Juicio a la educación. Parte V

Por Victor Leopoldo Martinez (*)
domingo, 21 de febrero de 2016 00:00
domingo, 21 de febrero de 2016 00:00
Sobre esta realidad innegable descripta en la entrega anterior, queda claro (no sé si a todos) que algo vino funcionando mal desde hace largo tiempo en materia de contenidos educativos.

Cirigliano lo expresa claramente en su obra “Metodología del proyector de País” y en el Tomo III de mi obra Guarda-Polvos: “El curriculum es el proyecto de País. Curriculum explicitado y Sistema Educativo(SE) van juntos. Ambos pertenecen a la esfera de lo político. Lugones sostenía en 1930: Enseñar por enseñar es filantrópico, pero no político.”

Nadie puede negar lo que hoy está significando para un pibe o un joven acceder a una computadora gracias a las políticas sociales implementadas por el anterior gobierno nacional buscando hacer justicia con los que menos tienen. Pero de ahí a  pensar que “conectando igualitariamente” a educandos entre ellos y a estos con el mundo es actualizar y facilitar el modo de estudio y el acceso al conocimiento, es tan torpe como que yo crea que voy a ser un buen jinete por haber recibido un “pura sangre” de regalo. En ambos casos sin un buen maestro, MAESTRO, lo esperado es imposible. Computadora y caballo son solo instrumentos que pueden ayudar a la formación intelectual y de habilidades de un humano pero nunca lo formarán moralmente dentro de conceptos de igualdad, solidaridad y responsabilidad social.

En ese sentido imaginar que el actual Ministro de Educación Bullrich mantiene dicho  programa pensando además darle continuidad repartiendo más computadoras entre niños y adolescente es un gesto de “honestidad política” al reconocer la bondad del mismo como algo “bueno que hizo el gobierno anterior”, cuando en realidad lo hace porque casualmente es la herramienta para hacer “negocios” e ideal –manejada por los grupos hegemónicos de comunicación- para profundizar la domesticación, es tan torpe como pensar que Macri llegó al control del poder político para beneficiar al conjunto de los argentinos.   Acceder a información a través de Google para una tarea en la que solo se usa el  “copio y pego” sin que esa tarea en sí despierte curiosidad en un niño o adolescente (menos aún que estos logren entender siquiera de qué trata el texto), y que el educando solo tenga en claro que está “respetando” lo que demanda el ritual de escolarización y que cumplimentada la cursada  en “formas”, “modalidades” y tiempo,  recibirá el certificado habilitantes, básicamente para felicidad familiar, como aspiración de un sistema educativo no deja de ser mediocridad en estado puro. ¿Hay responsables de esto? ¡Claro que sí! Están en toda el área educativa, sean estas municipales, provinciales o nacionales.

Me estoy refiriendo a un convencimiento que sobrevuela en la mente de los que somos Justicialista y que como tales aspiramos a una sociedad más igualitaria y justa en términos sociales, más patriótica en términos de soberanía política e independencia económica, algo que solo se consigue con el manejo de nuestros recursos humanos (educación), naturales (Art. 40 de la Constitución del 49) y de resortes económicos-financieros (hoy todavía en manos extranjeras), algo que en lo esencial  gran parte de nuestra población desconocen por no aparecer en ninguna curricula educativa.


EDUCACIÓN Y NEGOCIO

Es claro que detrás de la instalación de los medios de comunicación como “herramienta pedagógica” hay poder, mucho poder, y del serio; el económico. Hace tiempo que la educación pasó a ser otro negocio; negocio político-económico con la educación privada generadora de dirigentes, y negocios de todo tipo (especialmente para editoriales y productora de insumos para cumplimentar con las demandas “formales” de todo ritual) con la educación pública productora de mano de obra barata. En ambas casos no se busca calidad –menos humana- sino eficiencia (y hasta en eso de manera relativa); servidores funcionales y descartables. Hasta han llegado a encontrar malos sustituto (con apariencia de “complementación”) dentro de la misma concepción  edilicio-áulica: televisores y computadoras.  Continuar  con lo áulico como el espacio ideal es tan desgastantes para las partes como el sistema mismo. Por el contrario, el aula no solo es un anacrónico y perimido recurso sino que en la actualidad se agrega al combo del ritual agravando día a día el cuadro de situación en materia de inversión.

