Triunfo de Corpacci; triunfo de todos

sábado, 6 de junio de 2015 00:00
sábado, 6 de junio de 2015 00:00

Este diario escribió hace 12 días, en un uno de sus comentarios políticos, lo siguiente:

“Le guste o disguste al gobierno, ya tenemos una certeza sobre las Paso. La acaba de dar el presidente del comité provincial del radicalismo, Amado David Quintar, a través de un reportaje que concedió en forma exclusiva a El Esquiú.com y que fue la tapa de la víspera. Dijo, concretamente, que si el Poder Ejecutivo las convoca en coincidencia con las nacionales, programadas para el 9 de agosto, la UCR no va a poner objeciones como impugnar judicialmente el decreto que pueda firmar la doctora Lucía Corpacci. Aunque los dichos del fiambalense tengan mucho que ver con la estrategia de la oposición y, fundamentalmente, del senador Oscar Castillo, en el sentido que permanentemente buscaron que haya coincidencia y no desdoblamiento, la verdad es que, objetivamente, todos apostaron por estas Primarias y fue la gobernadora quien resolvió enviar el proyecto a la Legislatura y, por lo tanto, será ella, ahora mismo y por siempre, la que instauró este instrumento legal que favorece a la democratización de los partidos políticos. Nadie le podrá quitar ese mérito, como también el intentar reformar la Constitución Provincial de 1988 y soterrar los privilegios de la clase política de la que forma parte, algo que ningún gobernador se animó a hacer antes”.

Esta visión de los acontecimientos preelectorales, en gran medida, se enlaza con la decisión del gobierno -anunciada el pasado jueves por el ministro Gustavo Saadi- de convocar a las Primarias provinciales para el 9 de agosto, en forma simultánea, con sus similares nacionales.


“Debemos celebrar”

Tras el dictamen favorable a las Paso que refrendó la Asesoría de Gobierno y abrió el camino a la convocatoria, sin dudas, se inscribe un hecho político con perfiles históricos para la provincia. Es que, desde ahora mismo, se podrá ejecutar la meneada democratización de los partidos que, con diversas picardías, proclamaban los jerarcas pero no la llevaban a cabo.

Habrá Paso (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) por partida doble en Catamarca. El 9A la ciudadanía votará a los precandidatos nacionales (presidente, senadores, diputados y representantes al Parlasur) y, en la misma jornada, se dirimirán los cargos provinciales, desde gobernador a concejal.
“Es una decisión que debemos celebrar. Estamos satisfechos porque hay certeza electoral”, reseñó, en nombre de la UCR, la diputada María Teresa Colombo. Magnífica síntesis para una historia que comenzó, a fines de 2012, con los clamores radicales de Primarias y siguió con el sorpresivo anuncio de la gobernadora, el 1 de mayo de 2014, indicando que esa misma semana enviaba un proyecto a la Legislatura.

Es cierto. El debate legislativo tuvo vaivenes increíbles. Pasó de la unanimidad a las especulaciones, cuando no a las chicanas y a algunas piruetas orientadas, más que a favorecer planes propios, a herir al antagonista.

Así, en diversos momentos, se dijo que el gobierno quería las Paso “para resolver su propia interna” o que la oposición, tardíamente, se dio cuenta que también debía superar controversias domésticas y que la simultaneidad podría favorecerla.

Igualmente se pensó en sacar una buena ley y que, en ese orden, era mejor postergar el tratamiento, rapidísimo en la cámara de Senadores y casi interminable en la cámara de Diputados donde, finalmente, se la sancionó el pasado 19 de mayo.

Por encima de todo esto y utilizando andariveles diferentes, como el de marcar los tiempos hasta con cronómetros de alta precisión, se llegó a un final importante y favorable.


Corpacci, decisiva

Así como las cosas no fueron fáciles para la oposición, que caviló cada uno de los movimientos, tampoco lo fueron para el gobierno. Cuando la ley llegó para la correspondiente promulgación, ni los ministros del Poder Ejecutivo sabían el destino final. Es más. La mayoría se inclinaba a pensar que no habría margen para implementar las Paso en 2015 y cuando mucho, con viento a favor, pensaban que se podían programar para las legislativas de 2017.

Fue el momento en que Lucía Corpacci tomó una decisión de madurez y coherencia. Si ella había sido la autora intelectual y material del proyecto, cómo podía rechazarlo una vez que estaba aprobado. Ni siquiera le alcanzaba para contrariar al senador Castillo que, horas antes, había dicho “si el gobierno tuviera seriedad y responsabilidad aplicaría las Paso”. Esta vez “quedó pagando”.

Corpacci tiene que estar conforme con el curso de los acontecimientos. Ella aportó a la democracia y la historia la recordará como la gobernadora que habilitó este sistema de internas que, ojalá, permanezca para siempre como expediente para nominar candidatos.
La oposición parlamentaria -representada por el radicalismo y el barrionuevismo-, como la política en general, también merecen degustar el triunfo. Ellos aprobaron la ley y les corresponde subir al podio.

En definitiva, como hacía mucho no ocurría, con las Primarias terminaron ganando todos, a no ser que algún afiebrado pretenda utilizar artimañas para frenar la ley e impedir lo que, para propios y extraños, es un avance institucional.


Ahora, a la cancha

Por supuesto, tras el anuncio de Gustavo Saadi, en los distintos comandos se sintió el impacto y resulta imperativo, hasta para el propio oficialismo, “mezclar y volver a repartir las cartas”.

Las Primarias indican que hasta el más humilde de los afiliados tendrá derecho a anotarse en el puesto que se considere merecedor. Si alguien identificado con la UCR se anima a discutirle la candidatura a gobernador de Brizuela del Moral, podrá hacerlo. De igual manera, ya dentro del peronismo, es admisible que surja un competidor para Lucía Corpacci, Dalmacio Mera o Raúl Jalil en cualquiera de las categorías que compitan. Lo mismo vale para los casilleros de diputado o senador provincial, o de cualquier Concejo Deliberante de la provincia.
Eso, en esencia, son las Paso. La posibilidad que todos tengan chance de elegir y ser elegidos, hundiendo en el recuerdo los acuerdos de cúpula que abundaron en Catamarca y el país durante los últimos 30 años.

Esta especie de apuesta a la renovación de los dirigentes, por varias razones, posiblemente no influya o se note demasiado en la coyuntura. Pero de aquí en adelante habrá conciencia que todos pueden tener iguales derechos y dispondrán, a diferencia del presente, del tiempo suficiente para prepararse y afrontar futuras contiendas electorales.
De igual manera, como ocurre en otros puntos de la Argentina, se acabarán las especulaciones y las representaciones supuestas. Ningún dirigente podrá decir que, de facto, lo marginaron. Todos tendrán la chance de demostrar, en el terreno de los hechos, lo que dicen valer.

Esto último puede ser dato objetivo de las Paso que se avecinan. Dentro de cinco días, después de anotarse las alianzas, cada uno elegirá los caminos que más le convengan y nadie, absolutamente nadie, le colocará obstáculos. Si cinco candidatos buscan un cargo dentro de una misma alianza tendrán que poner un voto en el cuarto oscuro y esperar el veredicto popular. Uno de ellos se convertirá en “el candidato” y los otros cuatro quedarán eliminados y sin posibilidades de participar en las generales de octubre.

La ley de Primarias no tiene chances de volver atrás. Se aprobó el proyecto peronista, pero también había uno radical. La votaron los dos bandos y el respaldo popular es ostensible. Y que nadie se confunda. Ganaron todos.

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