz no debe saber que Catamarca fue una de las provincias que más colaboró con el régimen y que, no sólo eso, aportó cientos de dirigentes en los distintos estamentos del oprobioso período 1976-1983, entre ellos un gobernador (Arnoldo Castillo) y otros como el mismo Brizuela del Moral, funcionario en Catastro del caudillo radical. En términos de “golpearse la boca”, el diputado nacional no se quedó atrás. Cuando le tocó aludir a su cuarta candidatura consecutiva como gobernador -2003, 2007, 2011 y 2015-, señaló que lo “avalan cuarenta años de experiencia en la administración pública”, lo cual reafirma dos cosas: 1. Desconoce, precisamente por falta de experiencia, lo que es la actividad privada y 2. Los 40 años, claro está, coinciden con su paso por los cuadros de la dictadura que comentamos líneas arriba. Solamente hay que hacer la operación aritmética: 2015 - 40 = 1975. La última de las contradicciones: si el movimiento renovador de la UCR coloca como candidato a gobernador a una misma persona por cuatro períodos consecutivos y, por si fuera poco, ese candidato supera los 71 años, de renovador solamente tiene el nombre.
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La incursión de Luis Barrionuevo por la tierra que lo vio nacer, por otro lado, confirmó que el hombre trabaja por la candidatura presidencial de Sergio Massa y, con su respaldo, se postularía una vez más como candidato a gobernador. Esta vez, como ya lo había hecho en el programa “Animales Sueltos” que conduce Alejandro Fantino -Canal América-, no se anduvo con remilgos y, textualmente, le dijo a El Esquiú.com “tenemos otros proyectos a nivel nacional, que en Catamarca lo vamos a encarar nosotros, que es Massa presidente, Barrionuevo gobernador”. A continuación y, en forma indirecta, aludió a Raúl Jalil que, desde hace más de un año, representa a Massa en el Noroeste argentino y, en verdad, mucho hizo por él. Sin embargo, Luis habló de “falta de decisión” y de su propia posición: “No jugamos a las escondidas: o estás con Massa o no lo estás. No es que tengas un proyecto nacional y otro provincial. Eso es una mentira”. Si alguien estaba confundido con el trípode Massa-Jalil-Barrionuevo, el jueves todo quedó aclarado por boca del dirigente sindical y el viernes, por si fuera poco, se confirmó la candidatura de Raúl Jalil a la reelección por el Frente para la Victoria.
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Estos hechos de jueves y viernes, por lógica, aclaran las intenciones de Barrionuevo. Desde un primer momento, y por ello ha trabajado -organizó el acto de la semana pasada en Vélez, atrajo a de la Sota y es quien busca los sponsors de campaña-, quiso ser el representante de Massa, que tiene como mano derecha a su mujer, Graciela Camaño. Si lo hacía con Raúl Jalil -en algún momento prometió que lo iba a acompañar para que sea el gobernador de los catamarqueños- mucho mejor. Como eso parece ya tarea imposible, lo hará solo. En verdad que tendrá un sello importante, pero dentro de la provincia no ha sumado dirigentes con peso o poder territorial. Casi todas las fotos de sus cortos periplos por la provincia, únicamente lo muestran con los diputados de su bloque, a su vez, colaboradores directos del radicalismo provincial. Por encima de ello, esta semana ha dicho que será candidato a gobernador y que es la alternativa al peronismo local y al Frente Cívico. Posiblemente lo sea, pero como hay serios indicios de que Brizuela y Corpacci polarizarán la elección, aún con Massa, sus chances disminuyen considerablemente.
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Por intuición y condiciones fácticas, nos parece que la táctica de Barrionuevo va por otro lado. Como sabe que sus chances de llegar a la Casa de Gobierno -su obstinación lo llevó a perder la gran oportunidad de 2003- son más que remotas, la estrategia sería la de capturar una banca nacional, misión que tampoco parece sencilla. En procura de este objetivo presentaría su alianza el 10 de junio y diez días más tarde se inscribiría como candidato a senador o a diputado nacional, lo que en su momento más le convenga. Después le exigiría, a través de una visita a la provincia, la devolución de favores a Massa y, por cuerda aparte, organizaría la llegada del gobernador José Manuel de la Sota y de Rodríguez Saa, aparte de personajes menores como Martín Redrado o el “Beto” Alonso, y hasta podría venir Eduardo Duhalde. Todos lo harían “en campaña” para las Paso nacionales referenciados en Massa, pero a él le servirían de extraordinario soporte publicitario.
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Una última del barrionuevismo. El sector sería el único, en el marco de la cámara de Diputados, que no comparte la idea de instalar las Paso provinciales. Este habría sido el motivo, no revelado, por el cual no se aprobó la ley el pasado miércoles, cuando desde hace meses la dirigencia en general apostaba a un rapidísimo trámite, como que hasta se pidió que el proyecto fuera incluido en extraordinarias o se aprobara un despacho de comisión antes del 1 de mayo. Lo de la necesidad de respetar el período de observación que esgrimió el titular de la cámara, Marcelo Rivera, habría sido el mejor expediente de una decisión secreta orientada a enterrar, una vez más, el proyecto. Los radicales, que lo podrían haber aprobado con los votos del kirchnerismo, del merismo y de la renovación, no lo hicieron por respetar el pacto que mantienen con el barrionuevismo. Veremos qué pasa esta semana, pero hablar de seguridad en la aprobación de la ley ya es un riesgo. Ahora si los bloques que dominan el cuerpo y mantienen con un candado al proyecto persisten en la tesitura que observan desde hace un año, tendrán que asumir los costos. La otra variante es cambiar la media sanción y, como fierro caliente, devolverla a la cámara de Senadores. Estas alternativas tendrían un colofón adicional: el FCS no sólo llamaría a votar por Macri, sino también por Massa, en cuya boleta iría pegado el nombre de Luis Barrionuevo. ¿Se entiende el juego de la alianza que existe en Diputados?
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Los créditos de emergencia a favor de aquellas personas que, por las inundaciones de Andalgalá, Aconquija, Bañado de Ovanta, Paclín o Ambato, sufrieron pérdidas materiales de importancia están vigentes y tienen que ver con un decreto provincial que establece las zonas del desastre. Sin embargo, en algunos casos, algunos de los damnificados -de Balcozna o Singuil, por ejemplo- habrían tenido inconvenientes para llenar los trámites que exige el proveedor del dinero: Consejo Federal de Inversiones (CFI). Por las dudas, el tema podríaser objeto de revisión por parte de las autoridades.