Para el caso de los negociantes de la educación mediática, los resultados, en principio y para ese poder, no solo son positivos sino multiplicadores y con ganancias exorbitantes
 en materia económica.

¿Existen otros métodos y espacios para la enseñanza y el aprendizaje? ¡Claro que sí! Solo que su implementación requiere de cierta capacitación docente en determinadas direcciones asociadas a la creación constante a partir de esa relación biunívoca que debe existir entre educador y educando respeta
ndo las maravillosas diferencias que existen entre cada uno de los segundos; asumiendo a la vez que cada educando, con sus vivencias y saberes previos, es fuentes de aprendizaje para el propio educador. ¡Claro que esto rompe con cómodos rutinas de repetición de las actuales simulaciones educativas! Pero seamos sinceros. Si preferimos seguir con los rituales por una cuestión de comodidad tengamos la valentía de decirle a la sociedad que se reclama mayor retribución salarial porque la tarea de “adiestramiento” y “domesticación” es desgastante; pero sin utilizar la palabra educación hipócritamente.


Medios de comunicación y Educación

Nadie puede negar que estamos inmersos en una sociedad que responde por reflejo condicionado a los dictados mediáticos. Un alto porcentaje de clase media altamente escolarizada se encuentra sin capacidad para cuestionar, menos aún de reaccionar frente a tantos disparates que se bolacean por radio y TV. Esta es la prueba del triunfo pedagógico de una herramienta como la mediática; trabaja  embozada y para sistémicamente y encima con resultados  altamente rentable hasta en términos económicos. 

No faltará el “progre pacato” que desautorice mi señalamiento rescatando la tarea del canal “Encuentro” y “Paka Paka”. Buena tarea; pero tampoco como para decir ¡Oh, que bruto, que ofertas tan atractivas de programación tienen!

Si tomo el caso de
l canal “Encuentro, en algunos casos la línea histórica que se vino bajando  dejó de ser Mitrista en su más pura acepción  para convertirse en algo peor: mitro-marxista, ergo continuadora del viejo eurocentrismo a la hora de analizar y categorizar hechos y fenómenos políticos nacionales y regionales (siempre con el manual del conquistador en la mano). Los columnista histórico-políticos que aparecen “abriendo cabezas” en Encuentro hipócritamente se venden como “descubridores de…”, cuando en realidad son “continuadores de…” viejas teorías hoy con disfraz cambiado y contada por “progres”. ¿Nadie se dio cuenta que no por casualidad  la tarea jamás fue cuestionada  “académicamente”? Por el contrario, fue reconocida como culturalmente aséptica sin objeción alguna y nadie se pregunta ¿Por qué? No resulta muy difícil descubrir las razones; más de uno de estos “abridores de cabeza” nunca olvidan hacer “buena letra” en su afán de ser aceptado por el stablishment culturoso vernáculo. Si se lo mira risueñamente hasta se los podría agrupar en el “palo saicobolch” (dijera Capusotto) que para ese stablishment no dejan de ser inocuos. Por acción y omisión (aviesamente), operan dejando de lado total y absolutamente el pensamiento nacional y latinoamericano siendo funcionales a los intereses culturalmente oligárquicos. A fuerza de ser sincero y benévolo, no creo que estén impedidos de ver y entender las realidades socio-culturales según la matriz original espacio-temporal que genera formas y contenidos en cada lugar ya sea en el orden nacional o regional en la que estamos inmersos; simplemente lo hacen por “deformación profesional” y por ende para no afectar sus aspiraciones personales  burguesas.

(continúa)

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