En el día de los grandes, Belgrano y Quilmes también animaron el sábado en el partido disputado en el Mario Alberto Kempes, escenario que a pesar del mal estado de su campo albergará nuevamente a la Selección.

Las condiciones eran tan malas, que a los protagonistas les costaba hacerse con la pelota. Sin un dominio claro, la paridad entre los equipos estaba presente. Sin embargo, la combinación entreClaudio Bieler y César Pereyra dejó sin posibilidades a Silvio Dulcich. El Picante abasteció al ex Liga de Quito para que el goleador improvise la conquista desde afuera del área. La Ley del ex volvió a aplicarse en el torneo.

En el complemento un grosero error de Juan Carlos Olave le puso suspenso al pleito. A la salida de un lateral, el arquero intentó despejar de una manera muy poco ortodoxa y Daniel Imperialecapitalizó la torpeza del ex Gimnasia. El Cervecero quería emborracharse en casa ajena.

El empate duró poco. Con la misma fórmula del primer tiempo, el Picante Pereyra habilitó al Tacay el delantero con pasado en Racing volvió a facturar. Los pedidos de disculpas no eran suficientes para calmar la bronca de Quilmes.

Pero el encuentro volvió a sorprender con otra débil respuesta de Olave. Si bien la ubicación deBrian Mansilla fue un factor determinante en el gol, la definición del rosarino fue entre las piernas del experimentado capitán cordobés. Tal vez haya sido una de las peores tardes deportivas para el hombre de 40 años. La repartición de puntos le dejó una sonrisa al representante bonaerense.