Polti se acuerda demasiado de las madres

Mate de por medio, Boni y Clo miran televisión esperando por América la conexión con la casa de Gran Hermano.
-Clo: No me gusta el Solano ese, demasiado artistón.
-Boni: A mí el que no me gusta nada es el Polti, el intendente de Recreo.
 -Clo: ¡Agua bendita por Dios…no lo nombre así en seco, es el mismo diablo, Ave María Purísima! ¿Dónde está el rosario?
 -Boni: De una bajeza que no tiene nombre lo que hizo con el periodista Víctor Romero.
 -Clo: Jesucristo decía: el mal no es lo que entra en la boca del hombre, sino lo que sale de ella. El Polti ese no dice dos palabras sin acordarse de la madre del otro de la peor manera.
-Boni: Me imagino que alguien tomará cartas en el asunto. Esto no puede quedar así nomás, es muy grave lo que pasó.
-Clo: Bah, de un lado el poder, del otro lado alguien del pueblo. ¿Qué se puede esperar?
-Boni: Y eso que mi amigo Alberto todavía no abrió la boca.
-Clo: ¿El petiso de la carnicería?
-Boni: No, na` que ver. Si hablara mi amigo el cantor…
-Clo: ¡Y que cante de una vez! Alguien que le ponga freno al desbocao del Polti.
-Boni: ¿Sabe cómo le dicen al intendente de Recreo?
-Clo: No.
-Boni: “Billete de 100”.
-Clo: ¿Por?
-Boni: Tiene la cara de “Roca”. ¡Duro!
-Clo: Y tan festivalero que parece…
 -Boni: No crea, la procesión va por dentro. También la dicen revista “Caras”.
 -Clo: ¿Por?
 -Boni: De lejos, parece Gente.
-Clo: Ay, don Boni, no sea revistero.

Recuerdos no lejanos

Saadi, huésped de honor

El exgobernador de Catamarca, Ramón Saadi, realizaba el 8 de mayo de 1990 una jornada de trabajo y confraternidad entre dirigentes y militantes del justicialismo en la ciudad de Quilmes (provincia de Buenos Aires), donde el intendente municipal, Eduardo Camaño, los concejales y legisladores nacionales y provinciales del distrito lo declararon “Huésped de Honor”. El acto se enmarcaba dentro de la campaña proselitista que llevaba adelante el mandatario catamarqueño en procura de arrebatarle la conducción del Consejo Nacional Justicialista a Antonio Cafiero, en ese entonces gobernador del principal Estado argentino. Queda claro que el duhaldismo en su conjunto, en aquel año ‘90, apoyaba al saadismo. Eduardo Camaño, que llegó años después a ser presidente de la Nación por unos días (por su condición de titular de la cámara de Diputados) era un hombre de Duhalde y lo sigue siendo hasta nuestros días. Un mes antes de aquel acto en la histórica ciudad de Quilmes, en el Sur bonaerense, el mismísimo vicepresidente Duhalde había venido a Catamarca a expresarle su respaldo a Saadi, con quien le unía la desconfianza para con el expresidente Menem. Lo hizo con varios legisladores y, por supuesto, no tenía reparos en mostrar su juego político. Una vez que Saadi cayó en desgracia, especialmente por el Caso Morales, le retiró el respaldo y se lo trasladó a otro catamarqueño con quien mantiene excelentes relaciones: el líder gastronómico José Luis Barrionuevo.

La hermana Pelloni antes de María Soledad

El 5 de mayo de 1990, con motivo de la celebración del día mundial de las vocaciones religiosas, se llevaba a cado una convivencia en el Seminario Diocesano local. La hermana Marta Pelloni, del Colegio del Carmen, fue una de las organizadoras, presentando los testimonios vocacionales de dos religiosos mayores, el padre Santiago Sonzini y la hermana Isabel, de la Comunidad Virgen Niña. Nadie podía sospechar, en aquel momento, el protagonismo que iba a tener la religiosa apenas cuatro meses más tarde, al producirse la muerte de la estudiante María Soledad Morales, que era una de sus alumnas en el colegio del Carmen y San José. Desde un primer momento fue la artífice del pedido de esclarecimiento del horrendo crimen y la autora intelectual de las célebres marchas del silencio, las que encabezó generalmente del brazo de Ada Rizardo de Morales, la mamá de “Sole”. Apoyada por la comisión de padres del colegio, de pronto, tomó un protagonismo mediático que la convirtió en la figura central del Caso, aunque cuando tuvo que declarar delante del Tribunal que enjuició a los acusados Guillermo Luque y Luis Raúl Tula, no aportó ni el más mínimo elemento de prueba. Años después del Caso Morales, Marta fue trasladada a la ciudad de Goya (Corrientes), ciudad desde la cual también hizo resonantes denuncias, especialmente vinculadas a la trata de personas y a los excesos que cometen los gobernantes. Hoy, ante cualquier caso de trascendencia mediática, no hay canal metropolitano que no la consulte. En mayo de 1990, cuando organizó la celebración del día mundial de las vocaciones religiosas, en la provincia apenas si se la conocía en ámbitos de la Iglesia.